Hinata vuelve a la propiedad de su abuelo cuando se entera que le ha dejado la hermosa casa del bosque. Cuando era pequeña había tenido una mala experiencia allí, pero está convencida que sólo había sido su imaginación de niña jugando con su conscie...
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Capítulo 6
Hinata observó todo desde donde estaba. Su corazón latía duro en su pecho mientras veía como ambos hombres se rodeaban, como perros disgustados.
La molesta llovizna comenzó a caer más duro y un relámpago alumbró la calle justo cuando el rubio de pelo largo lanzó el primer golpe. Ella retuvo el aliento, como si lo viera en cámara lenta. Naruto lo esquivó, bajando la cabeza, con un ágil y, casi delicado, giró de sus pies se plantó de costado y lanzó un puñetazo al lado descubierto del rostro del otro.
Hinata cerró los ojos, pero hasta ella llegó el ruido del golpe de carne contra carne. Ella hizo una mueca mientras abría los ojos.
—¡Hijo de puta!— gritó uno de los amigos del rubio que cayó al suelo como tronco talado luego del golpe de Naruto.
Ella jadeó cuando los otros tres hombres se lanzaron a la vez a Naruto. Dió un paso hacia adelante justo cuando un rayo golpeaba en algún lugar cercano. Ella se congeló cuando Naruto giró el rostro hacia su dirección para ver a uno de los amigos. Dió un paso hacia atrás, sin creer lo que veía.
Naruto esquivó los golpes, pateó a uno de los hombres en el pecho lanzándolo hacia atrás unos metros. Al mismo tiempo le dió un codazo en la cara al que estaba a su costado, justo atrás.
Hinata se llevó una mano temblorosa a la boca abierta, sin poder creer lo que había visto. Su corazón golpeaba en su garganta y dió un paso más hacia atrás, golpeando su espalda en la pared. El agua corría por su cuerpo como si estuviera bajo una canilla, metiéndose en sus ojos, pero ella apenas parpadeaba mientras seguía mirando la pelea.
El tercer hombre pudo golpear a Naruto en su mejilla, pero apenas lo movió mientras él lanzaba un rodillazo en su estómago. Lo tomó de los hombros y lo mantuvo en su lugar mientras le daba un rodillazo más y luego lo lanzaba hacia un lado, ya que el que él había pateado volvía hacia su dirección cuando se levantó.
La respiración de Hinata eran jadeos duros mientras miraba fijamente a Naruto. ¿Podría haber sido su imaginación?
El hombre agitó un palo hacia Naruto, sin saber de dónde lo había sacado. Hinata no sabía qué hacer, sólo observó como el palo hacia contacto contra el sólido hombro de Naruto. El palo se rompió a la mitad, pero ella retuvo el aliento cuando escuchó un gruñido...
Ella jamás olvidaría ese ruido...
Ese gruñido...
Su garganta se cerró mientras veía, a través del agua y los puntos negros que bailaban en su visión, como Naruto golpeaba en la barbilla del último que estaba en pie. El hombre cayó, pero Hinata ya no podía escuchar nada más que el golpe de su corazón en sus oídos. Intentaba tomar aire por su garganta cerrada mientras observaba la ancha espalda de Naruto, sus brazos a sus costados y los puños cerrados.
Hubo otro relámpago que alumbró el cielo oscuro, la lluvia ya caía con fuerza y estaba totalmente empapada. Pero no tenía frío, apesar de tener toda la piel de gallina. Y cuando retumbó el trueno, fue el momento justo que Naruto la miró sobre su hombro.
Sus piernas perdieron fuerza, no lo había imaginado. Sus ojos eran totalmente oscuros. Ella quiso pegar un chillido, pero sólo logró jadear cuando todo se volvió negro.
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