Capitulo Cuarena y uno

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Olivia Black

-Sujentenla bien- gruño el rubio mirando como me encadenaban, mis ojos pesaban al igual que mi cuerpo, me pusieron de pie de un tirón y caminamos escaleras arriba.

La vista del comedor cambio pues estaba llena de sangre mientras colagusano movia cuerpos arrastrándolo hasta la cocina.

-¿Pastel de ojos?-pregunte burlona mientras me encadenaban a la silla enfrente a la mesa -mira que humildes, me dejarán comer con su majestad en el comedor- el mortífago golpego mi cara con su palma.

-Callate por mi segundo, asquerosa traidora- gire mi cabeza succionando la sangre de mi labios.

-¿Nott padre?- pregunté reconociendo la voz- maldito hijo de perra aún sigues con vida -solte una leve carcajada.

-Niña insolente, solo fue un obstáculo, por lo que veo tu también estás por morir y como lo disfruto- se hacerco peligrosamente a mi cara tomando mi barbilla- eres asquerosa.

-Hierba mala nunca muere, bien dicen los muggles ¿No?- unas pisadas nos interrumpieron antes de poder golpearlo.

-Niñas, niñas las dos son bonitas, ahora retirate Nott, luego tendrás tiempos de hacer lo que quieras hacer con ella- Rosier movió con su varita los platos que se encontraban en una esquina acomodando.

-¿Ahora eres un elfo doméstico?-pregunte con burla.

-Tengo más talentos que solo matar personas, Black- sigo ordenando mientras los mortífagos tomaban sus lugares, abrí bien mis ojos divisando la cabellera blanca de Draco sentandose a dos sillas lejos de mi, después lo siguieron Theodore y Zabini, ambos tenían la mirada perdida y grisasea aunque sus ojos fueran color café.

Rosier se colocó detrás de mi colocando sus manos en el respaldo de la silla donde me encontraba sentada, de un momento a otro sentí su aliento sobre mi oreja- escucha Ajax, comportate, hoy te dan una buena noticia- se incorporó mientras carraspeaba.

El silencio reino en la habitación hasta el portaso indicando la apertura de la puerta dejando ver a una gran serpiente caminando sobre la mesa hasta llegar a mi enrollandose levemente en mi cuerpo.

-Naggini- dijo Voldemort sentandose en la silla frente mío- encargate de que nuestra invitada, que no pase frio- la bestia murmuró algo para luego comenzar a tomar fuerza en mi cuerpo- señorita Black que gusto volver a verla.

-Quisiera decir lo mismo-murmure cuidando mi cuello el cuál estaba peligrosamente enrollado en el reptil.

-Por lo que veo té estás acoplado a este hermoso lugar- dijo con entusiasmo - dos meses en el calabozo me imagino que te sirvieron para reflexionar.

-Si, demaciado- murmuré entre dientes.

-Mi señor, la pricionera tomo la decision de ayudarnos-emitio Rosier serio.

-Estas demente- exlcmae bufando.

-Se que mi servidor más fiel no me mentiría, Black- repuso con severidad.

-Pues debería considerarlo-dije con burla- cómo sea, agradezco el detallazo de dejar que una simple mortal meriende con ustedes, pero se me hace tarde para sentirme miserable.

-No aprendes nada niñita, esto ya no es divertido -ataco Voldemort con cansancio en su voz - estas comenzando a fastidiarme.

-Por fin lo logre-comenten riedo- no me cansaré, después de hacerme sentir miserable, molestarlos es mi pasatiempo favorito.

-Llevatela antes de que le corte el cuello- Rosier acepto con la cabeza colocándome a su lado-¡Ay, casi lo olvido!-exclamo con entusiasmo finjido- prepárate para una cita con tus amigos y Rosier mañana todo el día, de una manera u otra me ayudarás a encontrar a Potter.

Una Black y Un Malfoy || Draco MalfoyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora