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Poco más de dos años han transcurrido desde aquel horrible accidente en las instalaciones del área 51. a raíz de esto la vida de los pocos sobrevivientes se a convertido en un reto. mantenerse con vida es una tarea casi imposib...
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Estaba por cubrir nuevamente todo mi cuerpo con aquella manta hasta que sentí los brazos de Jungkook atraerme hasta su cuerpo. Abrí los ojos ligeramente sorprendido y una sonrisa tonta se dibujó en mi rostro.
Envolví mis brazos en su cuello y recosté un poco mi cabeza en su hombro. Se siente bien abrazar a alguien nuevamente.
—Hueles bien Park —murmuró Jungkook con la voz ronca.
—Tu también...—susurre.
Permanecimos un par de segundos abrazados y luego nos apartamos. Eso había sido algo extraño. Me acomode en mi asiento e infle mis mejillas sin saber que decir.
—¿Por qué paraste el auto? —murmure confuso.
—Tenía que ver el mapa, no lo hice para abrazarte si eso es lo que piensas —soltó una carcajada.
—¿Cuanto nos falta para salir de la ciudad? —mire hacía atrás y sonreí al ver que mis gatitos estaban dormidos al igual que estrella.
—Tan solo 10 kilómetros —suspiró—. Si es verdad lo que me dijo aquel hombre...puede que sea mucho más riesgoso. Jimin tenemos que tener mucha precaución, así que desde ahora es mejor no hablar
Asentí rápidamente. No podía negar que estaba aterrado, me sentía ansioso por saber como estaban las demás ciudades y si había alguna criatura que no conociéramos.
Cuando el auto arranco observé por la ventana. Todo era tan silencioso y extraño. La mayoría de establecimientos estaban destruidos, otros se encontraban en muy mal estado, llenos de polvo y suciedad.
Las calles estaban llenas de autos abandonados, sangre seca y restos de cuerpos en descomposición. La simple imagen me hacía sentir escalofríos.
Por otro lado el cielo se encontraba despejado, ni una sola nube manchaba el bello azul del cielo. Hace tanto tiempo que no me podía sentar en el exterior y apreciar la vista. Deseaba poder hacerlo, antes de que todo esto ocurriera era fan de ver las estrellas o los preciosos atardeceres.
Solté un suave suspiro ganandome la mirada de Jungkook. Mis mejillas se tornaron de un rosa pastel y lo mire de reojo.
—¿Por qué me miras? —susurre.
—Más bien, ¿por qué suspiras de esa forma?. Pareces de esas chicas de los dramas —soltó una risa y volvió su vista a la calle.
—Solo estaba apreciando la vista —me encogí en mi asiento—. Oye...¿Iremos a Seúl?
—Si, aun no salimos de la ciudad. Son 325 kilómetros para llegar a Seúl —estiró su cuello de un lado a otro con notable estrés.
