Asa y Kuroko se miraron fijamente. Una miró al otro enojado mientras que el otro no entendía lo que pasaba.
Asa:Creo saber lo que pasó. Por lo que te aconsejo que no lo vuelvas a hacer.--Se puso seria.--
Kuroko:¿Por qué?.--Preguntó.--
La mujer del desierto suspiró por la falta de tacto y le responde.
Asa:Kyouko-san sintió miedo. Posiblemente estaba aterrada.--Respondió.--
Kuroko:¿De mí?.--Se señaló confundido.--¿Por qué?.
Asa:Eres un cabeza hueca. ¡Idiota!.--Lo señaló.--
El pelinegro frunce el seño pero tenía razón.
Asa:En primera no debías de hacer eso, ¿Sabes que se puede convertir en acoso sexual?.--Criticó.--
Kuroko:¿Acoso?.--Se confundió.--
Asa:Y el peor tipo de hombre es el acosador. ¿Y sabes por qué?.--Miró la cara de Kuroko.--Porque ellos pueden hacer cosas malas.
Él reacciona y sus ojos se ponen fríos.
Kuroko:Pero yo nunca le haría daño.--Dijo seriamente.--¡Nunca!.
Asa:Entonces prepara una disculpa sincera y una compensación.--Declaró.--
Kuroko:¿Qué tipo de compensación?.--Agudizó su oído.--
Asa:En mi tribu a la hora de pedir perdón o disculpas se prepara un tipo de regalo o se deja algo de gran valor a cambio. Algunas veces se pide un deseo y se debe cumplir.--Explicó.--
Kuroko:¿En serio?. Pero Kyouko tiene dinero y un montón de cosas en su espacio. No creo que le falte algo.--Recordó.--
Asa:No te preocupes. Tengo una idea que le gustará pero no me culpes si falla. ¿Entiendes?.--Fulminó con su vista a Kuroko.--
Kuroko:No tengo más remedio.--Suspiró.--
Asa empezó a explicar diligentemente y también le dió algunas ideas.
Tiempo después con Kyouko.
Me encontraba refunfuñando en mi habitación sin deseos de hablar con nadie y mucho menos con Kuroko hasta que tocaron la puerta.
Kyouko:¿Quién es?.--Preguntó en voz alta.--
Kuroko:Son Kuroko. ¿Puedo pasar?.--Preguntó y se hizo notar.--
¿Kuroko?.
Kyouko:No, no puedes.--Negué rotundamente.--
Kuroko:Solo quiero disculparme...--Soltó de forma lastimera.--
Saqué mi cabeza de la almohada y miré la puerta con algo de enojo.
Al ver que Kyouko no quiso verlo directamente puso ojos tristes y cara afligida. Estaba a punto de llorar y frunció un poco sus labios con ansiedad.
Noto su silencio y no sentí que se alejaba. Supongo que va enserio, así que le dí una oportunidad.
Kyouko:Está bien. Pasa.--Al final cedí.--
La puerta se abre y vuelve a cerrarse, él se encontraba con la cabeza baja, como si estuviera arrepentido.
Kuroko:¿Podría hablar contigo?.--Pidió.--
Lo miré de lado y asentí.
Se acerca hacia la cama y yo me siento para verlo de frente.
Kyouko:Descuida, yo sé que nunca me harías daño.--Sonrío y tomo entre mis manos su rostro para que me mirara.--Solo me asusté un poco.
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¡¿Reencarné en la princesa abandonada?!.
FantasyAño 2091. Me llamo Nanase Kyouko y desarrollé el mejor juego de realidad virtual en la historia de la humanidad. Pero... ¡¿Por qué tuve ser reencarnada en él?!. Alguien me mató y me puso dentro del juego. Y lo peor de todo nací como la Princesa aba...