XI: Maripositas

200 8 13
                                    

Harry 6 años.
Louis 6 años.

Louis iba caminando por la arena del parque, viendo cómo sus zapatos oscuros se volvían amarillentos. Estaba tan ensimismado viendo una piedra que de camino había recogido, que no vio el objeto frente a él.

Una diminuta mano rodeó su muñeca defendiéndole, pero Louis perdió el equilibrio y cayó hacia atrás. Se había sentado sobre un pie y un pequeño puchero aparecía en sus labios dispuesto a quejarse por el dolor. 

-No llores, Lou. -hablaba una aguda voz apareciendo a su lado- Podría haber sido peor. -comentaba sentándose a su lado.

-Harry, ¿Por qué me has tirado? -le observaba con los ojos húmedos.

-Te ibas a caer con ese camión. -señaló el juguete amarillo.

-Ah, ok. -se puso en pie y enjuagándose los ojos volvió a hablar- ¿Quieres jugar en los columpios? -decía buscándolos para ver si estaban desocupados, al menos uno, pues le gustaba hacer reír a Harry empujándolo muy alto.

-Te habrías hecho sangre como ayer. -seguía hablando el de ojos verdes sin mirarle.

-¿Ayer? No fue ayer, fue... -se quedó pensando con un dedo en la barbilla.

-Sí, fue ayer. -afirmaba con total seguridad.

-¡Que no! -exclamó en un fino chillido. Harry se quedó mirándole con el labio inferior tembloroso- Ya verás, le voy a preguntar a mi mamá. -marchó sin prestarle atención, buscando a su madre, quien leía en un banco- Mami, mami. ¿Cuándo vinimos y... Y yo... Me caí y me hice lo de aquí? -se señaló la rodilla que días antes estaba raspada.

-Eso fue hace mucho, ¿Por qué?

Louis no respondió, fue corriendo a encontrar a Harry para decirle que él tenía razón, pero no estaba junto a las cuerdas para escalar donde le había dejado por lo que volvió con su madre.

-¿Y Harry? Lo había dejado allí y ya no está. -señaló el lugar donde esperaba volverlo a ver.

-¿Has mirado si está su madre?

Louis se agachó hasta poder ver bajo el tobogán. Los pies de Anne ya no asomaban.

-Ya no está. -se sentó junto a su madre- Me quiero ir. -pidió con decepción.

[...]

"You rock my world" sonaba en la radio mientras Louis veía a su madre bailándola de un lado a otro de la cocina.

-Mami, -habló cuando acabó la canción. Mordió su trocito de manzana y habló con la boca llena- ¿La canción es de amor?

Johanna bajó voz a la radio para no tener que elevar la voz por encima del locutor.

-Sí.

-¿Entonces le gusta la chica?

-¿A quién, cariño?

-Al cantador.

La madre se tapó la boca tras una sonora carcajada bajo la ingenua mirada de Louis.

-Sí, al cantante le gusta; está enamorado. -enfatizó para que se quedara con la pronunciación correcta.

-Pero, ¿Cómo sabe que está nanorado? -se llenó la boca con el último trozo de fruta.

-Una persona sabe que le gusta otra o incluso que está enamorada por varias razones. -tomó asiento al lado del crío- Siempre quieres verle feliz, harías cualquier cosa para ello; no puedes dejar de pensar en esa persona; deseas estar todo el tiempo a su lado... Y otras razones que no te sabría explicar con palabras. Cada persona siente el amor de una manera distinta.

OS LarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora