Una Black y Un Malfoy || Draco Malfoy

Capítulo Cuarenta

Olivia Black

Me azotaron contra el suelo una y otra vez hasta escuchar un golpe en seco tras otro acompañado de risas de fondo.

Logre escupir sangre maldiciendo presionando mi estómago calmando el dolor punzante caminando hacia la pared poniendo una marca más en esta.

Cuatro días aquí «Según yo y mi pequeña ventana» y no sabia cuantos mas, cuatro días interminables en las cuales no sabía si iba a quedar muerta en algún momento. Yo esperaba que pronto.

Con un tintineo de la campana me señalo que era hora de comer, ellos controlaban mis comidas bajándolas con un hechizo, solo tenia eso, una cubeta y una manta. Por lo menos fueron considerados en dejar un vaso de agua rellenable.

La bandeja de comida apareció en el piso dando un fuerte golpe en seco, me acerque arrastrándome viendo la mohosa comida que había, era una especie de puré, con una carne chiclosa y una fruta, en este caso un plátano.

Tome la fruta comenzando a pelarla dando bocados pequeños esperando que rindiera un poco mas. No probaba la demás comida por temor a que estuviera algo, sino por la poca dignidad que me quedaba.

Un estruendo me hizo salir de mis pensamientos parándome de golpe viendo como entraba un mortífago con una cadenas y esposas en sus manos.

-¿Vienes a matarme? Ya se habían tardado-mencione con burla, el solo gruño y me tomó fuertemente de los brazos encadenándolos.

Me guio hasta las escaleras donde comenzamos a subir, el único ruido que se escuchaba eran nuestros pies en mi caso Descalzos) azotados contra el suelo.

Al llegar al comedor, el mortífagos pego en la parte detrás de mis rodillas haciéndome caer quedando arrodillada mirando al suelo. En seguida un chillido se hizo presente junto con el ruido de unas botas además de un olor a cigarrillo.

-Así que, tendremos nuestra primera charla mensual-exclamo Rosier mirándome con burla- pero que estés preparada por que si no comerás, serán más largas para ti.

-Estoy lista para la terapia ¿Que medicamento me recetaras? ¿Crucios? ¿Pretrificafme? -respondi con sarcasmo, el río de lado sacando su cigarro soltando el humo.

-Me encanta tu sentido del humor tan idiota ante tu posible muerte, es excitante.

-Creeme me lo dicen seguido.

-¿Por que te comportas así? ¿No valoras tu vida?

-Tengo mis razones, no das miedo Rosier- replique.

-Ya entiendo por que Draco gusto de ti, eres todo un caso, muy manipulable ¿No te da miedo que te quité lo que más amas?-pregunto tomando mi rostro con fuerza.

-Ya no tengo nada mas que me quiten, ni siquiera la vida- el gruño riendo.

-Eres un jodido caso, ¿Ensayaste antes de venir?

-Digamos que soy buena para las palabras-el río tomando otro cigarrillo prendiéndolo.

-Mira, ya jugamos mucho, se que realmente no te importa todo lo que estamos hablando, pero yo si necesito algo de ti.

-¿Que? ¿Casarnos? por Merlin, se que somos primos y tenemos esa rara costumbre pero, no quiero hijos con malformaciones.

-Como tu lo dijiste prima, no te necesitó para eso ahora, lo que quiero es que trabajes conmigo-mi sonrisa se borro drásticamente.

-Eres un idiota, sabes que jamas lo haría ni aunque me pagara.

-¿Segura? piénsalo bien, tienes mucho potencial, tan solo escuchanos y miramos, te podría perdonar la vida. Tu y yo seríamos invencibles.

-Prefiero quedarme asi-conteste cortante.

-Pensé que esto iba a ser más fácil-respondio soltando una risa-creo que al final tendremos que darte donde más te duele.

-Ya no me duele nada, entiéndelo por una vez-argumente con voz fuerte-si quieres seguir intentandolo, adelante, pierde tu tiempo, pero mi dignidad y mis secretos se van a la tumba.

-Entonces que lastima que tendrás que esperar tanto para llegar a ella.

(....)

Deje caer mis pies sobre el frío suelo, la conversación de hace unas semanas retumba en mis oídos como un eco de esperanza, pensando pros y contras.

Algo que también paso por mi mente y se apoderó medianamente de ella fue Draco, en toda mi estadía no se había molestado en venir a torturarme o ayudarme.

Y la verdad no lo necesitaba.

No lo necesite por catorce años, no lo necesito ahora y menos con el cargo de conciencia de mi padre.

Estaba harta de tener que soportar esperando mi muerte todos los días ¿Tan jodidamente importante era como para que no consideraran matarme? Mierda, odiaba hacer todo mi trabajo bien.

Troné mis nudillos contra mis Palmas para después seguir con mis falanges golpeando los contra mi cabeza, clara señal de mi estrés.

Mis párpados pesaban, no recordaba la última vez desde que había dormido bien, sin tener una pesadilla que me despertara en medio de la noche gritando y llorando.

Error, si lo recordaba.

Fue una noche con Draco, estaba acurrucada ente sus sabanas inhalando su aroma a perfume y madera, ese olor me volvía loca. tan loca que comenzó a percibirlo.

Una luz blanca con azul detallaba en el Fondo de la habitación mirándome fijamente, haciéndome abrir más mis ojos verdes. Me levante tomándome de las paredes siguiendo los destellos intentando seguir el rastro de luz que dejaba a su paso. Hasta que no lo pude ver.

Recorrí todo el calabozo por onceava vez (posiblemente fueron más) sin éxito de volver a encontrarlo y me desmorone. Crei que todo había sido real, era lo único que esperaba pero ahora estaba más que confirmado, me estaba volviendo loca.

Caí entre la gritos al suelo gritando y suspirando intentando que alguien tuviera piedad y me sacará o matara antes de que lo hiciera por mi cuenta.

-¡Merlin ayuda por favor! -lloriqueé-¡Sacame de aquí! -grite con desespero.

Otra luz salió de un lugar, el Rubio de ojos azules era acompañado de Nott y Zabini además de unos cuanto mas se acercaban a mi a paso rápido, uno de ellos me tomó del pelo haciéndome quedar arrodillada mientas me esposaba y sostenía.

-¿Draco? -pregunte entre cerrando mis ojos ante la intensidad de la luz- ¿Draco eres tú? -no había respuesta alguna.

De lo cual me aferre a saber que el no sería presente cuando me hicieran algo, por lo menos no si me matarían, de lo cual eso me trajo un pensamiento y sentimiento.

¿Que hacia el aquí?