El tipo que había ayudado a Victoria ahora mismo se encontraba parado frente a un mapamundi que le daba una idea de la cantidad de poder que había logrado formar desde su desaparición hace tanto años, pero su pecho dolía por saber que había traicionado a la joven que lo salvó de morir hace tanto años, aún para él era un misterio la edad de la chica que casualmente pasaba cerca de su casa abandonada.
Aunque se cuestionaba en ocasiones si esa visita había sido planeada o por casualidad, en pocas palabras no quería siquiera pensar que la persona la cual él creía era una salvadora y más que una hermana había planeado esa salvación.
Sacudió la cabeza cuando vio cómo su mujer entraba en la habitación con una sonrisa tranquilizadora en su rostro, ella era la única que lo entendía por lo que no le pareció extraño la mención que realizó.
-¿Crees que ella lo tiene todo planeado y solo somos sus piezas de juego?- interrogó con cierta nostalgia en su voz.
Analizó las palabra de su mujer con la misma tristeza que ella tenía, ambos eran conscientes del daño que habían hecho desde que asumieron a los tronos dejando atrás una familia entera pero en la mafia no había reglas ni muchos menos lealtad con personas que no fueran de la misma sangre aunque en algunos casos esos lazos de identidad pasaban a segundo plano cuando la avaricia y el poder estaban al mando.
Sostuvo en sus manos la taza de café que su esposa había preparado a la vez que pensaba que contestarle para dejarla tranquila, habían sido años de tranquilidad para sus almas por lo que les costaba creer y aceptar que el mundo los arrojaría a los cimientos de una mentira pero lo que la pareja sabía era que lo afrontarán con la frente en alto y siendo los jefes de una droga que ayudaba a muchas personas.
En ocasiones los malos no son tan malos y pueden hacer cosas moralmente correctas..
En silencio abrazó a su mujer a la vez que acariciaba su cabello rojizo que había cortado desde hace meses, sostuvo su rostro con una sonrisa triste a la vez que colocaba su frente contra la suya para luego susurrarle.
-En esta vida y en la otra estaremos juntos Mac, pelearé contra lo que nos quiera separar o sea una amenaza para nosotros y si eso se convertirá Victoria tendrá que ser ejecutada- le dijo con algo de ilusión en su voz para poder tranquilizarla.
Pero aunque el silencio los embargo sabían que esa mujer de ojos azules sabía la verdad y que estaba la posibilidad de crear una alianza con ella aunque lo podrían dudar por unos instantes decidieron ser razonables pero toda esa atmósfera de tranquilidad se fue interrumpida por la abrupta entrada de Victoria que venía con los ojos desorbitados de tanto llorar y con toda su vestimenta de un color rojo que logró alertar a la pareja que se separó observando hacía la entrada de su salón.
Las emociones eran fuertes en el pobre cuerpo de Victoria consiguiendo que todo le diera vueltas, hacía meses que no consumía su dosis diaria de la droga que su padre la había vuelto adicta logrando ahora que la necesitara cómo si fuera una fuente de vitalidad que estaba dispuesta a terminar con tal de dejar de sentir.
Ella había encontrado la manera de esconder sus emociones con esa droga aunque en cada dosis consiguiera perder lo poco de humanidad que su cuerpo tenía, nunca le importo y dudaba que algún día lo hiciera.
Estaba cegada por la necesidad que no se limitó a aniquilar a ambos guardias que se lanzaron a su ataque para por fin controlarla, ambos hombres la agarraron de los brazos pero con un buen impulso la mujer giró sobre su eje a la vez que se soltaba del agarre nefasto con la que la habían agarrado, observó a los tipos que no dudaron en intentar agarrarla por última vez pero no lo consiguieron.
La falta de ese líquido corriendo por sus venas la hacía traicionera o imparable, lo que la situación ameritaba aunque lo que estaba viviendo no tenía nada que ver con un típico ataque de ira, en un movimiento sacó de sus ropas un cuchillo de cocina que había robado desde la cena anterior.
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El Adiós Dorado 1L
RomanceTodos sabemos que entre policías y ladrones solo hay una regla en cada bando: Arrestar al delicuente Salir huyendo de la autoridad. Dos mundos diferentes pero juntos a la vez. Una misión que lo cambiara todo. Y un amor que tiene pocas posibilidade...