Capítulo 15

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JESSY

Escuchaba risas ha lo lejos, sonaba como la voz de Mariana pero no puedo confirmarlo, aún me siento dormida. Me muevo un poco y es cuando siento algo caliente ha mi lado y decido abrir los ojos encontrandome con la cercanía de Alexander.

Estábamos en el sofá de la sala de estár y las risas de Óscar y Mariana se escuchaban del otro lado de la ventana, entonces como si sintiera mi mirada Alex abre los ojos.

El color grisáceo de sus ojos está apagado y luce muy tierno, su cabello es un desastre, por lo que puedo deducir que el mío también, ninguno dice nada, solo nos miramos fijamente y sin esperarlo me jala más hacia él y me abriga entre sus brazos.

— ¿Como es que aún recién despierto hueles tan bien? — Pronuncié llevándome la sorpresa por mi descarada confesión que me salió sin poder retenerla.

Alex se ríe por lo bajo y besa mi frente.

— Y tu eres hermosa.

Me sonrojo enseguida ante el cumplido, un suspiro sale de mis labios por su cercanía y Alex pareció notarlo porque vuelve a mirarme pero está vez su atención va a mis labios. Toma un mechón de mi cabello y lo coloca detrás de mí oreja y sin poder controlarlo mis ojos se cierran.

No puedo comparar con nada esto, como se siente estar junto a él y me confunde, porque sé lo que es, pero no me atrevo ha decirlo en voz alta.

Porque se que una vez que lo diga no habrá vuelta atrás.

Las risas de Óscar y Mariana se siguen escuchando y de repente se siente un golpe en la ventana, luego otro y otro, pero no es un golpe fuerte, suena como si fuera algo que se desintegra al instante del choque.

Yo me separo de Alex y miro la ventana confundida.

— ¿Alguna vez has visto nieve? — Yo niego repetidas veces sorprendida. Su sonrisa me contagia y me levanto apresurada hacia la puerta, la abro pero cuando voy a poner un pie fuera Alex me jala y cierra la puerta acorralandome en la misma.

— No puede salir así, te puedes enfermar. — Advierte divertido. — Estoy seguro que Mari te compro algo para la nieve.

Camina rumbo hacia las escaleras arrastrándome con él, al subir la puerta de mi habitación estaba abierta y en la puerta había una nota:

"Jess en la cama hay una maleta de ropa para invierno, espero te guste, pdt: no salgas sin ponerte algo abrigador."

Yo sonrío y me adentro a la habitación mientras Alexander se para en el marco de la puerta.

La maleta estaba abierta y en ella habían un sin número de jeans, abrigos, chamarras, guantes, botas y bufandas.

— Está chica está loca. — Susurro pero Alex logra escuchar.

— No tienes idea, — Concuerda negando con la cabeza. — Me iré ha cambiar cuando estés lista me avisas.

Sale directo ha su habitación pero antes se devuelve. — Ah, y prohibido mirar por la ventana.

Me quedo en el mismo lugar mientras sonrío, pero no me duró mucho, estaba muy entusiasmada con ver la nieve y tocarla, que me duché y me vestí rápido, me puse un jeans super grueso pero cómodo, y un abrigo negro junto a guantes del mismo color, al igual que las botas.

Peiné mi cabello y lo deje suelto ya que aún estaba lacio y bajé las escaleras rumbo a la sala donde Alexander me esperaba ya listo.

— ¿Lista?

Yo asiento.

Lo primero que se hace visible al abrir la puerta es una inmensa capa blanca por todos lados.

"Huellas De Amor"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora