Santa. Cap 31.

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Pov Castia.

Estaba en mi habitación esperando alguna noticia de Kyouko y como siempre un pájaro de origami toca la ventana.

Lo dejé pasar y sin dudar empecé a leer el mensaje el cual fue tan claro y consiso.

Dominic:¿Qué dice?.--Pregunta interesado por lo que dice la carta.--

La princesa le entrega al Hechicero el cual movía sus ojos de un lado al otro para captar el mensaje.

Dominic:Ya veo. Ya sabe que la Santa Ríe está en la capital.--Le devuelve la carta.--

Castia:Por lo menos sabemos que está en un lugar seguro y que dejará la capital en unos días para dirigirse al norte y de ahí salir del imperio.--Acerca la carta a una vela para quemarla.--

Ambos miraron como la carta desaparecía en las llamas.

Dominic:¿Y el Emperador sabe algo sobre el incidente en la subasta?.--Recordó.--

Castia:Para nada. Durante la noche trataron de decirle pero estaba tan ocupado con una de sus concubinas que ni siquiera abrió la puerta por lo que esperarán hasta que se despierte en un par de horas más. Y una cosa más...--Mira la llama en el candelabro.--

Dominic:¿Algo más?.--Dijo intrigado.--

Castia:Madre a comenzado a moverse.--Expone.--Ya tiene en sus manos un veneno lo suficientemente letal para matarme y al mismo tiempo acabar con Kyouko. Ya era hora.

Dominic no dijo nada al respecto solamente sintió que su columna se había enfriado.

¿Quién pensaría que una madre podría matar a su propia hija solo por ser un obstáculo en el camino de su hijo predilecto?.

Castia:Pero será fútil.--Sus labios muestran una suave sonrisa.--Kyouko no está aquí y yo... me voy al sur en cuanto la Santa ponga un pie en este lugar. Pero será temporal.

Dominic:¿Dónde se quedará?.--Preguntó.--

Castia:No te preocupes ya que te vas conmigo. Y el lugar es un escondite secreto que he preparado durante un tiempo. Mientras mi madre me busca sin descanso en el sur nosotros esperaremos los seis meses que se quedan para la destrucción del imperio. Aunque tengo mis dudas.--Frunce su seño.--

Dominic:Concuerdo. Yo tampoco creo que un imperio de cientos de años pueda desaparecer fácilmente en seis meses.--Asiente de acuerdo con la princesa.--

Pero en ese preciso momento sintieron un gran poder divino proveniente del palacio del Emperador.

Dominic:¡Esto es...!.--Se agarra la garganta.--

Él apenas podía respirar y se arrodilla en el suelo.

Castia que estaba sentada agarra los posabrazos de su asiento con fuerza.

Segundo después el poder divino disminuye.

Ambos suspiraron de alivio al no sentir esa presión tan enorme.

Pero Castia sabía bien lo que pasaba.

Toma la campana que estaba cerca de ella y la hace sonar.

Minutos después aparece una sirvienta que tenía una cara tan pálida como una papel.

Hiba a hacer una reverencia pero se desmaya en el acto.

Pero quien la atrapa rápidamente fue Dominic.

Castia:Al parecer... es la Santa. Ha llegado.--Trataba de respirar.--Dominic te dejo a cargo de todo. Cuando vuelva nos vamos.

Me paro de mi asiento y salgo por la puerta lo más rápido que pude sin dejar que Dominic preguntara.

¡¿Reencarné en la princesa abandonada?!.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora