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18. El nuevo vecino

—Buenas tardes—. Saluda James saliendo de su departamento. Sus ojos posaban una furia lenta dirigida a Eddie, que tenía la sonrisa de campeón en su rostro.

—¿Qué haces aquí?—. Cuestionaba la castaña, nerviosa, su labial corrido delataba el encuentro que estaba a punto de tener con el reportero.

—Solo vine a supervisar mi mudanza, ya me iba—. Dice James, hecho una furia controlada. —Buenas tardes—. Se despide el castaño solo por educación, dejando a la pareja con el saludo en la boca.

—Mierda—. Susurra Alexis para ella misma, algo confundida, pero entendiendo perfectamente que su nuevo vecino, era James.

—¿Podemos continuar?—. Cuestiona Eddie, curioso de ver el cambio de inmediato que tuvo Alexis.

—Mmmm creo qué hay que dejarlo para más tarde Eddie, tengo que esperar a mi cuñada—. Explica la castaña, queriéndose despedir del reportero y regresar de nuevo con Jane y pretender que esto era un mal sueño para ella.

—De acuerdo, preciosa, nos vemos en la noche—. Se despide Eddie, mientras le da un beso fugaz en los labios, recordándole lo bien que pueden pasarla juntos.

En cuanto la castaña ingresó a su apartamento, llamó a su mejor amiga.

—¿En serio Nat? ¿James es mi nuevo vecino y no dijiste nada?—. Gritaba Alexis a través del micrófono de su IPhone.

—Hola Alexis, ¿cómo estás?—. Cuestionaba una burlona Nat, dejando en claro que lo sabía perfectamente.

—Entonces por eso sabías que había regresado—. Afirmaba Alexis, se encontraba sentada en su sofá, sus zapatos habían desaparecido y así como sus gafas.

—No creí que se fueran a encontrar tan pronto—. Decía una sincera Nat.

—Tenemos que hablar y lo sabes muy bien—. Recuerda la modelo, dejando en claro que tenían que explicarle en qué momento había cambiado todo.

—Te vemos para cenar nena, prometo darte detalles de todo, si así lo quieres—. Bromeaba Nat a través del teléfono.

—Ni de juego, Nat, solo quiero una explicación—. Sonríe Alexis, por fin tenía a su amiga de vuelta. —Llevaré a Eddie—. Dice Alexis y cuelga antes de recibir una respuesta diferente.

Alexis quería que Nat enloqueciera, ya que no los habían visto desde esa vez en España, así que la dejaría con la duda si Eddie venía con su gran amigo. Pero sabía que no era del todo cierto, por primera vez, Alexis veía que Nat se estaba enamorando y de verdad, Loki fue el amor de su adolescencia, pero ahora que era una mujer completamente adulta, sabía que le pertenecía a Steve Rogers esa sonrisa que ahora porta la rubia y que su mejor amiga deseaba ver.

Pasaron dos horas cuando tocaron la puerta primero y lentamente se abrió con llave para revelar a una Gwen exhausta por el vuelo.

—Hey chica, ¿cómo estás?, ¿ya conociste al nuevo vecino?—. Señala la rubia a la puerta con su mano formando el puño y dejando arriba el pulgar.

—De verdad no creerías quién es el vecino Gwen, ni aunque te lo dijera—. Dice Alexis, soñolienta, se dio una siesta sin haberse dado cuenta.

—Mmmm ¿Yelena?, ya dejó el apartamento de Nat, lo más lógico—. Argumenta la rubia, mientras se sienta a lado de su cuñada.

—Ni así de cerca, nuestro nuevo vecino es James—. Suspiraba Alexis mientras confesaba de quién se trataba la persona con la que compartirían piso durante tiempo indefinido.

—Pero qué—. La mandíbula de la blonda colgaba ante semejante descubrimiento, jamás imagino que James buscara estar cerca de ella, después de haber tenido esa pequeña conversación en el hotel de Atenas.