14. Atenas 2.0

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La chica bajó a recepción muy temprano por la mañana. Había olvidado por completo devolver la toalla el día anterior, con la esperanza de que no hayan notificado en la suite en la que se estaba quedando. Estaba a punto de regresar a su habitación para que nadie se diera cuenta de que había despertado, pero ese pensamiento se disolvió cuando se encontró con su chico.

Él llevaba en sus manos dos jugos de naranja, ya que uno era para él y otro para su chica que seguía dormida en la habitación y sabía perfectamente que la atacaría una resaca terrible. Así que se estaba asegurando de complacerla, además de que sentía cierta culpa ya que no estaba siendo por completo sincero con ella, el arranque de celos que experimentó la noche pasada, estuvo a punto de estallar en la pasarela y decirles a todos la verdad. Pero ella lo calmó, con solo sonreír y verla calmada bastó lo suficiente para que él se controlara, consideró que no era el momento adecuado, pero se acercaba cada vez más.

Al ver a la chica en recepción, dejó los dos jugos en una mesa de centro e instintivamente corrió a su dirección y tomó de su mano para llevarla a la bodega de mantenimiento más cercana y expresarle lo mucho que la extrañaba.

Intentaron ser sigilosos, era demasiado temprano para que uno de sus amigos los descubriera.

Pero estaban equivocados.

*****
La mañana llego a recibir a Alexis con una dulce resaca, no estaba segura si abrir los ojos era una buena idea, con los ojos cerrados sintió que llevaba ropa interior y una playera de Steve que no recordaba ponerse. La castaña tenía la esperanza de no haberle dicho ninguna atrocidad al rubio, pero decidió abrir los ojos y se encontró en la mesita de noche un gran jugo de naranja que no dudó en tomar, alivió muy rápido su dolor de cabeza y suspiró.

—Para ser muy pequeña, roncas como un trailer—. Se burlaba de ella un Steve muy sonriente, tenía mucho tiempo observándola dormir en ese sofá lujoso que daba dirección al balcón con la vista exquisita que ofrecía el mar.

—Oh vamos, en mi defensa fue mi venganza por lo del avión—. Terminaba de decir Alexis mientras se tumbaba de nuevo en la cama. No quería empezar con sus vacaciones, el día de hoy lo tenía libre, pero sabía que mañana tendría que ir a una entrevista debido a que Valkiria no había accedido a los medios de comunicación. Después iría a visitar a Jane y no sabe cuánto tiempo se tardaría con su amiga.

—¿Qué quieres hacer hoy?—. Cuestionaba el rubio a la Parker. —Mira ese mar, pues vamos a llamarles a los demás para desayunar, probablemente hoy hay que quedarnos en el hotel y beber unas buenas margaritas—. Decía Alexis convencida de que sería una gran idea. —Perfecto, pero también...— y suena un clic. Alexis estaba distraída mientras que Steve le había tomado una foto instantánea.

—Tendré que tomarte unas cuantas para Instagram—. Sonreía nervioso Steve, a Alexis le sorprendió la acción, ya que sabía ocultar muy bien sus asuntos. Ella no sabía que Steve había traído una cámara, aunque la idea le pareció excelente.

—Hey, no es justo, estoy hecha un desastre—. Sonríe Alexis mientras se acerca a Steve para quitarle la cámara y tomarle ahora unas a él.

—Luces increíble Lex—. Dice el rubio mientras jala a su chica y la sienta en sus piernas para darle un beso intenso en los labios, que después los llevo a tomarse una ducha para enfrentar con buena cara sus vacaciones.

Por otro lado, un Buchanan despierto con la pantalla encendida de su computadora, verificando unos contratos de la propiedad que le había mandado Zemo del club que abrirían, cuando un ruido externo lo saca de su concentración.

—En serio estás trabajando en nuestras vacaciones, cariño—. Afirmaba Nat mientras se despertaba y estiraba sus músculos enfrentando el nuevo día.

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