II. "¿En qué tanto piensas?"

531 23 28
                                    

Harry 28 años. 

Louis 30 años.

-¡Lou! -exclamó Harry desde un lado del sofá. 

-Jesus christ. -farfulló tras sobresaltarse bruscamente. 

Harry intentó no reírse y mantener un semblante serio. 

-Perdón, perdón. -murmuraba poniendo una mano en el hombro de Louis. 

Tras no ver más movimiento ni intención de ellos, percibió que algo malo ocurría. 

-Desde que has llegado de contentar al ganado con "Ella", -enfatizó para que hubiera mayor comprensión- no has mediado palabra, lo cual es bastante preocupante viniendo de tí. ¿En qué tanto piensas? 

Hubo un breve silencio. 

-En nosotros. -dijo toscamente para después aclararse la garganta.  

Louis era una persona lenta a la hora de expresarse sobre sí mismo y Harry fue consciente desde que se conocieron, por lo que le dejó todos los interminables segundos que necesitase.  

-¿Sabes que en internet hay una foto mía jugando al fútbol hace al menos una década? -habló tan rápido que Harry tuvo que procesarlo un momento. 

-No lo sé. Supongo. -negó con la cabeza confundido- Hay muchas. 

-Pero hay una en la que casualmente apareces en el fondo de la imagen. -se giró quedando de frente a Harry- Imagínate que no nos hubiésemos presentado a las audiciones del puñetero X Factor y, por una cosa u otra nos hubiéramos conocido, yo que sé, tras un partido. -la mirada se le cristalizó- No seríamos famosos y podríamos vivir sin problema y, y, y... -tenía la voz agitada y la cabeza le iba tan rápido que sentía una pequeña molestia en las sienes. 

Harry puso las manos en sus mejillas haciéndole callar. 

-Yo solo... -volvió a hablar queriendo expresar todo lo que le pasaba por la mente, sin embargo, no conseguía unirlo para que Harry le entendiera.

-Lou, darling. Respira, ¿sí? 

-No eres feliz. -aseguró con la voz entrecortada, rompiéndose con sus propias palabras. Se obligaba a no seguir llorando, pero le estaba siendo demasiado complicado.  

-¿Cómo dices tal cosa? -se le desorbitaron los ojos. Le había erizado la piel pensar que aquel hombre con el que llevaba peleando a capa y espada durante más de diez años opinara de aquella forma.  

Louis no podía formular palabra por el nudo en su garganta. Se desprendió de su roce y se puso en pie yendo de forma automática a la cocina que, para desgracia suya, era abierta y, por lo tanto, estaba unida al salón. 

Harry observó como cogía un vaso, lo llenaba de agua del grifo y bebía a grandes cantidades. 

-No me has respondido. -recalcó girándose en el sitio en dirección a donde ahora se encontraba y manteniendo la calma. No obtuvo respuesta- Lou, necesitas hablar y lo sabes. 

El susodicho pegó un golpe en la encimera frente a él soltando un breve grito ronco consumido por el agotamiento. 

-Estoy harto. -al fin medió palabra. Se dio la vuelta para apreciar la atención que Harry le prestaba- Estoy muy cansado de todo esto. Esta no es la vida que tenía en mente. ¡No puedo seguir así! -gesticulaba moviendo una mano en el aire secamente. 

El rizado sintió como una parte de él se le caía y rompía en miles de pedazos. Aún así no intervino, sino que esperó a que siguiera hablando, por si acaso metía la pata y había entendido mal las cosas. 

-Ya no quiero seguir con esta mierda. -se reclinó en la encimera echando la cabeza hacia atrás. 

Harry se tomó la libertad de acercarse a él y quedarse apoyado en la isla de mármol. Un repetitivo pensamiento le rondaba. 

-Quizá sería todo más fácil si... -sus palabras fueron cortadas. 

-¡No! -lo miró como si hubiera enloquecido- No digas tonterías. -frunció el ceño por un momento- No es eso lo que quiero, joder. -la desesperación volvía a reavivar su malestar- Solo pido una cosa, una maldita cosa. -levantó el índice- Quiero vivir tranquilo. ¿¡Acaso es mucho pedir!? -se le volvieron a cristalizar los ojos al igual que le comenzaba a ocurrir a Harry, quien no soportaba verle en ese estado- Solo quiero que los jodidos periodistas se vayan a la mierda con la tipa esa que estoy ya harto de verle la maldita cara e ir contigo a un puñetero restaurante a cenar -algunas lágrimas resbalaron por sus mejillas- o simplemente pasear ¡como hacen todas las jodidas parejas! 

Harry no sabía qué decir para animarle, porque todo lo que había dicho era verdad. También estaba frustrado con el destino que les había tocado y aquellas palabras habían descrito muy bien la sensación que compartían. Sus emociones se habían visto reflejadas de tal forma que se encontraba llorando junto a Louis. 

Abrió los brazos esperando que al menos el roce calme la situación y este acto fue correspondido velózmente. Louis se aferró a su camiseta hundiendo el rostro en su cuello a la vez que Harry lo sostenía con firmeza por los hombros, acariciando su espalda. 

Tras unos minutos que se tomaron para regular sus emociones, el sonido de sus respiraciones y de algún sorbido era lo único que se oía en la casa.

-Perdona por gritar. -comentó con la voz gangosa y la boca pequeña. 

-Es comprensible, no hay problema.  

-Y no vuelvas a insinuar que nos separemos, por favor, te lo suplico.  

-Nop, nunca. -dejó un beso en su pelo. 

De pronto, la cabeza de Louis emergió de entre los brazos de Harry. 

-¿Qué hora es? 

-A saber, ¿por? 

-Tienes que ir con la bailarina a no recuerdo qué. 

Harry rió por la nariz ante el adjetivo. 

-No la llames así, no hay por qué ofender a los profesionales del baile. -vió la leve risa de Louis y siguió hablando- Igualmente, no me importa. Que me esperen, que a mí no me van a ver por allí. 

Los ojos de Louis se iluminaron. 

-Júralo. -dijo con una gran sonrisa en el rostro. 

-Lo juro. -se contagió de su repentina emoción. 

-Entonces, ¿nos comemos? 

-Estabas todo triste y desanimado con la vida hará cinco minutos. -se carcajeaba. 

-Claro, pero ahora te voy a tener aquí conmigo lo que queda de día. -se pegó más a su torso hasta poder tener sus labios a escasos centímetros de los suyos. 

-¿Me vas a tener toda la tarde en la cama? 

-Yo no he nombrado la cama. -le miró con picardía. 

Harry le observaba sorprendido por la eficacia de su respuesta. ¿Para qué se iría a mentir? Louis lo tenía a sus pies cada vez que le miraba con aquella lujuria, bueno, con lujuria o sin ella, con una simple mirada le bastaba. En fin, hay cosas que nunca cambian. 




··································································

Wow, enseguida le cambió el ánimo a Louis 😏

Cabe aclarar que no creo que Louis sea una persona violenta a la hora de expresarse, pero todo el mundo tiene un límite y, aparte, eran necesidades del guión. 

Dejando esto a un lado, a mí nadie me quita la idea de que han tenido una conversación así (seguramente no tal cual) en algún momento. 


Eniweis, espero que os haya gustado. No os olvidéis de votar ⭐




BAI, LOFS🌺

OS LarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora