Capítulo 5

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Las feromonas de el alfa estaban en el ambiente, eran tan embriagantes que abrió la ventana para respirar un poco, no quería dejarse llevar por ellas. El viaje en auto fue ameno. Jinwoo le dejó poner la música que quisiera, aunque no pudo pensar en mucho y puso una balada. Solo eso rompía el silencio que había.

Jun se concentró en el paisaje, memorizando todo lo que sus ojos veían por el camino. Como ya era de noche solo se podía ver la brillante luna en el cielo oscuro, acompañada de unas pocas estrellas.

—Llegamos. —Jinwoo detuvo el vehículo y se sacó el cinturón de seguridad.

—¿Aquí? —Jun salió del auto y dio una vuelta mirando los alrededores, pudo ver que estaban frente a lo que parecía ser una casa de tres pisos. Parecía que estaban lejos de la ciudad ya que cerca solo se podían observar un montón de plantas—. Esperaba una mansión llena de sirvientes.

—¿Decepcionado? —sonrió avergonzado.

—No, es solo que...

—Prefiero lo cómodo —dijeron al unísono, provacando risa en el otro.

Jinwoo abrió la entrada del lugar, al entrar las luces de la sala se encendieron develando ante ambos una vista amplia de lo que era la sala.

—Siéntete como en casa.

Jun reparó todo el lugar con su vista, todas las paredes eran blancas, hacían contraste con un par de cuadros colgando en ellas y los sillones marrón. Caminó en círculos en la sala por un rato y luego se acercó a lo que parecía ser la cocina. Todo se veía tan pulcro, como si no lo usaran seguido.

Jinwoo seguía a Jun con la vista, él aún permanecía en la entrada del lugar y ver al omega curiosear le parecía entretenido. Incluso estaba en un trance cuando él se le acercó.

—Guau, a pesar de ser casi millonario, no tienes mucha decoración.

—Diría que tengo mucho trabajo —pensó un poco antes de decir lo siguiente—, un día de estos deberías acompañarme a comprar... esperame aquí.

—Ajá —soltó, estaba distraído mirando los diplomas ajenos. Al terminar se dirigió a donde Jinwoo estaba gracias al pequeño rastro de feromonas que quedó—. Graduado con honores...

Jun, al no recibir respuesta, buscó a Jinwoo con la mirada. Había escuchado un pequeño sonido proveniente de una puerta así que la abrió.

Ingresó a su habitación, lo primero que vio fue su cama con sábanas negras perfectamente tendidas acompañada de un par de almohadas del mismo color, recorrió con la vista el lugar hacia una puerta que —supone— da al baño. Luego posó su mirada hacia un Jinwoo semi-desnudo

—¡Perdón! —volteó dispuesto a salir de ahí sin lograrlo.

Antes de dar si quiera un paso fuera, alcanzó a ver como un brazo cerró la puerta frente a él con seguro. Poco a poco su cara se volvió más roja que un tomate. Parecía estallar.

—Te dije que esperaras afuera. —susurró cerca a su oído, conteniendose y tratando de que su voz no fuera ronca para no asustar al omega frente a él, el cual, había recibido dicho susurro como una caricia. Su aliento chocaba sutilmente con su oreja provocando un escalofrío inconsciente.

Pero... no era momento de andar cachondo.

—M-me equivoqué de cuarto... —dijo casi en un susurro.

—¿A dónde ibas?

—¿Al baño? —aclaró su garganta—. Al baño.

Jinwoo pensó que sería divertido jugar un poco al gato y al ratón, aunque la situación le daba risa. Contemplaba cómo el cuerpo bajo él temblaba con una pequeña sonrisa ladina. Rio un poco, ha perdido, solo por esta vez.

[EN EDICIÓN] Contigo o Sin Ti: MyungJin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora