[EN EDICIÓN] Contigo o Sin Ti: MyungJin

Capítulo 27

Caminaron a la habitación en una posición rara. Jinwoo aún mantenía sus brazos al rededor de la cintura de Jun en un abrazo, al no querer separarse se propusieron caminar así. El menor estaba concentrado en caminar sin hacer ruido, no era tarde, de hecho ya era casi hora de la cena pero por alguna razón no quería que las personas en la mansión supieran que estaban caminando por los pasillos abrazados.

Se sentía como estar en un convento.

Más bien, se sentía cómodo, como en casa... pero aún así tenía que tener al menos un poco de respeto después de lo de ayer. Al recordarlo sus mejillas se tornaron de un color carmín. No es que hayan tenido intimidad pero se sentía raro andar por ahí como si nada con Jinwoo cuando lo vio en ese estado. Supone que es algo normal.

Su mente estaba tan enfocada en sus pensamientos que no notó cuando llegaron a estar al frente de la puerta de la habitación. Dirigió su vista hacia el solitario pasillo y luego a sus pies. Sintió las manos del alfa bajo su camiseta y sus labios al rededor de su cuello, su respiración era calmada pero provocaba en él terribles escalofríos.

Logró percibir cómo su boca ahora estaba en su oreja y su cálido aliento chocaba ahí. Su mano derecha se alejó de su abdomen para tomar el pomo de la puerta abriéndola. Apenas entró en la habitación, el sonido de la puerta cerrándose hizo que saltara en su sitio.

Jinwoo volvió a abrazarle por detrás, repitió las acciones del pasillo. Al rozar su boca con el cuello del omega dió un pequeño beso y volvió a besar allí en distintas zonas sin separarse. El menor solo atinó a llevar su cabeza hacia atrás sintiendo lo que le provocaba los besos en su cuello.

—¿Qué pasa, amor? —preguntó de manera inocente, como si se hubiera olvidado de lo que ya han hecho hasta ahora.

—Nada... —Jun suspiró y mostró una pequeña sonrisa. Se dieron un pequeño abrazo y rieron bajito. Lo cierto es que a Jun le gustaba la forma en que Jinwoo se comportaba cuando estaban a solas.

Su boca estaba entreabierta y de ella se escapaban pequeños jadeos. Giró su rostro y al hacerlo Jinwoo le besó los labios con pasión, con urgencia. Jun hizo su mayor esfuerzo por seguirle el ritmo pero era imposible por las caricias en su abdomen. Se sintió tan agotado que cuando se separaron casi tropieza, el alfa lo notó así que lo cargó y aprovechó para llevarlo hasta la cama.

—No te voy a hacer nada —soltó una pequeña risa—, así que no estés nervioso.

—¡No estoy nervioso! —alzó un poco la voz avergonzado, como si le hubieran descubierto un secreto muy íntimo—, ¿por qué lo estaría?

—No lo sé —acercó sus labios y le dió un suave beso.

Jinwoo se sentó en el sueve colchón con las piernas de Jun rodeando su cadera de manera que quedó sentado a horcajadas de él. Le gusta esa posición porque puede ver su lindo rostro así como su torso. Su mano derecha acariciaba su espalda mientras que la izquierda daba leves masajes en su pezon derecho. Alzó su camiseta y se la sacó, recorrió con la mirada el torso de su omega viendo lo perfecto que era para él.

De arriba a abajo, analizó con su vista desde su cuello hasta su ombligo y cuando volvió su mirada a sus ojos se encontró con sus mejillas sonrojadas y sus ojos entreabiertos al igual que sus labios. Todo le encantaba de él, le dio una sonrisa que al parecer excitó al menor ya que este mordió su labio inferior sabiendo lo que estaba a punto de hacer.

Condujo su boca a su pezon y empezó a succionar ahí, sabiendo que esa parte de él hacía que se retuerce de placer y, no va a negar, a él también le gusta hacerlo. Le gusta ver las reacciones que sus caricias provocan en el menor.