Había pasado una semana después del encuentro o mini guerra que habían tenido. La castaña no había tenido ninguna señal del nuevo vecino, pero nadie podía decirle nada. Debido a que todos sus conocidos de ella lo habían visto, excepto ella.
Gwen pasó justo 5 minutos después que Alexis al apartamento y lo interceptó para regalarle una pequeña planta al castaño y desearle una bienvenida y una sonrisa cálida de parte de la blonda.
Alexis se cuestionaba si francamente era lo que quería, el encuentro que tuvo con Eddie evidentemente terminó en la cama y se fue esa misma noche, el chico la llamó indicándole que tenía que irse a España durante 20 días para cubrir un reportaje sobre la indagación de una empresa que se trasladó de Nueva York a Europa y que ahora parecía un fantasma.
Así que al tener a Eddie fuera de país, también hizo darse cuenta qué tal vez el chico era un error. Si, volvió a dormir con él y se sintió segura y fue fantástico, pero al momento de tener sexo, esos malditos ojos oceánicos se aparecían de manera constante en su mente de manera inevitable.
Esa mañana iniciaba las vacaciones de Henry, su chofer privado que la empresa Prada le había brindado por al momento de firmar un contrato, así que la castaña tenía que tomar un taxi para poder irse a Oscorp o cualquier lado al que quisiera acudir, debido a que Nueva York era demandante en autos, hasta pensaba que tomar el metro era buena idea.
Gwen se había quedado a dormir con Peter Andrew, así que esa mañana se encontraba sola en su apartamento alistando sus cosas para poder partir al laboratorio, tenía que tomar a un taxi debido a que la sede de Oscorp estaba del otro lado de donde estaba el laboratorio, así que finalmente tomó sus llaves y decidió bajar al lobby de su apartamento para pedir un taxi.
La chica se encontraba en la calle del edificio, había visto el gran vehículo amarillo y cuando estaba apunto de tomar el taxi, una mano muy familiar se adelantó y tomó la manecilla del auto, al voltear se encontraba con una mata de cabello muy bien peinado, un traje Prada gris y su corbata en perfecto estado.
James ayudaba con su mano para que una rubia desconocida se sentaba en la puerta trasera del taxi, cerró la puerta de este y el auto partió, provocando una furia mañanera de parte de la castaña.
—Oye, ¿qué haces? ¡Estás bromeando!—. Exclama Alexis de manera alterada.
—Hola vecina—. Decía un James de manera aburrida o sarcástica, algo que la castaña no sabía cómo corroborar.
—¿Qué haces? Robaste mi taxi—. Decía Alexis, un tanto inquieta por el encuentro con el castaño.
—Vaya, lindas botas, Encanto—. Decía James al mirar el calzado de la castaña.
—Mmm gracias, pero es de muy mala educación robar el taxi de quién era su turno, ahora debo esperar otro—. Reclama Alexis al castaño, que estaba totalmente listo para irse a trabajar a su compañía.
— Mmm lo siento, es que tenía una audición muy importante. Algo que ver con un perro parlante—. Sonríe James de manera descarada explicando el gran motivo por el cual su cita debía partir de inmediato.
— Mmm si, sé lo que se siente—. Dice Alexis de manera sarcástica, alejándose del Buchanan para buscar un taxi nuevamente.
—¿Por qué no me dejas compensártelo? ¿Te invito un trago?—. Responde James ignorando completamente el comentario de la castaña.
—¿Te me estás insinuando aún con los zapatos de tu cita en la mano?—. Dice Alexis de manera despectiva, alzando una ceja.
James voltea hacia abajo, observando lo evidente, en su mano derecha sostenía su maletín, junto con unas zapatillas negras de marca, lo cual provocó una risa al empresario, Alexis a pesar de todo, seguía siendo una buena observadora.

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Error
Fiksi Penggemar¿Qué es lo que quiero saber? Para Alexis Parker, el romance ya pertenecía en segundo plano, no se encontraba en la búsqueda de quién se pretendía amar, tenía otros asuntos pendientes que concretar. Su regreso a Nueva York arruinaría o cambiaría su v...