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10. Conociendo a Alexis

Alexis

A veces solo se necesita de un momento, y una decisión para cambiar tu vida. Mi tío solía decir que un intelecto como el mío, no es para desperdiciarlo en un trabajo simple que no me haga feliz. Y aquí me encuentro, en las oficinas de Oscorp en Londres. Junto a mí, Gwen Stacy planteándose el mismo enigma: Nueva York.

Después de 13 años, iba a volver.

Me había mudado a Londres por el nuevo trabajo de mi tía May, aunque trabajo consistía en cuidarnos a mis hermanos, Thor, Loki y a mi.

Mi tía May, era muy amiga de la señora Frigga, ella junto con su marido Odin debían de mudarse a Londres debido a que la empresa ASGARD Inc, debía de trasladarse a ese país y como ambos eran unos empresarios muy importantes y los chicos necesitaban a alguien que los cuidara.

Así que después de la repentina muerte de mi tío Ben, mi tía May se encontraba demasiado triste para seguir en Queens, nosotros solo teníamos 2 años que nos habíamos mudado con ellos, después de la inesperada muerte de nuestros padres cuando yo tenía 10 años. Peter Andrew fue quien más nos ayudó a Peter Tom y a mi a adaptarnos a Queens después de nuestra vida en Manhattan.

A pesar de la mudanza, seguimos en nuestra escuela de siempre: Galaxy College High.
Estando en séptimo año cuando era tutora de Steve, el muy atractivo capitán de fútbol, con una prometedora carrera, y si digo atractivo, me estoy quedando corta, pero como el chico tenía novia, y eran sumamente inseparables entonces no pillaba a nadie lo cual lo hacía más atractivo por su exclusividad pero yo prefería a su amigo, el idiota de James Buchanan Barnes.

Siguiendo en el Galaxy, yo estaba ahí desde el preescolar. Ahí conocí a Nat, supe que sería mi mejor amiga desde que pateo al idiota que había tirado mi comida, y lo obligo a darme la suya. Toda una kamikaze.

Éramos inseparables, y estratégicamente estuvimos juntas después del preescolar. Hasta que conocimos al gran imbecil de James Barnes y fue nuestra primer discusión sobre quién lo había visto primero.

Demonios, era demasiado guapo o sexy para tener la edad que tenía en aquel entonces, nosotras estábamos en séptimo grado y él en el último. Y gracias a que fui tutora de Steve, en todas las materias de ciencias, fuimos invitadas Nat y yo a una fiesta de los chicos de último año.

Para eso, yo jamás había dado mi primer beso y me encontraba sentada jugando a la botella sin tener la menor idea de que se trataba el estupido juego hasta que se alineó a mi dirección y a mi primer crush: James.

Él estaba sentado, sin un interés en particular, cuando la botella se detuvo, el simplemente se paró a mi dirección y se dirigió a mi, Nat estaba mirándome feo, como si hubiera hecho algo imperdonable como decir que aún duerme con las luces encendidas cuando llueve o algo por el estilo. Cuando sucedió el evento más inesperado que mi inexperto cerebro podía asimilar.

En cuanto llegó a mi dirección, me ofreció su mano, para que me pusiera de pie, y me tomó por la cintura con una mano, mientras que con la otra tomó mi nuca para acercarme a él y conectar sus labios con los míos, no podía creer lo que estaba pasando, estaba experimentando mi primer beso, creo que no pudo haber sido mejor, ya que la forma de sus labios se ajustaba perfectamente a la mía y no había palabras para describir lo que sentí.

Hasta que un portazo me regreso a la realidad y voltee a ver en dirección a mi mejor amiga y me di cuenta que no se encontraba a mi lado. Se había ido. Él solo me miro, encogió los hombros y se volteó en dirección en la que estaba el principio, menudo idiota. No había sentido esos fuegos artificiales que yo sentí y ahí fue cuando un estúpido capricho o enamoramiento podía perder a mi amiga. Así que lo deje de lado desde ahí.