CAPÍTULO 10

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VICTORIA SMIRNOVA

-¿Y qué planeas Vital? ¿Qué vaya hacía ellos como si nada hubiera pasado? Disculparme pero eso no pasará- le dije tomando el último sorbo que me quedaba en la taza negra que tenía en mis manos.

El silencio se formó en la sala mientras por mi cabeza rondaban las palabras dichas por el hombre que tenía a mi lado que solamente analizaba su alrededor sin querer meterse mucho en la discusión entre mi hermano y yo.

-¿Victoria en serio piensas que esos hombres si los matas estarás salvada de las represalias que alguno podría tomar contra ti? Víctor y Calum no son idiotas y estoy muy seguro que ellos están trabajando para alguien pero como es más que obvio no dirán ni una sola palabra- exclamó un relajado Máximo que acababa de dejar la taza vacía sobre la mesa de cristal que se encontraba frente a él.

-No es tan sencillo como piensas Smirnova, ellos nunca hablaran sobre quien los envió o mejor aún cuánto le han pagado para que te mataran, porque no por cuestión de gusto han querido sacarte de la jugada con una simple treta de luces apagadas y encendidas- explicó Vital con paciencia.

-Entonces cuéntenos General, como piensa atraparlos para que hablen y logre saber porque me quieren muerta y para completar porque me quieren inculpar en un robo que no cometí, esta vez- le comente acomodando la ropa que tenía encima.

Vital como todo policía entrenado se paró sobre sus pies al mismo tiempo que sostenía un pequeño control que hizo bajar las persianas de las puertas de cristal que daban a la entrada al balcón, camino con resignación mientras hacía mover en sus manos un pequeño cd que colocó en el televisor con gran velocidad, reprodujo el video donde aparecían las caras de Víctor y Calum saliendo de mi casa al instante que caminaban hacía sus autos, mostró la imagen justa cuando se encuentran con un auto sin matricula.

-Sabía que esos idiotas habían ido a tu casa por el rastreador que coloque en tus ropas cuando te fuiste en medio de las cámaras de los periodistas, con eso logré saber que ellos habían ido a buscarte por lo que active los altavoces que tenía tu casa gracias a los hackers, con eso escuche su conversación y gracias por protegerme- halago con cinismo.

-No te creas importante- murmure.

-No me creo, lo soy- respondió cambiando la foto a una donde Calum recibe una bolsa de dinero enorme.

Sin verlo venir detrás de su televisor saco unos informes que repartió hacía nosotros con gran rapidez para seguir con su exposición de primaria que solamente se basaba en colocar fotos significativas y explicar, pero no lograba encontrar lo malo en esa escena.

-Calum y Víctor, fueron reclutados por el Boss más poderoso que hay en Francia, el tipo nunca se ha visto en fotos o videos, es un hombre mayor que nunca se pudo atrapar y como todo señor solamente se retiro de los cargos de la mafia pero hace unos días nos llegó información de que él sigue comandando en silencio sin que nadie supiera absolutamente nada, lo dejamos sin protección ni mucho menos lo perseguimos ya que él se retiró pero ahora sigue matando gente o extorsionando- comenzó a explicar con tranquilidad.

Cambió la foto de pronto dejando ver como ambos hombres entraban a un baldío en medio de la nada al mismo tiempo que eran golpeados por otros dos hombres con vestimenta negra en todo su esplendor.

-Esos tipos de negro son seguidores del Boss, por lo cual esto nos dice que hicieron un trato con el para capturarte o matarte en el peor de los casos, la cuestión es que te quieren fuera del mando y para hacerlo quieren que te encarcele por el robo de la espada- termino de explicar con una sonrisa de sabelotodo.

No entendía cómo era que sabía todo eso con tan solo días de pedirle que me ayudara, me daba a entender las magnitudes que él tenía para lograr lo que él quisiera sin siquiera moverse mucho por el ámbito de sus alrededores aunque tenía que admitir la buena manera de hacer las cosas sin que supiera de ellas.

El silencio volvió a formar parte del ambiente al mismo tiempo que escuchaba como la puerta era abierta por una cabellera rubia que observo hacía nosotros pero siguió su camino hacía la habitación de Vital, suspire con resignación al momento que me levantaba de donde me encontraba al mismo tiempo que Máximo hacía lo mismo.

-En pocas palabras el Boss los contrató pero no pudieron llegar a mí por tu brillante idea de dormirme- resumí con ironía.

-No me gusta contradecirte pero en realidad ellos pensaban que sin mí no lograrías nada, por lo que se me ocurrió hacerles creer que teníamos un pequeño vínculo amoroso, eso nos dará el tiempo para averiguar porque te buscan y porque quieren que te detenga para luego encarcelarte- dijo con normalidad, cómo si fingir una relación fuera de lo más normal.

Me dirigí a la puerta con velocidad sin preocuparme que tuviera las zapatillas de Alexander y su ropa, me giré sobre mis pies al instante que escuchaba las pisadas de mi enemigo detrás de mí con gran velocidad.

-Disculpa las interrupciones pero debemos irnos y gracias por la información pero quedas excluido de la resolución del caso- le dije saliendo disparada de esa casa con mi hermano siguiendo mis pasos sin mencionar palabra.

Al momento que bajaba por las escaleras que me darían la salida de este maldito lugar escuche la inconfundible voz de Carla que lo llamaba pero Alexander nos seguía tratando de no perdernos de vista.

-Victoria espera- gritó a penas puse un pie en la salida.

-Vete al auto Máximo- le ordene quedándome parada mientras veía como Vital caminaba con velocidad hacía mí.

Quedamos frente a frente en el mísero instante que su amada volvía a gritar desde la puerta.

-¿Alexander puedes venir?- preguntó con tono inocente.

Sonreí moviendo mi cabeza hacía los lados y observando mis pies, quería salir de ahí lo más rápido posible porque no podría seguir viendo como al chico que hacía años quería con mi vida estaba en una relación, me dolía.

-Vete Vital, de aquí y de mi vida- le dije con la mirada en sus ojos.

El Adiós Dorado 1LDonde viven las historias. Descúbrelo ahora