◆ ▬▬▬▬▬▬ ❴✪❵ ▬▬▬▬▬▬ ◆
Poco más de dos años han transcurrido desde aquel horrible accidente en las instalaciones del área 51. a raíz de esto la vida de los pocos sobrevivientes se a convertido en un reto. mantenerse con vida es una tarea casi imposib...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
◈◐◈◐◈◐◈◐◈◐◈◐◈◈◐◈◐◈◐◈◐◈◐◈◐◈
Mis ojos viajaban de aquí para allá con rapidez, estaba sorprendido de lo limpio y organizado que estaba todo. Había un gran muro protegiendo la comunidad, este era lo bastante alto para que las criaturas no lograran cruzar con tanta facilidad, sin embargo nada es del todo seguro. Por ende la mayoría de las personas procuraban no hacer demasiado ruido y siempre estar armado/as.
—¿A donde quieres ir? —preguntó Jeon.
—Uhm...—rasque mi nuca viendo a los lados. Habían muchas casas, pequeños edificios, y a lo lejos pude ver un parqué. Aún así todo estaba lleno de personas y siendo sincero me sentía algo incómodo—. Vamos a casa, aún no conozco a nadie y...es raro, no lo sé
—Te entiendo, me siento igual. Socializar era lo que menos extrañaba —soltó una risita y comenzó a guiar al más bajo a su casa.
—Todo esto es...extraño, no me quiero acostumbrar —confesé.
—Yo tampoco, no sabemos hasta cuando tengamos paz. Sin embargo debemos disfrutar —se giró a verlo—. ¿Si?
Asentí acariciando su mano.
—L-lo se, pero...—tragué grueso— tengo miedo de acostumbrarme demasiado y luego perderlo todo una vez más
—También me asusta eso, pero aún no ha pasado así que disfrutemos aunque sea un rato —sonrió de lado y le dio un empujoncito juguetón—. Ahora vamos a casa antes de que llegue tu hermano
Levanté una de mis cejas interrogante. ¿Acaso esta planeando hacer algo?...
—¿Por qué quieres que estemos solos? –cuestione y retome mi andar.
Jungkook sonrió de lado mientras caminaba para atrás.
—Emm, ¿para hablar con calma? —dijo, entre suaves risas.
—¡Habló en serio! —reí y corrí para empujarlo con suavidad—. ¿Q-que quieres hacer? —susurre esta vez con timidez, aferrandome a su camisa.
—Quiero tocarte —susurro ronco—. No puedo sacar de mi cabeza tus gloriosos gemidos...
Mis mejillas ardieron. La última vez que lo habíamos intentado fuimos interrumpidos por Seokjin, y siendo sincero quería repetirlo.
—T-también quiero que lo hagas —respondí sobre sus labios.
—Entonces vamos rápido —beso sus gruesos labios y luego lo tomo de la mano para caminar a paso acelerado.
Ambos andaron por las limpias calles un par de minutos hasta llegar frente a la casa. Jimin observó está con sorpresa, era muy hermosa. De tres pisos, color blanco y el techo azul oscuro. Esperaba que allí pudieran vivir una larga temporada tranquilamente...
