Mientras el Tercer Escenario comenzaba en las aguas medias del Reino de Pandora y las del puerto de Helios, más allá del Imperio y del óceano estaba el Imperio Yulong. Un país que antes derrotado había puesto en una situación difícil al mismo que lo había vuelto cenizas.
Detrás de esa fachada de paz había una venganza que poco a poco se cumplía.
En el centro de todo estaba un joven que no había alcanzado su segunda década de vida pero a pesar de su juventud sus ojos relataban otra historia.
Sin duda era un Emperador en cuerpo y en alma.
A su derecha e izquierda estaban los diferentes ministros de Estado que mantenían baja la cabeza en señal de saludo.
El joven Emperador levanta su mano y los demás suben su cabeza pero no se dignan en mirarlo directamente.
Detrás del joven Emperador un hombre de cabellos blancos y ojos impares hace su presencia.
Akihiro:Ministros de Estado. El día que esperabamos ha llegado. La unión entre dos grandes imperios mediante el matrimonio está a punto de acontecer. Pero no quiero decir que debemos permitir que el Imperio Grandia se recupere y después decida contraatacar ni siquiera pensemos en dejar a quienes destruyeron nuestro país salir impunes. Este tratado es solo una excusa para reestablecer otra vez nuestro poder sobre todo el continente. Lo que una vez fue nuestro, lo que nos quitaron volverá a nosotros. Esa es la providencia.--Declaró.--Por supuesto. Todo esto siempre será bajo el mando de mi sobrino ya que he decidido tomarme un descanso por un tiempo determinado ya que hay "cosas" en el exterior del que estar pendiente. Así que espero que el Yulong que tenemos en nuestros corazones se haga realidad.
Con esas palabras los ministros empezaron a aplaudir y el Emperador despide con un saludo de manos a su tío.
Akihiro camina dejando a los demás frente al trono y cuando sale del palacio principal mira hacia atrás para asegurarse de no ser visto.
Después activa la magia de invisibilidad para no ser persibido y entra en un callejón cercano dónde encuentra a un hombre con una armadura arrodillado esperando a que Akihiro se acercara.
Akihiro:Yoki, ¿has traído algo nuevo?.--Preguntó al verlo.--
Yoki:Akihiro-sama, traigo noticias del Imperio Grandia.--Anunció.--
El peliblanco hace una señal con la mano para que prosiguiera.
Yoki:En ese caso es como usted pensaba. El Emperador de Grandia está planeando un contraataque después de enviar a la princesa Diana como futura Emperatriz. Y que el príncipe Rubitt también está confabulado y piensa ir como embajador en las próximas reuniones diplomáticas.--Explicó.--
Akihiro:Mm, ¿sólo eso?.--No le interesó.--
Yoki:Como consiguiente la primera princesa Castia a salido del palacio y no se sabe su paradero. Supongo que soltar algunos rumores cerca de ella funcionaron para alertarla y la Santa visitó hace unas semanas el palacio. Se rumorea que le haya llegado alguna profesía.--Añadió.--
Akihiro:¿Profesía?. ¿Qué tipo de profesía?.--Un brillo lleno sus ojos.--
Yoki:Sobre el Rey del Caos.--Respondió.--
La mano de Akihiro se aprieta inconscientemente pero la relaja y esboza una sonrisa.
Akihiro:¿En serio?. Entonces las cosas destinadas siempre se cumplirán. Inclusive las más profundas promesas y...--Su sonrisa se vuelve fría.--Los deseos más oscuros.
Resuena su carcajada como si recordara algo.
Akihiro:Pero no ha ocurrido nada aún. Eso significa que no controla su poder y sólo esté durmiendo en alguna otra parte.--Pensó en voz alta.--
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¡¿Reencarné en la princesa abandonada?!.
FantasyAño 2091. Me llamo Nanase Kyouko y desarrollé el mejor juego de realidad virtual en la historia de la humanidad. Pero... ¡¿Por qué tuve ser reencarnada en él?!. Alguien me mató y me puso dentro del juego. Y lo peor de todo nací como la Princesa aba...