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7. Pasion

— Quiero los detalles ¡ya!— gritaba Gwen en el momento en el que Peter se había ido a bañarse y cambiar de ropa. Gwen prácticamente lo corrió para que por fin Alexis le pudiera contar lo que había pasado con Steve.

— Solo nos hemos besado un par de veces, y si, hizo que tuviera un orgasmo en el estacionamiento antes de ir a la junta—. Puso los ojos en blanco, mientras que la rubia gritaba sumamente emocionada.

Alexis llegó a su departamento en lo que veía a su pareja favorita besuquearse como adolescentes afuera de la puerta, aún sin ingresar al apartamento.
Definitivamente la pareja se había extrañado mucho, pero en cuanto la rubia vio a Alexis, dejó a su Parker favorito para irse con su cuñada. Peter solo les decía que pasaba 20 minutos antes de las 11:00am por ellas, así que tenían el tiempo suficiente para bañarse y hablar sobre la noche anterior.

— Te lo dije, Steve te está pretendiendo, esa rosa no se le da a alguien solo porque sí—. Responde Gwen, como una mamá llena de orgullo.

— Basta Gwen, acabo de llegar a Nueva York, ¿no crees que debería de tomármelo con calma? — Dice Alexis del otro lado de la ducha, nuevamente ingresó a la regadera debía de estar limpia después del encuentro del estacionamiento.

— Claro nena, tú eliges lo que a tu quieras, solo que después de Thor, cambiaste mucho, y con Steve sonríes casi de la misma forma que solías hacerlo—. Dice Gwen, mientras se aplicaba rímel en el espejo del baño. — Aunque... —. Dice Gwen mientras se ponía gloss en sus labios.

—Aunque qué—. Dice Alexis mientras iba saliendo de la ducha de vapor, tenía que cuidar su piel de manera constante debido a su trabajo.

— Nunca te había visto así de libre, ruidosa y sexi como cuando conociste a James... sé que no pasará nada entre ustedes pero, esa noche parecía que no eras tú —. Dice una Gwen sincera después de ver cómo se comportaba con ambos chicos.

— Ay Gwen, eres mi conciencia— Alexis se ríe con tristeza. — Tal vez fue el alcohol del lugar—. Se encoge de hombros. — Pero no es necesario ni siquiera hablar de James  es el novio de Nat, y así de debe de quedar, no puedo hablar de él, ella es muy feliz, y yo no puedo andarme con jueguitos y menos estar pensando en él—. Dice Alexis algo molesta porque esos ojos oceánicos la leían muy fácil. Y eso es algo que no le gustaba, prefería ser una chica misteriosa y reservada. Como era en Londres.

— Bueno entonces si es momento de cerrar esa página con candado y mucho cuidado, intentaré no hablarte de él pero es que es inevitable, se veían estúpidamente magnéticos ese día en el antro, en el momento en que sus ojos chocaron, los demás desaparecieron, es una pena que no lo conocieras en Londres— dijo Gwen intentando animar a la castaña que se encontraba sumida en sus pensamientos.

— Si, ya ese tema debe quedar en el olvido, si las cosas siguen funcionando con Nat, lo veré muy seguido, no olvidemos que también es amigo de Steve y Peter, y son socios así que debo intentar de ser profesional o algo por el estilo—. Alexis se encoge de hombros, intentando restarle importancia al hecho de que lo vería en menos de 30 minutos nuevamente.

— Muy bien, pero recuerda que si quieres hablar de él. No te culpare, estaré para ti siempre, ¿lo sabes?— Sonríe Gwen a su cuñada.

—Si Gwen, eres grandiosa y gracias, pero no puedo hablar más de James, si lo que quiero es no pensar en él ¿de acuerdo?— Dice Alexis. —De acuerdo, ¿que te vas a poner? Las camisas de Steve ya no cuentan— dice una ocurrente Gwen.

— Se me ven fabulosas, duhhh— dice Alexis riéndose y preparándose para el desayuno del día de hoy.

Peter Andrew llegó 5 minutos antes de lo que había indicado, claramente una costumbre que adquirió en Inglaterra, debido a la estrecha puntualidad que se manejaba.