𝐸𝑙 𝐶𝑜𝑙𝑜𝑟 𝐷𝑒 𝐿𝑎𝑠 𝑅𝑜𝑠𝑎𝑠- 𝑇𝑎𝑒𝐽𝑖𝑛

Capítulo 24: Labyrinth

"Amarte ha sido un laberinto, he buscado cuyos caminos tengan salida, pero sólo he dado vueltas."

Daegu, Corea del Sur 

—Espere— El señor de voz impostada agarró su brazo antes de salir del jardín de rosales. 

—¿Qué sucede?— Preguntó confuso el de voz melodiosa 

—El empresario Park me comentó también que necesita que usted venga mañana por la tarde a recoger un presente que siempre le da a sus empleados al renunciar, ya sabe lo detallista que es— El informado le hizo levantar las cejas con sorpresa a SeokJin pero asintió de igual forma.

—Bien, estaré aquí, ¿De rojo, cierto?

—En efecto, aquí está el manojo de llaves para abrir las puertas. Que tenga buen día, caballero

Y con una inesperada punzada en el pecho, salió de aquel jardín.  

Washington, Estados Unidos

—Wow, el plan no está para nada mal, aunque sea riesgoso, tengo la intención de hacerlo por mi príncipe— Dijo el pelinegro con orgullo.

Baekhyun  mordió su labio inferior y asintió, pensó en la viagra que tenía en su chaqueta y que estaba planeando usarla.

—¿Cuándo le decimos a los viejos?, obviamente no va a ser en un mes — dijo divertido 

—Hoy mismo— Dijo tajante—Y eso sólo lo dije para crear dramatismo— Rió un poco

 —¿Qué esperamos entonces?— Eufórico salió de su residencia con el más bajo pisándole los talones.

Entraron al automóvil negro, dirigiéndose a la Residencia que se hospedaban sus padres. Taehyung prendió la radio y puso su canción favorita de Taylor Swift, que una vez la escuchó siendo cantada de parte de Jin, Red. Sonrió moviendo su cabeza al ritmo de la canción recibiendo una mirada confusa de parte de su copiloto. 

—No pensé que te gustara Taylor Swift— Comentó riéndose— No es tan... Tú.

Taehyung frunció el ceño. 

—¿Qué tipo de música soy entonces?

—A juzgar por tu apariencia y actitud pensaba que te gustaría como My Chemical Romance, Queen, Radiohead, Nirvana, ya sabes, Rock pesado o alternativo. 

—Se dice que la música dice cómo ves la vida, o cómo te sientes contigo mismo, y si tuviera que elegir, elegiría ver la vida como Taylor Swift, ya sabes, rojo ardiente, amor dorado, luz del día— se encogió de hombros. 

—Interesante.— musitó

En menos de lo que pensaron, ya estaban al frente de la Residencia Byun, bajaron rápidamente.

En cuanto entraron fueron recibidos por los empleados que les ofrecieron variedades de cosas hasta que primero vieron al padre de Taehyung bajar de las escaleras, confundido por la aquella presencia. 

 —¿Qué hacen por aquí?

—Seré bastante breve y directo— empezó Park con una mirada dominante y segura, cosa que atrajo mucho a su acompañante—Mi esposo y yo decidimos que nuestra luna de miel fuera en Japón, así que, noes iremos mañana en la mañana, para que sepas. 

—Me parece bien que quieran convivir y tener experiencias nuevas los dos solos, si quieren puedo ir a apagar sus boletos o-

—No hace falta, los boletos ya están pagados, sólo venimos  a avisar y comentar que nos estamos llevando de maravilla— Byun intervino, abrazando el brazo de Park de manera melosa.

La felicidad del empresario se notaba a leguas, todo está yendo como esperaba. 

—Me parece fascinante, chicos, que la pasen bien. 

Daegu, Corea del Sur

Al llegar a la cafetería, siendo recibido por el olor a pan recién horneado y el ligero aroma a Mousse de Café, aparte de la fuerte música de Chayanne, que tenía a su querido Jimin cantando a todo pulmón mientras amasaba una pálida masa en el mesón. 

—Te veo bastante animado— comentó haciendo asustar al rubio— ¿A qué se debe?— Preguntó dejando su abrigo en el perchero. 

Su amigo volteó con una sonrisa estando ligeramente sonrojado sin dejar de amasar. 

—Hoseok me ha compartido una carta, con un girasol— habló sin evitar una reluciente sonrisa, haciendo que se le achicaran los ojos. 

Lee no pudo evitar la punzada en su pecho. ¿Para qué aparentar?, pudo identificar en su ser un pequeño rastro de envidia, envidia que nunca fue involuntaria y así como vino deseaba que se fuera, pero en serio anhelaba tener el amor recíproco que tenía su mejor amigo. A la vez de aspirar a estar feliz por él, y aunque aparentaba estarlo, en su interior tenía una mezcla de tristeza y celos que lo hicieron sentir una mala persona pero peor, un mal amigo. 

—¡Me alegro mucho por ti, Jiminnie!, ¿Qué ha dicho?— Exclamó sonriente a pesar de su corazón que se estaba apretujando cada vez más. 

—Lo normal, me estuvo saludando, recordándome que me ama, no pudiendo estar un segundo más sin mí a su lado...— suspiró sonriendo— Si lo vieras Jinnie, es un príncipe azul.

 —Ya lo creo, pollito. Espero que todo sea bonito en su relación, ¿ya le respondiste de vuelta?.

Min asintió eufórico.

 —Espero que le llegue lo más rápido que se pueda. Lo extraño demasiado como no tienes idea—Se puso de espaldas al mesón presionando su espalda baja, a la vez que estiraba su cuello hacía atrás para ver al castaño más alto. Este soltó una risita. 

—Eres un enamoradizo, Min Jimin— Jin se fue alejando para subir las escaleras, sólo deseaba acostarse en ropa interior en su cama, intentando no sobre pensar.

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