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Poco más de dos años han transcurrido desde aquel horrible accidente en las instalaciones del área 51. a raíz de esto la vida de los pocos sobrevivientes se a convertido en un reto. mantenerse con vida es una tarea casi imposib...
Mi mirada viajo por todo el lugar detallando a cada persona que se encontraba allí. Habían pasado un par de días desde el pequeño regaño que recibimos Jimin y yo en la bodega, las cosas se han mantenido relativamente tranquilas; llevamos cinco días sin incidentes, ninguna criatura nos ha detectado. Sin embargo la tensión e incomodidad reina en el ambiente.
No he tenido tiempo a solas con Jimin, ni siquiera un jodido segundo. ¿La razón?, pues Seokjin me ha dado el puesto de su esclavo personal. Desde la mañana ambos comenzamos con las tareas, especialmente con la labor de llevar todas las municiones y provisiones al dichoso barco que nos llevará a jeju-do. Normalmente acabamos en la noche, cuando llegamos Jimin ya esta dormido e irrumpir en su cabaña no sería una gran idea.
A pesar de que todo este "Bien" hay algo extraño, desde el regreso de Namjoon todos los líderes se ven tensos y angustiados. De hecho han adelantado el día de partida, debemos dejar este lugar en la madrugada y emprender el viaje.
Sinceramente esto también me tiene angustiado, ¿que es lo que saben los líderes? Seokjin no me ha dado ninguna información y comienzo a impacientarme.
Soltando un fuerte suspiro volví mi vista a mi plato de comida. Jimin aún no llegaba al comedor, ¿donde demonios se ha metido?.
Removí las verduras con fastidio, todos estaban hablando en voz baja y otros tantos se limitaban a comer en silencio. No he hablado con ninguna de estas personas, me siento extraño cerca suyo y muy pero muy incómodo.
—¡Hermanito! —llego corriendo Hanuel con una pequeña canasta llena de dulces. Junto a ella se encontraba Seokjin el cual cargaba a Sunhee.
—Hasta que regresan —le arrebate a Sunhee de los brazos y me volví a sentar—. No me gusta que se vayan solas
—¡¿Solas?! —exclamó Seokjin ofendido—. Fueron menos de diez minutos y ellas se ofrecieron ayudarme a repartir los dulces
Hanuel tomó asiento junto a su hermano mayor comenzando a repartir los dulces.
—Bueno, casi solas —aclaré mi garganta y volví a recorrer el lugar con la mirada.
—Si buscas a Jimin déjame decirte que aún no termina su trabajó, así que otro de los líderes le llevo la cena
Al escucharlo frunci el ceño. Desconfiaba de toda esta gente y en especial de los otros líderes.
—¿Que?, ¿Por qué no me pediste a mi que le llevara?
—Porqué tu debes de cuidar a tus hermanas Jungkook, yo debo volver a mis tareas así que espero que te hagas cargo de ellas tu solo por un momento —Soltó con seriedad.
