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Poco más de dos años han transcurrido desde aquel horrible accidente en las instalaciones del área 51. a raíz de esto la vida de los pocos sobrevivientes se a convertido en un reto. mantenerse con vida es una tarea casi imposib...
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Mi vista decayó y me limite asentir lentamente, ¿tan fácil le era aceptar terminar? Quizás nunca fui lo suficientemente importante para él como creí, quizás todas las promesas que hicimos tiempo atrás eran vacías y estaban destinadas a no cumplirse nunca.
Solté el aire que me encontraba reteniendo hace un par de segundos y levanté la mirada, notando que él ya no se encontraba en la habitación.
¿Así terminaría todo realmente? ¿Dejaríamos esto por nuestros celos e inseguridades? No tenía respuesta alguna para ello, lo único que podía decir con certeza es que me sentía mal, muy pero muy mal.
Volviendo a suspirar salí de la habitación, observé a los lados detallando lo largo que era el pasillo. Al parecer no podríamos regresar al refugio ya que comenzaba a oscurecer y viajar de noche no era permitido.
Avance silenciosamente, pasando por varias habitaciones deterioradas hasta llegar a lo que parecía ser la sala. Segundos más tardé unos pasos resonaron por el pasillo, seguidos de la voz de Jungkook.
—Tendremos que pasar la noche aquí Park, Namjoon se comunico y dijo que vendría en la madrugada con el resto para recogernos
No respondí nada, ni siquiera lo mire. Me sentía tan enojado y decepcionado de él. Al venir aquí creí que tendríamos tiempo de hablar las cosas con calma y de forma madura; sin embargo sucedió todo lo contrario.
–Tendremos que instalarnos en la última habitación, ven Park —habló una vez más con seriedad.
—Dormiré solo
—No
—Si Jeon
—Que no Park —Gruñó molesto.
–No te interesa donde duerma, no somos nada así que déjame en paz —respondí tajante.
Aquella respuesta deformo el rostro de Jungkook en una mueca de enojo, sin decir más dio media vuelta y se fue por el largo pasillo.
Decirle esas cosas no me gustaba en lo absoluto, hace tan solo unas semanas habíamos estado besándonos y diciéndonos que nos amábamos y ahora simplemente parecíamos dos adolescentes inmaduros.
{...}
Era la una, quizás dos de la mañana y no podía siquiera pegar un ojo, el frío helaba mi sangre y me hacia tiritar al tiempo que abrazaba con fuerza la gruesa manta que había traído. Desearía que el frío fuera el único problema, pero no. Mi mente no dejaba de jugarme sucio recordándome una y otra vez todo lo que había pasado con Jungkook y luego todas nuestras interminables peleas. Estaba harto de no poder descansar por ello, desde la tarde sentía un mal sabor de boca y lo único que me gritaba mi triste corazón era que fuera a hablar con Kook como era debido.
