Capítulo 30

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—Un poco más... —suspiró Jun con una capa de sudor cubriendo su frente.

—Hyung, en verdad me duele la espalda.

—Sanha, solo faltan tres cajas más.

—Si Bin estuviera aquí las cargaría todas sin problemas —se quejó.

—Sí, pero Bin no está aquí. Ya nos ayudó mucho al traer las llaves y las cajas.

El menor suspiró resignado y cargó las tres cajas hasta el ascensor. El mayor también cargó una pero se excusó con que Sanha va al gimnasio con Bin por lo que es más fuerte que él y puede cargar más cajas sin problema.

Llevaron todo a la puerta del departamento y Jun la abrió para pasar con las cajas. Ahí olía a su alfa, le gustaba. Arrastró una de las tantas cajas hacia adentro mientras que Sanha hacía lo mismo. Cuando lograron hacer entrar las doce cajas se tumbaron en el piso a descansar con los brazos extendidos y sus respiraciones frenéticas.

—Hyung, ya no puedo —se levantó—. Me voy, se cuida.

—¿Qué? ¡No!

Tarde, Sanha ya se había ido.

Se quedó pensando un rato y luego de salir de un trance colocó música en su celular para por fin desempacar todo. Se sorprendió a sí mismo al ver objetos que no recuerda haber visto, tales como: un reloj de pared blanco con bordes plateados, una taza de zorro, pantuflas con forma de cocodrilo y más. ¿Cuándo había comprado esas cosas? Y esos solo son ejemplos pues encontraba más cosas curiosas conforme habría cada caja.

Él caminaba por el lugar, ya lo conocía un poco gracias a Jinwoo y su misterioso tour. Ordenó como pudo sus cosas en el departamento y suspiró en el piso cuando había terminado con la última caja.

No recuerda el momento en que se durmió ahí en el piso. Se levantó perezoso de la fría superficie, su cuerpo temblaba ya que no había encendido la calefacción y ya era temporada de invierno, falta poco para que empiece a nevar y las calles se pinten de un celeste blanquecino. Revisó la hora en su celular y era ya pasada la media noche así que caminó a la habitación yendo directamente a la cama y abrigarse. Se envolvió en las grandes sábanas y su cuerpo recibió un escalofrío acogedor, las sábanas también estaban frías.

Su cuerpo le obligó a dormir, no quería puesto que esperaría por Jinwoo y le gritaría "sorpresa" cuando llegue, luego le abrazaría, besaría y se quedarían dormidos juntos y...

Y así pasaron los días.

Minhyuk le visitó, la vergüenza en su ser estaba presente y se hacía notar en sus mejillas, solo de recordarlo siente que quiere morir. El alfa le había dicho que antes ese era su departamento por lo que regresó para tomar unas cuantas cosas ya que se había mudado. Jun no se atrevió a preguntar si estaba aquella noche del domingo porque de ser así él sólo morirá de la vergüenza. Para su suerte Minhyuk no lo mencionó y prefiere quedarse así.

En la universidad Jun prestaba atención a cada clase, hacía lo que tenía que hacer y volvía al departamento solo. Jinwoo estaba muy ocupado en su trabajo y sólo le llamaba en la noche para darle las buenas noches y preguntar cómo le fue en la universidad, ni siquiera llegaba al departamento desde que se mudó, tal vez le debía haber dicho que estaba ahí...

Deseaba tanto estar con él y abrazarle, quería ser mimado por él como cuando durmieron juntos, de hecho, él siempre lo hacía. Cada vez que se veían estaban juntos disfrutando del aroma del otro, pero ahora... ahora ni se veían.

Sí, ridículo, después de su primera vez con su alfa no hubo nada más y ahora cree que su libido despertó tarde porque no cree que tener tantas ganas de volver a tener sexo sea normal. Todas esas tres noches solo se la pasó recordando sensaciones con la frustración de no poder sentirlas nuevamente.

[EN EDICIÓN] Contigo o Sin Ti: MyungJin Donde viven las historias. Descúbrelo ahora