Sábado por la mañana, ya es diciembre. Faltan quince días para presentar su tesis y fundamentar. Con eso acabará su etapa universitaria y con ella su libertad.Suspiró cansado cuando regresó al departamento. Parece que su ruta se volvió monótona salvo por unas cuantas salidas con Sanha. Dejó la bolsa de comida sobre la mesa para primero ir a la habitación a cambiarse de ropa.
Estuvo comiendo con la mente en blanco, mirando a la nada. ¿Ya había muerto? Porque él se sentía así desde hace ya un buen tiempo.
No le encontraba sabor a la comida y estaba considerando seriamente en ver a un doctor puesto que cada día pierde más peso a pesar de comer tres veces al día. Suspiró nuevamente, aquella acción ya se había vuelto parte de sí, tanto que alguna vez pensó que se le escapa el alma del cuerpo de tanto suspirar.
Seguía pensando en alguna manera de evitar a su madre. ¿Qué podría hacer? Por su mente había pasado la loca idea de fugarse del país con Jinwoo pero eso solo empeorará las cosas además que no podía huir para siempre de ella.
Tocaron el timbre haciendo que se sobresalte. Caminó con temor y, quizás, con algo de esperanza. No esperaba a nadie así que la única persona que apareció en su mente de manera fugaz fue su Alfa. Asomó su rostro al hueco de la puerta y al instante palideció.
—¿No me vas a abrir? —se escuchó del otro lado.
Posó una mano sobre sus labios sin saber qué hacer. Pasaron varios minutos así, apoyó su espalda contra la puerta para evitar caerse debido al temblor en sus piernas.
Esta vez no se escuchó el timbre, en cambio, tocaron la puerta en repetidas ocasiones. Tanto que le empezó a aturdir.
—Hasta que por fin abres. —Jun se hizo a un costado para dejar entrar al hombre—. ¿Y bien? ¿No vas a saludar a tu pobre madre?
Jun solo le observó, tan elegante como la última vez que lo vio. De pronto tuvo la necesidad de abrazar a su lobo el cual temblaba de miedo. ¿Qué hacía él ahí?
—¿Ya empacaste? Debemos irnos —anunció mientras observaba su reloj de mano.
—¿Por qué está aquí?
—¿No es obvio? —volteó a verle—. Según nuestro pequeño "contrato" ya es momento de que regreses a Busan.
—Aún no acaban mis clases. —refutó confundido.
—¿Ah, no? ¿Ya no estamos quince de diciembre?
—Apenas inicia el mes.
—Bueno, no tengo tiempo para cosas tan banales como contar los días y los meses.
—Es bueno para no perder el tiempo en exigir que se cumpla un contrato antes de tiempo —frunció el ceño.
—Sí... Como sea. Que esto sirva de recordatorio.
Jun solo le observó. Él parecía analizar sin pudor alguno el lugar, podía incluso adivinar lo que está pensando. Tal vez sienta que es una afrenta estar en un lugar tan sencillo como este.
—Este lugar huele a Alfa... —susurró, detuvo su mirada en un punto en específico, como si estuviera analizando algo a profundidad—. Dime que no tienes un Alfa, Kim MyungJun.
—¿Debo responder?
—No, eso se nota de lejos —observó con cierto desprecio la camisa que llevaba puesta. Lo cierto es que Jun usaba la ropa de Jinwoo como si fuese suya—. Solo no olvides cómo son los alfas. Todos son iguales.
Esa frase "Todos son iguales" tal vez le hubiera afectado años atrás. Pero ahora, Jun tiene la certeza de que no todos son así... Jinwoo le demostró lo contrario. Si no le ama entonces ni siquiera se molestaría en llamarle cada noche sin falta.
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[EN EDICIÓN] Contigo o Sin Ti: MyungJin
RomanceJinwoo puede recordar el momento en que lo conoció en aquella conferencia. Cuando entró por la puerta e interrumpió. Recuerda cuando pudo ver su rostro sin esa mascarilla a través de una foto. En verdad no lo sabe, aún ahora no sabe porqué después...