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Poco más de dos años han transcurrido desde aquel horrible accidente en las instalaciones del área 51. a raíz de esto la vida de los pocos sobrevivientes se a convertido en un reto. mantenerse con vida es una tarea casi imposib...
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Jimin se removió sobre la camilla logrando despertarme. Llevaba alrededor de cuatro horas allí, ya había traído mis cosas y a sus mascotas para evitar que se perdieran, por otro lado mis hermanitas permanecían con Seokjin así que estaba tranquilo.
—¿Te duele algo? —le pregunte en voz baja.
—No, solo estaba algo incómodo —acercó su cuerpo más a Jungkook—. ¿Que están haciendo afuera? —cuestionó curioso, hace varias horas había comenzado a escuchar muchos ruidos y movimientos fuera de su habitación.
—Están sacando las cosas del barco, por lo que se deben estar por terminar ya —mis manos acariciaron con suavidad su cabello—. Parece que el lugar es relativamente seguro
—¿Tú crees?...
—Supongo, o si no ellos no estarían bajando todo —pase uno de mis dedos por su mejilla. Deseaba con todas mis fuerzas que así fuera, ambos necesitamos un poco de tranquilidad después de toda la mierda que hemos pasado.
—¿Cuando tenemos que salir nosotros? —susurro cerrando los ojos, se sentía tan relajado ante el suave toque de Jeon en su mejilla.
—No sé, quizás más tardé. Aún estas delicado y lo mejor es no moverte demasiado —observé su rostro fijamente por varios segundos. Jimin es precioso, a pesar de haber sufrido heridas graves y múltiples golpes se ve tan bien.
—Deja de verme —soltó abriendo un ojo.
—Yo no te estoy viendo —reí.
—Si que lo haces, basta. No me veo bien —Giró su cuerpo dándole la espalda al mayor.
—¡¿Que no te ves bien?!, bromeas ¿no?
—No, no lo hago. Hablo en serio, seguramente me veo faltal, hace días no me puedo dar una ducha y seguramente mi rostro y cuerpo están hinchados —Jimin se sentía muy inseguro justo ahora, no había podido ni levantarse a cepillar sus dientes y eso lo tenía algo estresado. Realmente odiaba sentirse sucio.
—A mi me gusta como te ves Jimin. así estés despeinado u hinchado, aparte hueles bien —acerqué mi nariz a su cuello haciéndolo temblar—. Me gustas Park, así que deja de pensar tonterías
—No son tonterías —lo alejó suavemente—, huelo mal, no digas mentiras
Rodé los ojos y me acomode mejor en aquella incomoda y fría silla.
—Para mí no, pero si tanto insistes cuando llegue Yoongi le pregunto si te puedo ayudar a bañar
—Oh no, eso no —negó rápidamente—. No me verás desnudo, ¡pervertido!
Solté una suave risa.
—Creo que descubriste mis malas intenciones —ambos volvimos a reír sin dejar de vernos. Nuestros ojos brillaron y un leve sonrojo nos invadió de inmediato, definitivamente lo que me hace sentir Jimin es algo inexplicable.
