Alexander Grey
Había olvidado por completo que era trabajar con Andrew y Víctor, podría ser muy duro y también eran la solución a todo tipo de problemas, se nos podía estar cayendo en mundo pero cuando ellos estan todo parece tomar su lugar, ellos son la perfección de los negocios, saben qué hacer y cómo hacerlo para que todo salga como ellos lo planean. Con razón mi padre confío hasta el final en ellos, tanto así, que dejó a sus hijos en sus manos.
— Hijo, la decisión es tuya pero creo que el edificio recreativo debería tomar un sentido, y que ese sentido se refleje en casa rincón del edificio. — Confiesa Andrew mirándome fijamente.
— Claro, — Apoyó Víctor, — Confío en que lo lograrás, por otro lado creo que la separación de vosotros. — Señaló a Nathalia y a mi. — Creo que no deberíais de seguir de inmaduros y arreglar su situación, es lo que Cristopher hubiera querido.
— ¿Qué no estaban en trámites de divorcio ya? — Inquiere nuestro socio Carlos Salvatierra.
Para buena suelte de Nathalia ya solo quedábamos nosotros en la sala de reuniones, porque es experta en quedar en ridiculizar todo tipo de situaciones y moverlas a su favor.
— Es él quien se quiere separar de mi. — Defiende Nathalia. — Tiene a alguien más, alguien que nadie conoce y que no aportaría nada para la empresa, me resulta hasta extraño que no la trajera a la reunión.
— Lo que yo haga o no con quien quiera no es tu problema, yo no ligo mi vida personal con el trabajo Nathalia, creo que deberías saber eso más que nadie, también te recuerdo que está empresa me pertenece a Óscar, a Mariana y a mi, así que no te incumbe a quien dejamos entrar y a quien no.
Esta mujer ya me está sacando de mis casillas.
— Claro, por eso la presumes en todas partes ¿No? — Contraataca.
— Te recuerdo que quien se metió con mi familia fuiste tú, manipulaste a mi padre y tiraste a mi hermana por las escaleras, nadie que haga eso, es digno de ser parte de mi vida.
— ¡Ella ni siquiera los conoce! Es más, ni siquiera tiene clase.
— Tiene un gran corazón y eso para mí es suficiente, ella me hace ser mejor persona y no necesita dañar para llamar la atención, cuando aprendas esa diferencia tal vez, solo tal vez puedas cambiar un poco tu mugrienta vida. — Confieso con crueldad y mirada penetrante que la hace desviar la vista.
La mirada de Andrew y Víctor se cruzan y me miran con sorpresa.
Todo el mundo conoce mi carácter, todos saben de mi malos estados de humor, que no tengo paciencia, que soy duro y sufro de una falta de empatía severa, no haber perdido los estribos con ella los sorprendió.
Y no lo dudo que a mí también.
Lo admito, Jessy, su manera de ver la visa y su paz, han causado cambios, no me siento digno de ella, pero no creo que alguien la merezca.
Nathalia me mira con odio y se levanta para enfrentarme.
— Eres un...
— Creo que deberíamos irnos ya,— La interrumpe Andrew. — El sol se a ocultado y creo que somos lo únicos que seguimos en la empresa, además tenemos un vuelo que tomar mañana temprano.
Decido mirar el reloj y son las 11:30 Pm, los chicos a esta hora me estarían sacando a patadas de la oficina.
Jessy.
Joder había olvidado que Jessy está aquí, debe estar enojada y no la culpo, se a pasado todo el día aquí.
— Si, creo que hemos llegado al final, Andrew gracias por tus ideas las tomaré muy en cuenta.
Andrew sonríe y me brinda su mano, la estrecho y me despido de todos para ir en busca de la mágica chica que me sorprendió aquella noche.
Al entrar a la oficina la veo recostada en el mueble, su pecho sube y baja con suavidad lo que indica que está durmiendo, seguro se aburrió aquí sola.
Su cabello está cubriendo la mitad de su rostro y una de sus manos está enredado en el mismo. Me acerco y pongo su cabello detrás de su oreja para verla mejor.
— Dormilona.
Una sonrisa se curva en sus labios y abre los ojos lentamente.
— Por fin volviste. — Susurra con vos arrastrada.
Una punzada de culpabilidad llega hasta mi pecho.
— Vamos a casa. — Me levanto y la tomo entre mis brazos y ella simplemente se acurruca más a mi y vuelve a dormirse.
Creo que sabe lo hermosa que se ve y lo hace a propósito.
Niego burlándome de mi mismo.
Salgo de la empresa mientras Tony pone todo en su lugar, nadie vio nada.
El viaje a casa fue silencioso pero tranquilizador, la ausencia de mis mejores amigos se sentía en todas partes, pero con ella aquí todo se opacaba un poco.
Llegamos a casa más rápido de lo que esperé, el equipo de seguridad salió, aseguró el lugar y la casa, Tony sabe muy bien que no me gustan los errores, cuanto más cuidadosos seamos menos errores se cometen.
— Señor Grey ya puede salir.
— Gracias Tony, tu habitación está al lado de las escaleras, en la cocina está todo lo que necesitas y si no te gusta puedes llamar para que te traigan algo.
Tony asiente volviendo al cuerpo de seguridad para distribuirlos a sus antojo por el lugar.
Soy muy estricto con la seguridad, porque una vez que dejas que el enemigo entre e tu territorio, será difícil sacarlo sin que deje un daño.
Ya dentro de la casa la llevo a su habitación, Jessy se despierta y me sonríe.
— Voy a ducharme para descansar. — Avisa.
— Vale, ¿Necesitas algo de cenar?
Ella niega. — Me llevaron de comer y que cenar, — Ella nota mi pregunta porque responde — Tu asistente.
— Claro, había olvidado que la dejé a cargo de lo que necesitaras, bueno dúchate y descansa.
Salgo de la habitación y me dirijo a la mia para ducharme y ponerme al día con la crisis que Óscar y Mariana fueron a resolver.
Pasaron alrededor de media hora así que decido echarle un vistazo a Jess. Está profundamente rendida.
La cubro un poco con la cobija y me siento a contemplarla mientras duerme. Sus pestañas son un poco largas y rellenas, su rostro está tan impecable como si nunca tuvo acné y sus labios carnosos le dan ese toque de ternura y sensualidad. No se cuanto tiempo pasó cuando sentí sus brazos alrededor de mí de repente halarme hacia ella, me recuesto para luego sentir su rostro posarse en mi pecho.
Sentí una corriente por todos mis vasos sanguíneos que me indicaban que tenía que alejarme, porque ella no era el problema, el problema era yo.
Jessy es una chica perfecta, muy hermosa y genuina para un hombre como yo, ¿Pero justo ahora? Justo ahora podría de cabeza medio mundo para que ella se quedase a mi lado, porque es la primera vez que me siento cómodo con alguien que no sean mis amigos.
— Eres un ángel qué esta acostumbrado al cielo y aún así, no te quemas en mi infierno y eso te hace jodidamente peligrosa para mí. — Susurro dándole un beso en la cabeza y cerrando mis ojos por el cansancio.
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"Huellas De Amor"
RomantikÉl es un hombre poderoso, frío, implacable y temido, capaz de destruir a su paso todo con su aura y su carácter. Ella es un desastre muy bien ordenado que se encontrará con el peor orden de su vida _ ¿Que haces? Dejo un dibujo en el vidrio empañad...