[EN EDICIÓN] Contigo o Sin Ti: MyungJin

Capítulo 21

Jun entró y miró al rededor en busca de Bin y Sanha. Pasó por la sala, la cual estaba casi totalmente decorada ya que en el piso habían algunas cajas vacías y otras con algunos cuadros. Fue a la cocina y estaba de la misma manera aunque las cosas estaban desordenadas. Volvió a la sala y Jinwoo estaba ahí de pie observando todo, se veía elegante ya que estaba con su traje. Siempre estaba en traje.

—No hay nadie...

—¿No nos equivocamos? —miró en su celular la dirección— Nop, aquí es.

Se sentaron en uno de los blancos sillones y esperaron. Había un silencio incómodo y Jun se removió en su lugar.

—¿Así que, dominante? —preguntó Jinwoo dejando de lado su celular para poner toda su atención en Jun.

—No sé, en realidad nunca había pensado en eso.

—Ahora que lo pienso —colocó una mano en su propia barbilla—. No sé mucho sobre ti.

—¿Qué quieres saber? —se acercó.

—Todo —sonrió.

Tras eso Jun dudó un poco, no había mucho que contar. Su vida o más bien, la historia de su vida era aburrida y monótona, pero aún así Jinwoo insistió y tras hacerle algunas preguntas cedió. Pensó primero en por donde empezar, en su cabeza trazó una línea dividiendo los momentos más importantes desde que nació hasta este momento. Y, bueno, después de todo tenía algunas anécdotas divertidas que contar.

Jinwoo escuchó atentamente todo lo que le decía. Jun frunció el ceño tratando de recordar en algunas ocasiones. Cuando al fin recordaba algo se sorprendía y con una sonrisa empezaba.

Se imaginó a Jun siendo un pequeño infante en su primer día de jardín llorando. El omega también comentó acerca de sus calificaciones y diplomas aunque las veces que estuvo en su departamento nunca las vió y tal vez estén en casa de sus padres. Preguntó por ellos y Jun esquivó el tema y solo continuó hablando.

—Una vez tuve un gato —miró hacia Jinwoo y continuó—, pero cada vez que lo tocaba me salían una especie de granitos, manchas en mi piel y a veces estornudaba así que me llevaron a un doctor y pues...

—Descubriste que eres alérgico.

—Sí, tuvimos que dejar al gato en otro lugar, porque yo podía morir.

Agachó la cabeza y a pesar de eso, Jinwoo podía notar su tristeza.

—¿Te cuento de mi primer celo? —preguntó eufórico.

Bueno, no había tristeza.

Sin esperar ninguna respuesta Jun empezó a hablar sin sentir vergüenza de este tema muy personal, aunque le daba igual, no es como que esa información sea demasiado valiosa.

—Estaba en casa cuando de repente me sentía muy mal, mareado y con ganas de vomitar. Sentía feo...

Muchas veces de niño, a Jun le contaron del celo, qué hacer y cosas así. Él sabía mucho del tema a pesar de tener solo catorce años pero cuando se presentó por primera vez como omega mediante el celo él no sabía qué hacer. Conocía de los supresores pero no sabía cómo eran o dónde estaban así que simplemente trató de aguantar los síntomas hasta que sus padres llegaron.

—¿Dónde estaban?

—No sé —se encogió de hombros—, pero esa fue la vez que fuimos con un doctor y me recetaron esos supresores. Desde esa vez nunca más tuve un celo en su totalidad porque la verdad tengo mucho miedo —Hubo un pequeño silencio—. Te conté todo. Te toca.