Capitulo 22

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Aullidos de Amor

Naruto sonrió de manera algo forzada al ver a la niña frente a su mesa en el bar del pueblo.

Conocía a Sara desde que se había mudado a Konoha, ella siempre había sido una niña tímida. Hija del dueño del hostal, siempre tenía una sonrisa para todos. Era una chica dulce... Pero seguía siendo una niña para él, aunque había empezado a sentir ese aroma de mujer en ella desde la anterior primavera. Conocía lo que provocaba en la chica, lo podía sentir con su olfato, pero jamás la vería de esa forma. Ni él, ni su lobo estaban interesados en la pequeña Sara.

Ella no tenía el fuego que necesitaba Naruto en una mujer...

— Hola Naruto— lo saludo tímidamente mientras le daba una leve mirada con sus grandes ojos verdes.

— Hola Sara— le respondió mientras observaba su postura sumisa.

Con la mirada a la mesa, sus mejillas sonrojadas y sus manos en su espalda. Era un pequeño bocado dulce... Algunos años atrás, si hubiera sido más joven, no habría dudado en tener una probada. Pero ahora era un hombre, no un joven guiado por su polla y los instintos de su lobo.

—¿ Puedo sentarme?— murmuró suavemente.

Naruto hizo una mueca. ¿Cómo podría rechazar a la niña sin herir sus sentimientos? Era un lobo, un lobo alfa, y no tenía problemas en decir lo que pensaba. Pero eso no lo convertía en un ser insensible.

Se mojó los labios, sin saber qué contestar a su pregunta. Sara pareció interpretar su silencio como una aceptación ya que se sentó en la silla frente a él. Había un plato de comida que apenas había tocado y una botella de cerveza ya vacía. Se dijo que no sería malo tener la compañía de Sara mientras cenaba. Él sabía que necesitaba un poco de paz, tal vez alguna distracción de sus pensamientos que iban, una y otra vez, hacia Hinata.

—¿ Cómo va la escuela, Sara?— preguntó para distraerse mientras tomaba su tenedor y pinchaba el filete en su plato.

Él observó la sonrisa de Sara, y en su mente brilló por un momento la sonrisa que le había dado Hinata justo antes de envolver sus dulces y rosados labios en su...

— Termine la escuela hacia un tiempo, Naruto. Tengo 21 años ¿recuerdas?

Naruto parpadeo y la miró algo asombrado, su recuerdo reventándose como una burbuja.

—¿21 años, ya?

Él cortó su carne y se lo llevó a la boca, comiendo lentamente. En realidad, le importaba muy poco la edad de la chica, sólo quería que ella siguiera hablando para mantenerlo lejos de sus ganas de volver con Hinata. De ir a su cabaña y hacerle entender que ella no tenía que alejarlo. De follarla hasta dejar sin sentidos a ambos, saciarla hasta que a ella se le fueran las ganas de sacarlo de su casa.

— Si, recién cumplidos. Hace una semana.

Naruto miro la cara de Sara, su piel blanca y limpia, sus mejillas sonrojadas y como mordía levemente su labio inferior. Ella era bonita... Pero su sangre no corría más rápido por tenerla cerca, su lobo apenas la registraba mientras hablaba o estaba cerca. Su polla... bueno, ella estaba alzada como mástil, pero eso lo relacionaba más a su celo y los pensamientos que surgían de Hinata en su cama.

— Feliz cumpleaños —, la felicitó con una sonrisa que no llego a sus ojos.

No quería hablar, sólo quería que ella lo hiciera para no pensar.

—¡Gracias!— le contestó alegremente, su rostro iluminandose deliciosamente.

Sus ojos quedaron clavados en ella, pero en realidad no la veía. Estaba pensando en Hinata y la forma que le había sonreído cuando le había llevado un bocado en medio de la noche. Su voz musical y alegre cuando no lo estaba regañando.

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