Shuumatsu no Valkyrie - New Era

Capítulo 35 - ¡Kaboom Kaboom!

¡Holaaa! ¡Zoba vuelve a dar caña! ^^

Disculpen la ausencia, como les dije, tenía algunos problemas de salud que requerían estancia en el hospital y tras la salida tuve que ponerme al 150% porque debía entregar cosas de la escuela y apenas me quedaba tiempo...

Ya más relajada pero aún con cosas que hacer, les dejo por aquí este capítulo que he ido escribiendo poco a poco mientras me encontraba algo mejor, pero lo serio del combate vendrá más tarde (ya saben, necesito una ost acordé en la batalla y no canciones de Queen, por raro que parezca xD)

Ahora os dejo con un resumencito de lo anterior y procedemos ^^

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La quinta batalla está por comenzar. Con la muerte de Vlad y Hlokk y Seth estando a las puertas de la muerte, todo debe continuar.

Tara se ha ofrecido voluntaria para curar a Seth de sus miles de heridas tras la batalla, siendo defendida por Shiva ante el ataque oral de Ra.

Hrist se derrumbó llorando junto con Geir al ver partir a su amada hermana, necesitando unos momentos a solas y yéndose del palco. No les dejarían en paz, pues se enteran de que Gunnir ha desaparecido.

Mientras, el descanso se está acabando, y Sasaki y Corazón de León elegirán al siguiente Einherjer que peleará contra Morrigan, ya que Arturo no puede por la pérdida de su ficha por culpa de Mordred.

Sorprendiéndoles Asimantos, Sasaki le da sin querer a un botón y acepta a un Einherjer desconocido. Ahora, el japonés le enseñará al dios lo que se esconde en el cuarto adyacente al de los registros Akáshikos.

Mientras, Morrigan está entusiasmada por su combate, y junto con Thor, de unen en una promesa de amor duradero que acabará en un matrimonio... Si ella regresa del combate. La felicidad de Morrigan se encuentra a un paso, uno bastante fácil viendo en la arena cuál es su verdadero rival: el famoso vocalista de la banda Queen.

Él junto con Sveid, una valkiria sin revolund pero con una voluntad de acero que ha jurado proteger a su Einherjer cueste lo que cueste, prometen dar un espectáculo que esperan que dure muy poco, pero Morrigan no se lo va a poner fácil.

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La futura petición de matrimonio del dios nórdico con la celta había sido retransmitida a todas las pantallas, ablandando corazones, provocando revueltos, discrepancias y deseos de felicidad.

Mientras tanto, Odín, quién se había quedado en la enfermería con su hijo Balder y sus cuervos, lo había visto todo por una de las pantallas. Los cuervos se alarmaron graznando, sintiéndose muchísimo mejor tras los tratos de Tara.

- ¡No, no, no! - graznó Munin sacudiendo las alas - ¡Morrigan no puede casarse con Thor-sama!

- ¡No puede, no puede! - le apoyó su hermano Hugin - ¡Esa mujer es mala! ¡Su corazón es más negro que la boca del mismísimo Fenrir! ¡Odín-sama, diga algo!

Odín se había quedado callado con un rostro neutral. Miraba la imagen de su hijo con sus manos unidas a la celta con aquel cordón, y acabó negando suavemente con la cabeza.