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Poco más de dos años han transcurrido desde aquel horrible accidente en las instalaciones del área 51. a raíz de esto la vida de los pocos sobrevivientes se a convertido en un reto. mantenerse con vida es una tarea casi imposib...
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El auto avanzaba por las destruidas calles de Seúl. Mientras el cielo comenzaba aclararse; habían estado toda la madrugada en busca de algún lugar donde descansar, para su mala suerte no dieron con este y decidieron seguir avanzando.
Ambos estaban agotados, en especial Jungkook ya que el menor había dormido alrededor de tres horas en el auto. De hecho hace menos de cinco minutos había despertado.
—Debes descansar... —susurre y me incorpore en mi asiento.
—¿No en serio? —dijo con sarcasmo. Sentía que en cualquier momento sus ojos se cerrarían y terminaría chocando con un edificio.
—Ahg, solo me refería a que paremos en cualquier lugar —cruce mis brazos sobre mi pecho—. Mira, ahí hay una tienda de dulces...
—No podemos perder más tiempo —aceleró el auto— Si me quedo dormido ahora perderemos muchas horas de luz
—¿Y que? Primero debes estar bien o no llegaremos allá —suspire con frustración—. además mis gatos deben salir para hacer sus necesidades y estirar
Jungkook bostezo y observó de reojo a Jimin. Sabía que tenía razón, pero no quería perder más tiempo. Se sentía cada vez más ansioso por llegar a ese refugio y ver a sus hermanitas, que creía no poder aguantar más.
—Esta bien...—paso una de sus manos por su rostro y detuvo la camioneta frente aquella tienda de dulces que mencionó Park.
Bajó del auto cautelosamente y observó hacía los lados asegurándose de que nada se acercará al establecimiento. Al notar que la puerta no tenía seguro suspiro. Lo más probable es que el interior no estuviera en buen estado; empujó con su pie la puerta y tomó su arma apuntando hacia delante. Preparado para cualquier cosa.
El lugar no era grande, tenía cinco estanterías completamente vacías. La persona que se llevó todo realmente fue muy suertuda.
Se adentro al lugar y recorrió todo notando que había un mueble aún con muchos dulces. Sonrió y al estar seguro que no había nada peligroso volvió a salir. Ambos bajaron las cosas y pasearon con rapidez a estrella.
—Ahora descansa...—hable molestó. A pesar de que ya tenemos un lugar donde dormir él continúa haciendo cosas.
—Estoy preparando nuestro desayuno —junto sus cejas fastidiado—. A menos que no quieras comer. Si es así esta bien —sonrió burlón.
—Si quiero tonto pero puedo hacerlo yo —me acerqué a él y le arrebate el pan—. Tienes que recostarte. Recién son las seis de la mañana...
—Solo nos podemos quedar dos horas, estamos muy retrasados por tu culpa
Levanté la mirada al oír aquello y frunci el ceño.
—No te obligué a volver por mi —dije con seriedad—. tu mismo lo hiciste así que no me culpes
