Capítulo 14

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El sol comenzó a salir, el cielo que era oscuro ahora se volvió de un dorado intenso. El amanecer estaba ahí frente a ellos.

Sus ojos comenzaron a arder y poco a poco sintió a su alrededor unas voces. Jinwoo parpadeó y pudo ver a muchas personas cerca suyo, volteó su mirada hacia abajo viendo que Jun aún estaba dormido. Lo llamó un par de veces hasta que despertó, abrió sus ojos viéndole aún con sueño.

Le tomó de la mano y lo guió hacia adentro del edificio siendo perseguidos por la multitud. Bajando las escaleras, Jun empezó a recordar lo de ayer, estaba corriendo de la mano de la persona que le gusta. Recuerda el beso y cómo se quedaron durmiendo ahí arriba.

—Espera, debo ir a mi aula. —Jun corrió hacia los casilleros que estaban en su salón y sacó una bolsa negra. Fue al baño sin percatarse de que Jinwoo se quedó esperandole en su aula.

Entró a uno de los baños y se cambió, regresó al salón y dejó ahí el uniforme.

Por más estúpida que fuera la situación, ahora Jun agarró de la mano al alfa, bajaron corriendo rápidamente y se dirigieron al auto. Estando ahí adentro Jinwoo le dedicó una sonrisa tratando de decirle un buenos días o quién sabe solo quería sonreírle.

—¿Por qué salimos corriendo? —dijo frotándose los ojos, Jinwoo se le quedó mirando un rato para luego fijar su vista al frente. Jun estaba en modo automático, no era una persona que le gusta levantarse de mañana y aunque lo fuera sería raro actuar como normalmente es estando con sueño.

—No lo sé —después de un largo silencio continuó—. ¿Recuerdas lo de anoche? —lo más probable era que sí, pero por las dudas preguntó.

—Sí —sus manos temblorosas se agarraban firmemente de su propia ropa, agachó su mirada tratando de esconder el intenso sonrojo que se formaba en sus mejillas. Jinwoo solo pudo ver de reojo cuán adorable era su reacción.

Trataba de calmar su respiración pero las feromonas que estaba soltando le delataban. Su aroma dulce inundaba el auto y Jinwoo trataba de poner resistencia a sus deseos de besarle. Jun abrió la ventana haciendo que se ventile un poco y las feromonas desaparezcan.

Después de unos minutos llegaron al departamento del menor. Jinwoo quiso retenerlo pero sabía que en cualquier momento se iban a separar y, así mismo, en cualquier momento se iban a volver a encontrar, ya no era casi imposible volverse a ver. Jun bajó del auto y fue hasta donde Jinwoo se sentaba, este bajó la luna y ahora sus miradas se conectaron.

—Hasta luego —Jun posó sus labios en la frente del Alfa dando un pequeño y suave beso.

—Ahora puedes decir que soy tu alfa, tu alfa tóxico, mafioso y poderoso —le dedicó una sonrisa mientras que Jun mantenía un puchero.

—¿Por qué me lo recuerdas ahora? —después de unas cuantas palabras más, el omega al fin subió a su departamento. Abrió la puerta y se encontró con Sanha sentado en el sillón con las piernas cruzadas.

Esta sería una larga charla.

—Espera hyung —Sanha corrió hacia la cocina haciendo un poco de ruido, desde la sala se podía escuchar los tintineos de los vasos de vidrio chocando. Entonces Sanha salió con una enorme sonrisa en los labios y en su mano derecha un vino tinto y en su mano izquierda dos copas.

—¿Ahora que eres adulto vas a ser un alcohólico? —Jun dirigió su vista a sus manos levantando una ceja al ver el vino tinto.

—Es que hyung, ayer no llegó a casa —Sanha le miró con una sonrisa—, solo pienso que será emocionante lo que me va a contar.

—No pasó nada relevante...

Sanha solo hizo un puchero y sirvió las dos copas. Le ofreció una al mayor y este la aceptó dando un pequeño sorbo. Sanha empezó a interrogarle sobre la noche anterior. La platica inició con cómo le elegieron para ser camarero hasta el momento en que se peleó con aquella Alfa. 

Jun se puso a relatar el momento en el que subieron a la terraza, el cielo que en ese momento estaba despejado y la fresca brisa que soplaba y hacía el ambiente ameno.

Contó cómo se le confesó y los detalles (como el beso) se los guardó para sí mismo. No iba a contarle a Sanha cómo se sentían los labios de Jinwoo sobre los suyos y la delicadeza y ternura con la que los envolvía.

Después de acabarse todo el vino, Sanha trajo otro y ahora él empezó a narrar lo que pasó anoche con Bin. Mencionó que Bin estuvo atento toda la noche y que lo trajo al departamento.

Ambos se reían apenas comenzaron a emborracharse, el mayor de los dos empezó a hablar en voz alta y el menor simplemente atinaba a asentir.

—¿Hyung, qué pasó con eso de que los alfas son todos malos? —Sanha rodeo la nuca del mayor con su brazo izquierdo— ¡Ahora ya encontró a un alfa! ¡Me va a dejar solito!

—¡Solito mi trasero! Tú fuiste el primero que consiguió alfa a pesar de las advertencias de tu hyung.

—Hyung —se le acercó presuntuoso—, ¿podemos ir a una cita doble? ¡Mañana!

—¿Qué? —Jun sabía perfectamente lo que eso significaba. Tenía que convivir con Bin y Sanha... y Jinwoo. En definitiva tendría que cuidar bien de su actitud pero es que Bin le saca de sus casillas a veces. Y tampoco es que le guste mucho que se besuqueen delante de él—. Van a comerse frente a mí.

—Pero hyung, vamos a comer los cuatro —Sí, Jun es un mal pensado y Sanha no ayudaba mucho—, tal vez vayamos a un restaurante cercano y cenemos por ahí. Sería bonito estar los dos con nuestras parejas, ¿no cree?

Pareja... No es que no sepa pero, Jinwoo le dijo que le iba a cortejar mas no que eran una pareja. Debía proponerle ser una pareja, ¿no? No puede simplemente asumir cualquier cosa, era mejor discutir el tema de esta relación.

—Sí... Tal vez, suena interesante —dijo sin ánimos mientras bebía la última gota de vino que quedaba en su copa.

—Hyung, es bueno que hoy y mañana no hay clases. —soltó bebiendo también del vino.

—¡Sí! Podré dormir hasta tarde. —Se acostó en el mueble. Era un verdadero estrés estudiar, pero tenía que hacerlo para que no le llamen mantenido. Eso hiere su orgullo aunque sería genial conseguirse un Sugar Daddy.

¬¬

De regreso al trabajo Jinwoo estaba más ocupado de lo usual pero la cara de enamorado no se la quitaba nadie aunque tuviera que madrugar leyendo documentos.

Bin entró en su oficina y le miró en repetidas ocasiones, hizo su trabajo de la mañana. Le trajo el desayuno, leyó su agenda y le ayudó un poco en la lectura de documentos.

—No sé porque me miras tanto. Sanha se pondrá celoso. —soltó Jinwoo haciendo que Bin suspirase. Se acomodó en el sillón frente a su oficina y puso una cara de preocupación.

—La pasaste bien.

Y como si fuera lo más emocionante Jinwoo empezó a contar todo lo sucedido la noche de ayer, saltando los detalles porque esos se los guardaba solo para él.

—Parecía de película, lo raro fue que habían muchas personas con sus celulares. —soltó pensativo.

—Ya lo creo —le mostró en su celular una publicación bastante viral de Jun y él "los locos de la terraza". Su rostro al instante palideció— Tu padre quiere verte.

[EN EDICIÓN] Contigo o Sin Ti: MyungJin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora