Capítulo 3: Red haze

519 65 6
                                        


Si adivinas en lo que
estoy pensando, te
lo doy en los labios❞

Daegu, Corea del Sur.

El viaje hasta el edificio es mudo, sólo se escucha los neumáticos del auto avanzar en una velocidad normal y el pequeño dije de una rosa roja colgando en el espejillo del auto golpeando de un lado y al otro.

El de piel blanquecina mira de reojo a el de tez canela que se encuentra armando un cubo rubik 3x3, se ve concentrado y teme distraerlo. Aunque, lo arma de una velocidad envidiable, sus grandes y expertas manos lo demuestran.

-¿Por qué me miras?- preguntó sin apartar la vista del cubo.

-Es mejor que ver a lo lejos- Confesó.

-¿Qué?, ¿yo?- preguntó achicando los ojos viendo al cubo de colores con una sonrisa ladina.

-No- niega con la cabeza- cuando armas al cubo, es impresionante.

-Solo es técnica y práctica -se encogió de hombros- nada impresionante.

El menor frunce sus labios.

-Supongo- dice en voz baja, como si solo se hablara a sí mismo.

Taehyung, al fondo de su mente, muy en fondo, le dice que debería preguntar a Jin si quisiera que le enseñara, pero su orgullo es más grande.

Llegaron al elevado y notable edificio donde la empresa de los Park estaba ubicada.

El castaño iba detrás de su jefe que tenía un porte fino y selecto, visto por todos en el lugar, con miradas de admiración, otros de lujuria, otros de envidia y a otros simplemente no les importaba y sólo se limitaban a saludar.

-Buen día Jefe, tengo los informes que me- - fue interrumpido por el contrario.

-Yeonjun, ya no es necesario- dijo calmado pero con su típica mirada misteriosa y penetrante- ya tengo asistente, puedes seguir con tu trabajo corriente.

El peliazul alzó una ceja desconcertado y puso su vista al chico de labios abultados que miraba un montón de carpetas, portando un traje de seda rojo chillón que se escondía detrás de Taehyung.

-¿Él?- preguntó a punto de hacer un berrinche, el pelinegro asintió leve.-¡Apuesto que él no sabe organizar informes como yo lo hago!

-Es mi asistente, acéptalo o vete, como prefieras- dijo serio y amenazante. El contrario tragó seco.

-Si señor- musitó limitándose a hacer una reverencia y yéndose con las manos hecho puño.

-Vamonos- siguieron caminando hasta llegar a una puerta de vidrio polarizada. Taehyung la abrió.

-Buenos días a los presentes y a los que no- dijo el de ojos esmeralda en cuanto entraron a la sala.

-Buenos días, Joven Taehyung, llega a tiempo.

Este se sentó en una de las sillas y Jin no se iba de su lado, hasta que este se inclinó para susurrarle al oído.

-Taehyung, si cree que voy a estar parado todo el tiempo está muy equivocado. ¿Donde demonios me siento?- advirtió entre dientes.

𝐸𝑙 𝐶𝑜𝑙𝑜𝑟 𝐷𝑒 𝐿𝑎𝑠 𝑅𝑜𝑠𝑎𝑠- 𝑇𝑎𝑒𝐽𝑖𝑛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora