Capítulo 34

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Nueve meses después...

Mencía

-Ferran, creo que acabo de romper aguas-le dije cuando miré hacia el suelo y estaba todo mojado.

-Vamonos al hospital-me dijo muy nervioso.

Me duché, me cambié, cogimos todas las cosas que necesitábamos y nos fuimos al hospital.

Hacia poco tiempo que nos habían dicho que íbamos a tener un niño, un mini Ferrán.

Ahora estábamos los dos de camino al hospital. Ferrán conduciendo y yo mientras llamando a todos nuestros familiares y amigos para decirles que ya íbamos al hospital.

El parto estuvo bien. El pequeño Torres tardó tres horas en salir.

Aquí estábamos, Ferrán y yo con nuestro pequeño entre mis brazos. Tocaron a la puerta y pasaron mi padre, mis hermanas y el pequeño Marcos que ya tenía seis mesecitos.

-¿Donde está el niño más bonito del mundo?-dijo mi hermana mientras se acercaba a nosotros.

-Aqui está. Os presentamos al pequeño Hugo Torres Hernández-les dije. Después de haber estado tiempo y tiempo peleando sobre que nombre le íbamos a poner al niño al final nos decantamos por Hugo. Nos gustaba a los dos así que nos decidimos por ese.

-Es precioso-dijo mi padre al cual se le caía la baba.

-Se parece bastante a ti eh-me dijo Daniela.

-Es igualito a ella-dijo Ferrán algo ofendido.

Mi padre, mis hermanas y Marcos se quedaron un ratillo más, y cuando se fueron vinieron todos los del equipo.

-A ver, ¿donde está el mini Torres?-dijo Pedri nada más entrar.

-Aqui está-les dijo Ferrán que le tenía en brazos.

Todos se acercaron a él y se quedaron embobados viendo a mi hijo. Sin duda iba a tener buenos cuidadores.

Luego también vino la familia de Ferrán desde Valencia y también estuvieron un rato con el pequeño.

Al día siguiente nos dieron el alta y los chicos estuvieron montando todos los muebles mientras que las chicas decorabamos la habitación.

Si que íbamos un poco tarde ya para hacerlo, pero hace poco acabó la temporada y no habíamos tenido mucho tiempo.

Y la boda... pues la habíamos atrasado bastante. Queríamos centrarnos en nuestro niño y luego ya veríamos que hacer.

6 meses más tarde...

Hoy era el día. Era nuestro día. Si, Ferrán y yo por fin nos íbamos a casar.

Después de tener a Hugo ya sí que estuvimos más centrados en la boda y todo.

-¿Estas lista?-pregunto mi padre cuando entró en mi habitación. Me vio y se le empezó a caer una lágrima-. Estas preciosa Mencía.

-Gracias papá-le dije y fui a abrazarle.

-¿Vamos ya? Nos están esperando.

-Vamos-dije decidida.

Empezó a sonar la música y ahí estaba Ferrán en el altar, super guapo. Miré a los bancos y estaba mi pequeño Hugo, ya no tan pequeño, con Marina y Pedri. Sin duda eran unos tremendos padrinos.

...

La boda acabó, nos dimos el si quiero y nos fuimos a comer al banquete.

-Quiero decir unas palabras-dijo Pedri que se había subido a una silla con un micrófono para hablar.

-Tengo miedo-le dije a Ferran susurrando.

-Ferran y Mencía...-empezo diciendo mientras sacaba un papel del bolsillo-. Dos enamorados que desde el primer momento que se vieron se gustaron. Desde que Ferrán me dijo que ella era la persona indicada yo ya vi que era verdad. Han vivido muchas cosas juntos. También han destrozado muchas cosas juntos... Pero de eso no vamos a hablar-nos reímos todos-. Bueno, yo como padrino de ese niño quiero decir que os deseo lo mejor y que este niño tiene el mejor padrino. Ala chao-acabo y todos aplaudimos.

Estábamos acabando de comer cuando Laia vino super sofocada a mi.

-¿Que pasa?-la pregunté.

-Mama-me contestó. A mi al oír ese nombre me entró un dolor de tripa inmenso.

-¿Que pasa con mamá?-la dije cuando nos apartamos. No quería que se enterase nadie.

-Se debe de haber enterado de lo de la boda y ha venido-me dijo y a mi me entraron los calores.

-¿Donde está?-la pregunté.

-Afuera con papá, ven-mi hermana me cogió del brazo e íbamos a salir pero Ferrán nos paró.

-¿A donde vais? ¿Todo bien?-nos preguntó.

-Ven-le dije y le di la mano para que nos acompañara.

-Mira, allí está-dijo mi hermana señalando a mi madre desde la puerta en donde nos habíamos parado.

-¿Quien?-pregunto Ferrán.

-¿Ves a la señora esa que está ahí con mi padre?-le pregunté y asintió-. Pues es mi madre.

-No me jodas-Ferran se puso histérico.

-Tranquilo-le dije y le di la mano.

-¿Que cojones hace aquí?-pregunto él.

-No lo sabemos-contesto Laia.

-Vamos para allá-dije decidida.

Empecé a acercarme y Laia y Ferrán iban detrás. Mi madre al verme me miró de arriba a abajo y se empezó a reír.

-¿A si que tú eres la que te casas...?-me preguntó mientras me señalaba y se rió.

-Si, ¿algún problema?-la contesté borde.

-Pensaba que sería alguna de tus hermanas, la que menos me esperaba era a ti-dijo y continuó riéndose.

Noté como Ferrán cerró el puño y le apretó. Yo cogí su mano para tranquilizarle. No quería problemas.

-¿Y tu quien eres? ¿El gilipollas que se ha casado con esta?-pregunto mi madre ahora mirando a Ferrán.

-Lo primero, Ferrán no es gilipollas, y lo segundo esta es tu hija-dijo mi padre ya hartito.

-Dejó de ser mi hija en el momento que me dijo que yo no era su madre-dijo ella.

-Paso de ser tu hija, para tener una madre como tú...-la contesté y me miró más mal que como lo había hecho antes.

-Ah si, que me han dicho que he sido abuela por segunda vez... ¿Donde esta mi nietecito?-pregunto.

-¿No decías que no era tu hija? Pues él tampoco es tu nieto-la contesté.

-Pero quiero verle-insistio.

-Pues no le vas a ver-ahora fue Ferrán el que habló.

-¿Y tu quien eres para decir si puedo verle o no?-se quejó mi madre

-Es su padre-le dije-. Un padre que si quiere a su hijo, no como tú-la dije. A mi madre no la salían más palabras y al final se fue.

Ferrán me abrazó y me dio caricias en el pelo para que me tranquilizara.

...

-Que día más largo...-le dije a Ferran en cuanto me tiré a la cama.

-Pues si-me dijo y se tumbó a mi lado.

-Me has hecho muy feliz mi vida-le dije y me acurruqué en él.

-Tu a mi si que me has hecho feliz-me dijo y nos besamos.

Todo aquello que no pensamos ser [Ferrán Torres]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora