—Mierda, voy tarde, Nat me va a matar— pensó Alexis en voz alta, mientras se ponía sus zapatillas Nike blancas, habían quedado a las 9:30 am para platicar sobre sus asuntos íntimos (en realidad hablar de hombres y experiencias sexuales), antes de que su misterioso novio y su amigo las acompañaran.
Había optado por un conjunto casual, zapatillas Nike blancas con medias blancas un poco altas, minifalda color azul bebé y un suéter de cachemira blanco, se hizo un moño desordenado en su cabeza.
Había tomado un baño nuevamente con su acondicionador, y sus productos personales. No dejaba de pensar en esos oceánicos ojos azules, su cabello castaño y la forma de su boca acompañada de su deliciosa barba, los tonificados brazos y la forma en que la hizo gritar la noche anterior hizo que se sonrojara instintivamente, había sido un buen bocado después de todo, aunque no dejaba de ser un error no conocía al chico misterioso en absoluto, pero no dejaba la sensación familiar, sentía que lo conocía de antes, pero prefería desecharlo en su memoria, era un nuevo día y su primer día de regreso en Nueva York, ¿qué malo podría pasar?
Alexis cruzó la calle y llegó al pequeño pero distinguido restaurante de la gran manzana, Natasha la estaba esperando en su mesa que daba a una de las ventanas. Llevaba un atuendo más formal que el de Alexis, un saco de punto blanco y unos pantalones de la misma tela blanca, junto con un top negro, estaba irreconocible por su cambio de look, ya que la última vez que Alexis la había visto, llevaba su destacable cabellera roja natural, ahora era rubia y su cabello rozaba los hombros. Lucia elegante y sofisticada, muy Romanoff de su parte.
Nat al ver a Alexis prácticamente corrió a sus brazos e hicieron gritos como si estuvieran nuevamente en la escuela secundaria, recibieron miradas acusadoras y un tanto divertidas de parte de los demás comensales que estaban en el restaurante.Alexis tomó asiento justo en frente de Nat, y pidieron ambas un café negro muy cargado, Alexis por la resaca que aún llevaba y Nat por las largas horas del vuelo, en cuanto llegó de su casa tomó una ducha, se cambió, y directamente corrió al restaurante esperando por su mejor amiga.
Mientras que esperaban su pedido, no podían cerrar la boca para nada, Nat le contó sobre su nuevo novio, James Buchanan Barnes, a lo que Alexis escupió el agua que iba a su garganta. —No me digas que ahora estás con el idiota de Buck, Nat— dijo una sorprendida Alexis, habían pasado 13 años que no sabía nada de aquel chico, el típico chico guapísimo de último grado, mientras ellas seguían en séptimo.
Alexis y Nat tenían un crush con él, porque era demasiado sexy para su edad, pero al momento en el que comenzó a salir con Sharon Cárter, a Alexis se le esfumó la ilusión, en ese mismo momento le comenzaron a salir abdominales a Thor, y los ojos de Nat se entrelazaron con los de Loki, el hermano de Thor, lo cual hizo que simplemente el Buchanan pasara a segundo plano.
"Aunque no tanto para Nat", pensó Alexis al notar la sonrisa estúpida que mostraba al momento de hablar sobre Buck. Así que solo sonrío y le comenzó a pedir detalles sobre cómo es que terminaron juntos, resulta que se encontraron nuevamente porque el Buchanan buscaba a una ejecutiva de negocios internacionales y Nat había dejado la empresa SHIELD porque su jefe había renunciado. La combinación de inteligencia y belleza de Nat, dejaron cautivado al Buchanan, lo cual hizo que las noches de sexo, pasaron a cenas románticas y el resto es historia, el día de hoy harían su debut como pareja, ya no eran los solteros más destacados de Nueva York.
Los cafés llegaron y fue el momento para hablar de Alexis y su regreso a Nueva York, que tenía tres pasarelas en el próximo mes. Resulta que además de Oxford, tenía otro empleo como Modelo de pasarela de las marcas más prestigiosas, al principio lo tomaba con un gran hobbie, añoraba la ropa y la manera en el que el mundo se detenía al momento de que ella caminaba a través de cualquier pasarela.

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Error
Fanfic¿Qué es lo que quiero saber? Para Alexis Parker, el romance ya pertenecía en segundo plano, no se encontraba en la búsqueda de quién se pretendía amar, tenía otros asuntos pendientes que concretar. Su regreso a Nueva York arruinaría o cambiaría su v...