Con la aprobación del ave en mi cabeza salí de la mazmorra esperando ver a quienes eran lo que estuvieran haciendo tal ruido afuera.
Camine tratando de no levantar la atención pero de todas formas alguien se percata de mí para avisar sobre mi salida y el silencio reina en el lugar. Además las miradas me inspeccionaba tratando de encontrar respuestas.
Ave:Por ahora no muestran intención de hacerte daño pero si tratan no dudaré en hacerlos volar.--Me avisa de antemano.--
Asiento comprendiendo.
Sigo caminando tratando de irme pero tres personas se detienen frente a mí.
Detuve mi intento de huir y miro a las tres personas que me obligaron a detenerme.
Los tres portaba ropas muy diferentes.
Uno de ellos poseía una armadura japonesa de color azul, traía dos katanas y encima de uno de sus ojos había un parche. Tenía pelo negro y su ojo restante es de color azul. No podía ver su rostro debido a una máscara que era parte de la arnadura de cuerpo completo.
Sin duda este es un Samurai perteneciente al Gremio Tsukihime.
Por otro lado en el medio estaba una elfa con su larga coleta rubia que le llegaba hasta los tobillos y su vestimenta consistía en un traje ajustado que resaltaba sus curvas y delgadez. En su espalda había un arco de un increíble calidad que me dió envidia y en su cintura había una bolsa para colocar una daga.
Sus ojos azules me miraban tratando de ver debajo de mi capucha. Sin duda una Arquera experta en excelencia.
Y por último y no menos importante un segundo hombre que tenía una armadura de platino o de oricalco blanco. Su pelo rojo brillante resaltaba y sus ojos verdes me miraba con enojo.
Debe ser un Paladín.
¿Y por qué me miras así?.
¡No te tengo miedo!.
Miré de igual manera al pelirojo y este frunce su seño.
Pero nuestra competencia de miradas no dura mucho debido a que el de la armadura samurai se acerca a mí.
Me pongo en guardia y el se detiene en seco.
Levanta sus brazos para retroceder un paso para darme mi espacio.
Samurai:No hay porque ser tan agresivo. Lo que yo hiba a hacer era detener su competencia para poder hablar.--Explica.--
Kyouko:Aunque tus intenciones sean buenas con todas estas personas rodeandome debo desconfiar.--Miré a mi alrededor.--
Arquera:¿La voz de una niña?.--Se quedó intrigada.--
Samurai:Ya veo. Entonces iremos al grano. ¿Fuiste quién entró primero?.--Preguntó con seriedad.--
Kyouko:Es tan obvio. Acabo de salir de allí.--Señalé la mazmorra.--
Él se percata del error.
Samurai:Perdón. Mejor dicho, ¿fuiste la única que entraste en la mazmorra?.--Preguntó de nuevo.--
Kyouko:No.--Respondí.--
Arquera:¿Entonces dónde está tu equipo?.--Preguntó.--
Kyouko:No tengo.--Respondí.--
Samurai:¿Entonces con quién entraste?.--Siguió preguntando.--
Kyouko:Con el ave.--Señalé al pájaro en mi cabeza.--
Samurai/Arquera:Ah.--Se percataron.--
Son tan fáciles de tomar del pelo.
Ave:Son tan estúpidos para que una niña de tan solo cinco años los enrede.--Suspiró cansado.--Aunque a mí también me enredó y no acabo de salir.
ESTÁS LEYENDO
¡¿Reencarné en la princesa abandonada?!.
FantasyAño 2091. Me llamo Nanase Kyouko y desarrollé el mejor juego de realidad virtual en la historia de la humanidad. Pero... ¡¿Por qué tuve ser reencarnada en él?!. Alguien me mató y me puso dentro del juego. Y lo peor de todo nací como la Princesa aba...