𝐸𝑙 𝐶𝑜𝑙𝑜𝑟 𝐷𝑒 𝐿𝑎𝑠 𝑅𝑜𝑠𝑎𝑠- 𝑇𝑎𝑒𝐽𝑖𝑛

Capítulo 13: You belong with me?

❝Ven a dormir conmigo. No
Haremos el amor, el amor
Nos hará ❞

Daegu, Corea del Sur.

Llegaron a la mansión, empapados a más no poder, las gotitas de agua de sus ropas caían en el suelo creando un charco. Pero felices, la serotonina  inundaba su ser.

Riendo se tumbaron en el enorme sofá de cuero negro.

-Creo que... bailar vals bajo la lluvia, es mejor que bajo de un techo con candelabro, ¿no cree?- dijo viendo el perfil de el más alto.

-Sin dudas- respondió con una sonrisa.

Hubo un cómodo silencio, solo sintiendo sus respiraciones calmadas con las gotitas cayendo al suelo en coordinación.

-Deberíamos bañarnos, no queremos tener un resfriado luego- habló recibiendo una afirmación del contrario.

Se levantaron, caminando con esfuerzo por sus ropas cargadas de agua. Cada quien yendo a su baño, suspirando por el otro en cada cubículo.

10:10pm

Taehyung bajó las escaleras con rapidez, ahora seco, ahora con una pijama de seda blanca con bordes rojos y su cabello ondulado mojado cayéndose en su frente.

Encontró a SeokJin en el camino a la cocina, apoyado en el mesón, tomando té con delicadeza, con su pijama roja con bordes blancos y su cabello mojado.

-Veo que ya limpiaste el agua del piso- soltó una risita entre dientes.

-Oh, sí -murmuró solo para el más alto. Y los dos sonrieron levemente.

El pelinegro también se apoyó en el mesón de la gran cocina, en un cómodo silencio.

Jin posó su mirada en el mayor en cuanto se acabó el té, recibiendo la misma posada de mirada sobre él.

Ambos apreciando la mirada del otro, deleitando los ojos azules, deleitando los ojos verdes.

El menor dió pequeños pasos con cautela, acercándose al mayor sin romper el entrelazamiento de miradas azules y verdes. Entrando en su pequeña burbuja de nuevo.

Desvió su mirada a los labios contrarios, el otro imitando su acción. Querían tanto besar los labios contrarios, pero tenían miedo de dar el primer paso.

"La vida es una sola, ¿no cree?"- esa frase y esa dulce voz retumbó en la cabeza del pelinegro.

Sin pensarlo dos veces, agarró las mejillas blanquecinas, estampando sus labios delgados con los felpudos.

Creando una dulce danza, un dulce y exquisito vals con sus labios, creando presión, sintiendo los suaves labios contrarios, sintiendo aquel beso como si fuera el último.

El castaño abrazó la cintura del mayor con sus brazos, acercándolo más a él, mientras que el pelinegro acariciaba sus mejillas.

Sus lenguas hicieron paso, colándose en la cavidad bocal, entrelazándose con la otra, como piezas de rompecabezas, sintiendo como si fueran hechas para la otra.

El pelinegro cargó al castaño por los muslos, llevándolo al sofá. Se sentó allí con el castaño a horcajadas sobre él, con las rodillas apoyadas en el mueble, con sus manos aún en sus muslos, rompiendo el beso cuando necesitaban oxígeno y volviendo a unir sus labios.

El mayor empezó a acariciar su cintura y espalda baja, jugando con la tela del pantalón de pijama.

Jin soltó un jadeo y eso fue suficiente para el pelinegro para empezar a besar su cuello. Ambos en su íntima burbuja.