El último obstáculo. Cap 50.

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Asa y Kuroko se miraron fijamente. Una miró al otro enojado mientras que el otro no entendía lo que pasaba.

Asa:Creo saber lo que pasó. Por lo que te aconsejo que no lo vuelvas a hacer.--Se puso seria.--

Kuroko:¿Por qué?.--Preguntó.--

La mujer del desierto suspiró por la falta de tacto y le responde.

Asa:Kyouko-san sintió miedo. Posiblemente estaba aterrada.--Respondió.--

Kuroko:¿De mí?.--Se señaló confundido.--¿Por qué?.

Asa:Eres un cabeza hueca. ¡Idiota!.--Lo señaló.--

El pelinegro frunce el seño pero tenía razón.

Asa:En primera no debías de hacer eso, ¿Sabes que se puede convertir en acoso sexual?.--Criticó.--

Kuroko:¿Acoso?.--Se confundió.--

Asa:Y el peor tipo de hombre es el acosador. ¿Y sabes por qué?.--Miró la cara de Kuroko.--Porque ellos pueden hacer cosas malas.

Él reacciona y sus ojos se ponen fríos.

Kuroko:Pero yo nunca le haría daño.--Dijo seriamente.--¡Nunca!.

Asa:Entonces prepara una disculpa sincera y una compensación.--Declaró.--

Kuroko:¿Qué tipo de compensación?.--Agudizó su oído.--

Asa:En mi tribu a la hora de pedir perdón o disculpas se prepara un tipo de regalo o se deja algo de gran valor a cambio. Algunas veces se pide un deseo y se debe cumplir.--Explicó.--

Kuroko:¿En serio?. Pero Kyouko tiene dinero y un montón de cosas en su espacio. No creo que le falte algo.--Recordó.--

Asa:No te preocupes. Tengo una idea que le gustará pero no me culpes si falla. ¿Entiendes?.--Fulminó con su vista a Kuroko.--

Kuroko:No tengo más remedio.--Suspiró.--

Asa empezó a explicar diligentemente y también le dió algunas ideas.

Tiempo después con Kyouko.

Me encontraba refunfuñando en mi habitación sin deseos de hablar con nadie y mucho menos con Kuroko hasta que tocaron la puerta.

Kyouko:¿Quién es?.--Preguntó en voz alta.--

Kuroko:Son Kuroko. ¿Puedo pasar?.--Preguntó y se hizo notar.--

¿Kuroko?.

Kyouko:No, no puedes.--Negué rotundamente.--

Kuroko:Solo quiero disculparme...--Soltó de forma lastimera.--

Saqué mi cabeza de la almohada y miré la puerta con algo de enojo.

Al ver que Kyouko no quiso verlo directamente puso ojos tristes y cara afligida. Estaba a punto de llorar y frunció un poco sus labios con ansiedad.

Noto su silencio y no sentí que se alejaba. Supongo que va enserio, así que le dí una oportunidad.

Kyouko:Está bien. Pasa.--Al final cedí.--

La puerta se abre y vuelve a cerrarse, él se encontraba con la cabeza baja, como si estuviera arrepentido.

Kuroko:¿Podría hablar contigo?.--Pidió.--

Lo miré de lado y asentí.

Se acerca hacia la cama y yo me siento para verlo de frente.

Kyouko:Descuida, yo sé que nunca me harías daño.--Sonrío y tomo entre mis manos su rostro para que me mirara.--Solo me asusté un poco.

¡¿Reencarné en la princesa abandonada?!.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora