XXV. Peter Pan

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Harry 16
Louis 18

La hierba se humedecía conforme las finas gotas caían. A Harry le encantaba ver llover, el único problema sería en un rato cuando empezase a apretar la lluvia y entonces apareciera la tormenta y no le gustaban.

Louis controlaba constantemente el avance del temporal. Sabía lo mal que lo pasaba Harry con los relámpagos, bueno, con ellos, con los petardos y cualquier ruido demasiado estridente.

Al menos en ese momento aún era suave y estaban cubiertos en las gradas tras un partido del ojiazul.

-Si yo hubiese jugado, habríais ganado -comentó Harry aún refunfuñando con los brazos cruzados sobre el pecho.

Louis rió echando la cabeza hacia atrás.

-Si hubieses jugado habrías acabado con un esguince -pasó un brazo por sus hombros-. El suelo resbala y te tropiezas con tu sombra. Mejor otro día -dejó un beso en su mejilla.

La expresión de Harry se relajó, pasando a la incertidumbre. Le miró de lado

-¿Va a querer tu equipo?

-Claro que sí y sino, los convenceré -afirmó, seguro de sus palabras.

Estuvieron un rato en silencio, disfrutando de la compañía del otro, viendo la brisa hacer bailar a paso lento las copas de los árboles.

Entonces un compañero del equipo de Louis pasó corriendo frente a ellos gritando con sorna:

-¡Te haces mayor para esto!

El ojiazul rió, pero Harry pudo notar que la sonrisa no le llegaba a los ojos y que incluso se desvanecía lentamente conforme el compañero se perdía de vista.

-No te haces mayor -comentó el de rizos queriendo ayudar.

Louis le miró sorprendido, pues justo estaba pensando en aquello.

-No quiero -murmuró en un reproche.

-¿El qué?

Quitó el brazo de encima de Harry para pasarse la mano por el pelo.

-Crecer -susurró.

El de rizos se giró en el sitio para tener una mejor vista.

-¿Por qué? Crecer es bonito.

-Quizá, pero no quiero pasar a otra etapa y tener que preocuparme por mierdas -miraba hacia arriba, al techado que los cubría conforme la lluvia cogía fuerza-. Quiero ser un adolescente toda la vida y poder hacer y deshacer todo a mi antojo.

Harry lo miraba con una sonrisa boba en los labios. Siempre había amado aquel espíritu libre de Louis y sabía que le influenciaba de manera positiva, puesto que él era una persona más calculadora.

-La adolescencia no es más que una etapa muy pequeña en comparación con todo lo que tienes por delante. ¿No quieres triunfar en un futuro?

-Pero, ¿y si no lo hago? -se giró también, acongojado por el agobio- ¿Y si crezco y me vuelvo un fracasado viejo, feo y amargado?

OS LarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora