Capítulo 22: The lucky one

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"Y es como nieve en la playa, extraño pero malditamente hermoso"


Washington, Estados Unidos

El pelinegro terminaba de colocarse su camisa lisa de color blanco perfectamente planchada  junto a su saco rojo chillón. Era el día que le iban a presentar a su querido prometido. Conocía a Baekhyun, por Dios, él fue el primer maldito hombre que le rompió el corazón, y aunque ya lo había superado, esperaba que ya haya cambiado su actitud tan... Particular. 

—Señor Taehyung, la limosina lo espera abajo— su secretaria abrió la puerta abruptamente con su aura seria y...gris o infeliz, no es que le importara de todas maneras, odiaba cada medio segundo que pasaba en aquella mansión de su padre perfectamente perfecta. 

Taehyung asintió decaído yendo escaleras abajo haciendo resonar sus pulidos mocasines hasta llegar a la brillante y limpia limusina. Encontrándose a su querido padre que lo miraba con una sonrisa muy... sonriente, daba miedo lo sonriente que podía ser. 

 —Hijo, ¿Por qué andas así tan decaído?, deberías estar feliz porque estar por dar un paso más en tu vida, un buen esposo te va a mantener alegre. Ya quiero ver a mis nietos correteando por la casa —soltó una pequeña risa— ¿No te parece emocionante?, tu madre estaría muy orgullosa.

—Pero mamá no está aquí, ¿sabes?, nunca lo ha estado, ni tú ni ella, y si hubieses estado sabrías que Baekhyun fue la primera maldita persona que rompió mi corazón, sabrías que yo amo a otra persona y sabrías que no me gustan los niños, maldita sea, fue el abuelo que siempre ha estado ahí porque siempre colocabas tu puto trabajo sobre mí— Vomitó sus palabras colándose la ira por todo su ser, ¿una persona podría ser tan imbécil en unos cuentos segundos? 

Su padre lo miró fijamente, acomodó su saco también rojo chillón y volteó la mirada. El pelinegro negó con la cabeza en una risa sarcástica viendo la ventana. 

  —Sólo no hagas una escena estúpida, te lo advierto— dijo duramente con voz dominante.

—Sí, señor— murmuró sarcástico mordiendo su mejilla interna.

Luego de unos pocos minutos  llegaron a la residencia de la familia Byun. Una ostentosa mansión perfectamente ordenada y limpia. Con colores predominantes como el rosa pálido, dorado y blanco.

—Buen día, señores Park— un hombre alto, de cabello grisáceo de traje color terracota pero encantadora sonrisa los recibió en la entrada junto a un chico de traje negro y pelinegro que no se veía para nada feliz. 

  —Buenos días, Señor Byun— saludó el padre de Taehyung con la sonrisa más forzada que ha visto nunca. Taehyung solo se limitó a levantar las cejas en seña de saludo.

—Bueno, conózcanse los futuros esposos — dijo el Señor Byun, intentando desaparecer el silencio incómodo. Taehyung quería borrarle la espantosa sonrisa de su espantosa cara. 

Baekhyun no había cambiado nada desde la secundaria. Sin embargo ni las mariposas en el estómago, ni los latidos frenéticos en su pecho o la sonrisa automática que salía cuando lo veía estaban. Probablemente al Taehyung de secundaria estuviera saltando de felicidad en ese momento, pero vaya que había cambiado. 

Se dieron un abrazo demasiado obligado a sus pareceres. Como si tuvieran una pistola cargada en la cabeza que cualquier error no dudaría en disparar. 

  —Pensé que a estas alturas ya estabas muerto, Byun— Le susurró al oído. 

—Oh, créeme que estar muerto en estos momentos sería una dicha, Park — le susurró también al oído. 

𝐸𝑙 𝐶𝑜𝑙𝑜𝑟 𝐷𝑒 𝐿𝑎𝑠 𝑅𝑜𝑠𝑎𝑠- 𝑇𝑎𝑒𝐽𝑖𝑛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora