Capítulo 37

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Bin había alcanzado a Jinwoo después de vestirse de manera más decente. Las heridas que llevaba en sus manos y parte de su torso habían sido curadas por él mismo pero aún dolían a pesar de no moverse mucho. Los vendaje no se notaban mucho puesto que llevaba un traje puesto.

Ambos alfas estaban en el salón donde las luces eras casi escasas y la luz de la luna brillaba de manera tenue a través de las ventanas. Estaban en un rincón observando el panorama, en ocasiones se les acercaban personas a iniciar la conversación pero al escuchar las cortantes respuestas de Jinwoo se retiraban.

—¿Cuánto falta para que acabe? —habló uno de los sirvientes que por ahí pasaba, Bin había ido a conseguir un par de copas de vino.

—No sé pero parece que han pospuesto la presentación de los novios —dijo otro que pasaba por ahí. Bin regresó donde estaba Jinwoo y se sentó con él.

Jinwoo bebía del vino que le trajo Bin mientras miraba en el centro del salón cómo un par de parejas bailaban. La música era lenta que incluso le daba sueño, le aburría porque no estaba aquel que ama consigo. Estaba pensando en el hecho de que hizo un negocio el cual debe ganar sí o sí.

No le dejó muchas opciones a la otra parte.

Su mirada dejó de estar enfocada solo en ese lugar y se movió hacia las escaleras por las cuales había bajado algunas horas atrás.

Dejó la copa de vino a un lado y le observó. Su omega se veía tan perfecto, tanto como el día en que se conocieron oficialmente.

La camisa que él llevaba estaba con dos botones sueltos en la parte superior haciendo que su clavícula quede expuesta. No puede negar que odia las miradas sobre él y las preguntas curiosas sobre aquel hermoso omega. Él moría por decir que era suyo.

Lo siguió con la mirada, en el momento que lo perdió de vista notó que se le veía mal puesto que llevó una mano a su sien. Estaba a tan solo un impulso de arruinar todo lo que había planeado hasta que vio que alguien le ayudó. Pero no estaba tan contento con esa ayuda porque sabía perfectamente quién era aquel alfa.

Lee dongwook. Un famoso actor y dueño de empresas que, si bien no eran muchas, habían hecho que él obtenga demasiado dinero.

Jinwoo parecía que en cualquier mometo iba a estallar, no escuchaba nada en su alrededor y solo podía ver a aquel par hablando tan animadamente. También notó ese rubor en sus mejillas. Ese que solo salía a la luz con él. Algo que de verdad le llevó al borde de los celos fue que ese alfa se atrevió a tocar su mano.

Debía controlarse.

—Ah, Sanha. —Bin pronunció ese nombre en un susurro, sin embargo, Jinwoo logró escucharle y al hacerlo condujo su mirada hacia el frente donde el omega estaba.

Sanha se acercó más a Bin, ambos alfas se sorprendieron al verle llorando. El primero que se levantó a ver qué le había pasado era obviamente Bin.

—¿Por qué lloras? ¿Estás bien? —preguntó tomando su rostro entre sus manos. Él solo negó con la cabeza.

—Necesito hablar contigo.

Jinwoo los observó irse desde su asiento. Llamó a uno de sus guardias que había traído y le pidió que los siguiera de lejos y le avise si algo les pasaba.

La pareja estaba en el jardín caminando. Bin le miraba de reojo, sabía que él estaba nervioso por cómo movía sus manos. Se mantuvo paciente y espero a lo que sea que diga él.

—Yo...

—¡Yoon Sanha! —gritó alguien desde atrás y ambos voltearon. El padre de Sanha llegó hacia ellos a pasos agigantados y se detuvo frente a Bin. Sanha sabía que su padre no aceptaba la relación que tenía con él pero al menos tenía a su madre de su lado.

[EN EDICIÓN] Contigo o Sin Ti: MyungJin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora