Si tuviera que describir a Kuroko con una palabra sería: misterioso pero tengo que añadir que pervertido de closet le queda mejor.
¿Y cuál es la razón?.
Bueno...
Kuroko:¿Puedo cambiar vendajes?.--Preguntó.--
Por lo normal le diría que si pero ahora...
Kyouko:Creo que puedo hacerlo yo misma.--Tomé las vendas.--
Kuroko:¿En serio?. No podrás ponerlas por ti misma. Ni siquiera la de la espalda. Te ayudaré.--Volvió a tomar las vendas.--
Oh, no. No lo harás.
Kyouko:En serio... Puedo hacerlo.--Volví a recogerlas.
Kuroko:Pero no puedes moverte. Me preocupas.--Puso una carita de perrito.--
Ugh, aguanta. Solo aguanta.
Kyouko:¿Acaso no comienza tu hora de entrenamiento?. No puedes perder tu tiempo.--Hice otra excusa.--
Kuroko:Lo haré después.--Respondió.--
Kyouko:Pero yo te digo que vayas.--Recalqué.--
Kuroko:Pero yo quiero ayudarte.--Añadió.--
Asa:¡Hay ya!. ¡Si tienen deseos de tener sexo háganlo ahora!. ¡Parecen animales discutiendo quien está arriba y quién abajo!. ¡Así que arreglen esto!.--Nos da la espalda y sale corriendo de la habitación.--
Y para colmo cierra la puerta.
Kyouko:¿Y a este que le a picado?.--Me pareció extraño.--
Mientras me preguntaba la bandeja con todo los medicamentos y vendajes desaparece de mi mano.
¡Oh, mierda!. ¡He fallado!.
Kuroko:Ahora... ¿Puedes quitarte la sábana en la parte superior un momento?.--Preguntó.--
A su extraña pregunta agarré la sábana y lo miré fijamente.
Kyouko:No quiero.--Me negué rotundamente.--
Él solo sonrío y dejó la bandeja a un lado.
Okey, siento el peligro.
¡Debo huir!.
Pero en el momento en que pongo un pie afuera él agarra mi otra pierna y me confina en la cama.
Kyouko:¡No!. ¡No me obliges a...!.--Estaba a punto de quejarme.--
Pero él solo me sienta en la cama pegando mi espalda a la cabecera y seguido baja la sábana hasta abajo.
Kyouko:¡Kyaaa!. ¡No mires!.--Grito desconsolada.--
Kuroko:No sé porque gritas si ya lo he visto todo durante el tiempo que estuviste inconsciente.--Añadió como si nada.--
Detengo mi grito y lo miro con sorpresa.
Kyouko:¿Es mentira verdad?.--Pregunté por si acaso.--
Kuroko:Para nada. Tienes un pequeño lunar debajo de tu seno derecho.--Señaló el lugar.--
Me quedé en shock en unos segundos hasta que al final me declaré perdedora.
Kyouko:Cómo sea. Puedes ponerme las vendas. Pero te prohíbo mirarme los pechos, ni tocarlos.--Recalqué.--
Pensé que se pondría serio pero su sonrisa se profundiza.
Kuroko:¿Algo más Kyouko-hime?.--Dijo burlón.--
Kyouko:Es enserio. Te estoy vigilando.--Lo señalé.--
Kuroko:Puedes vigilar todo lo que quieras. Será un honor.--Hace una reverencia.--
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¡¿Reencarné en la princesa abandonada?!.
FantasyAño 2091. Me llamo Nanase Kyouko y desarrollé el mejor juego de realidad virtual en la historia de la humanidad. Pero... ¡¿Por qué tuve ser reencarnada en él?!. Alguien me mató y me puso dentro del juego. Y lo peor de todo nací como la Princesa aba...