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Poco más de dos años han transcurrido desde aquel horrible accidente en las instalaciones del área 51. a raíz de esto la vida de los pocos sobrevivientes se a convertido en un reto. mantenerse con vida es una tarea casi imposib...
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Al escuchar su respuesta afirmativa sonreí y sin más baje mis boxers, provocando que mi duro pene saltará fuera de su prisión y reposará sobre mi abdomen aún cubierto.
-Dios...-una sonrisita pícara se instaló en el rostro del menor-. Que bueno estas Jeon -soltó con diversión. Sin pena alguna estiro su mano y tomó el miembro de kook, comenzando acariciarle de arriba abajo de forma lenta.
-Joder, vamos Park mételo en esa boquita -sostuve mi pene de la base y guíe mi húmedo e hinchado glande hasta sus rosados labios.
Deseaba esto con cada fibra de mi cuerpo, había fantaseado una y otra vez con ello e innumerables veces me había masturbado. Los labios de Jimin eran mi perdición, tan gruesos y apetitosos que me hacían desear morderlos y marcarlos a mi antojo.
-¿Estás ansioso? -susurro coqueto y acercó más sus labios a la húmeda cabeza de su pene-. Mm, parece que estas muy caliente -sonrió, antes de sacar su rosada lengua y lamer con extrema lentitud todo el glande.
-O-oh, mierda
Mis manos se deslizaron por su cabello, hasta sostenerlo de la nuca, enredando ligeramente mis dedos en las negras hebras. La mirada de Jimin se oscureció, toda su lengua lamia de arriba abajo, como si de una rica paleta se tratará.
Un gemido ronco escapo de mis labios al sentir como introducía toda mi extensión en su pequeña boca.
¡Oh! ¿Acaso así se siente tocar el cielo? Sus labios definitivamente son el paraíso.
Jimin levantó la mirada, observándome con lujuria y comenzó a mover su cabeza de atrás hacía delante, chupando gustoso toda mi polla. Los húmedos sonidos invadieron el local, siendo acompañados por mis suaves gemidos.
Hacer ruido no era un problema aquí, ya que los demás están prácticamente del otro lado del centro comercial.
-Mmm, espera -lo aleje de mi-. Me voy a correr si sigues -mi dedo acarició su hinchado labio inferior-. Te ves tan hermoso
-¿Tan rápido te vas correr? -bromeo con una sonrisita burlona-. Déjame seguir, se siente bien
-¿No quieres sentirlo en otra parte?
El menor sonrió con picardia bajando una vez más su mirada al hinchado pene de Jeon. Trago grueso y negó acercándose nuevamente.
-Te quiero seguir probando -susurro de forma sensual, llevando el duro miembro del mayor hasta su boca comenzó con un vaivén suave, presionando con su lengua aquella venas que sobresalían. Soltó un gemido ahogado y presiono más, logrando con bastante esfuerzo meter todo su falo. Su pequeña nariz quedó pegada a su pelvis, rozando su vello púbico.
-Joder detente amor -rápidamente me aleje, cayendo sentando a la cama-. Me voy a correr -solté jadeante. Definitivamente su preciosa boca era el paraíso entero, a pesar de ser su primera vez lo estaba haciendo jodidamente bien.
