Tres meses han pasado de haber comenzado el viaje y estamos ya a la mitad.
Ugh, como falta.
Tomamos un descanso en una pequeña posada a mitad del camino.
Pero un nuevo problema surge dada la redundancia. Cómo siempre.
No, no se trata de mí. Ya estoy curada de espanto.
Se trata de Asa.
Kyouko:¿Puedes repetir lo que has dicho?.--Pregunté.--
Asa:Bueno... Necesito unos días.--Dudó.--
Kyouko:¿Para qué?.--Seguí interrogando.--
Asa:Supongo que tengo que explicarme. ¡Ujum!.--Se preparó.--Hace tiempo que viajamos y eso está bien. Pero en ninguna parte he realizado un espectáculo
Kyouko:¿Es por eres una Caminante del Desierto?. Pensaba que era porque viajabas siempre.--La miré detenidamente.--
Asa:Somos personas que traemos alegría en cualquier lugar que pisamos con nuestra música y trucos.--Explicó.--
Kyouko:Por eso vas hacer todos tus deberes en este lugar.--Comprendí.--
Asa:Exacto. Me alegro que me comprendas.--Sonríe.--
Kyouko:Está bien. Esperaremos un poco más. Pero no te daré más tiempo al menos por un par de semanas, nos estamos acercando a una gran ciudad. En ella tengo que hacer varias cosas antes de seguir así que mi tiempo en ese lugar va hacer alrededor de un mes.--Informé.--
Asa:En ese caso solo requiero de un día. ¡Un día!.--Se levanta de golpe.--¡Nos vemos!.
Ella se despide y se larga rápidamente.
Suspiré y negué con la cabeza por esta situación.
Kuroko:¿Deseas una taza de té?.--Preguntó.--
Kyouko:Si nos es mucha molestia.--Sonreí cálidamente.--
Kuroko:Para nada.--Empieza a preparar todo y deja una taza de té caliente frente mío.--
Miré como servía de forma elegante la taza con la tetera. La inclinación de sus manos al verter el té me llama la atención.
Tiene hermosas manos. Grandes y fuertes.
Hay, ¿Por qué pienso sobre esto?.
Kuroko:Tome.--Me extiende una taza.--
Kyouko:Gracias.--Tomo la taza y sorbo el té. Lo pruebo en mi paladar y lo encuentro refrescante.--¿Tiene limón?.
Kuroko:Con un toque de miel y manzanilla.--Explicó.--
Hay que bien conoce de mis gustos. Eso me recuerda...
Kyouko:Oye Kuroko. ¿Qué es lo que te gusta?.--Pregunté.--
Kuroko:A mí me gusta Kyouko.--Declaró.--
Kyouko:Eso ya lo sé y es recíproco pero me refiero otras cosas. Cómo la comida que te gusta, los colores, los olores.--Dí pistas.--
Kuroko:Me gusta lo mismo que le gusta a Kyouko.--Contestó.--
Kyouko:Ah~, se que comes lo mismo que yo. ¡Siempre!. Pero me refiero a tus gustos. ¡Tus gustos!.--Recalqué.--Después de años de compañerismo y ahora como pareja no se casi nada de ti. Excepto que tienes más edad de la que aparentas y de toda esa historia.
Kuroko:Entonces...--Lo pensó detenidamente.--Me gustan las frutas.
Kyouko:¿Frutas?. ¿De que tipo?.--Pregunté.--
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¡¿Reencarné en la princesa abandonada?!.
FantasyAño 2091. Me llamo Nanase Kyouko y desarrollé el mejor juego de realidad virtual en la historia de la humanidad. Pero... ¡¿Por qué tuve ser reencarnada en él?!. Alguien me mató y me puso dentro del juego. Y lo peor de todo nací como la Princesa aba...