*En casa de Henry
—No puedo creer que Kate pudiera salir de la ciudad sin ayuda — dijo el conde
—Y en el castillo, tenia a alguien de confianza que pudiera enviarle dinero tal vez? — dijo Henry
—Es verdad!, esa desgraciada Nana debe saber! Viajaré de inmediato, manda telegrama si sabes algo antes Henry — dijo el conde y se dispuso a viajar
Henry en realidad solo quería ganar tiempo para hacer sus averiguaciones pero para su propio provecho. Dada la mala jugada que le hizo el conde con darle una mujer como Elizabeth, sin decirle que quizás con cuantos hombres estuvo antes que él, pensaba en devolverle la mano. Y se había encargado desde el primer día saber en que ciudad se escondió Kate.
Dejo a Elizabeth con la escusa de que tenia que viajar a atender sus negocios y siguió el rastro de viaje de Kate desde la estación de trenes a la cual la envió la última vez que estuvieron hablando, pero fue mas hábil que el conde y contrato un dibujante experto que retratara el rostro de Kate en base a sus indicaciones. El resultado del dibujo era por demás cercano a la realidad del rostro de la joven.
Y emprendió viaje con el retrato dibujado en el tren que partió Kate.
*En casa del señor Black
El ama de llaves se veía nerviosa en el desayuno.
—Pasa algo señora, puedo serle útil quizás — dijo Kate
—Hoy es el cumpleaños del señor Black y me acabo de enterar que en la noche llegan sus familiares y no se ni por donde empezar — dijo la mujer
—Oh, tengo experiencia en banquetes puedo ayudarle a cocinar mientras los demás limpian y adornan la sala — dijo Kate
—De verdad? Pero seria un milagro que pudiésemos hacer algo elegante en tan corto tiempo— dijo incrédula.
—No se aflija, la limpieza y la disposición de la mesa y utensilios lo pueden hacer los demás, también pulir los metales. Mientras nosotras partimos a comprar lo que falta en alimentos y ciertas flores para hacer los arreglos florales y velas. Pidamos carruaje y en el camino me cuenta acerca de los gustos del señor Black y su familia— dijo Kate
—Gracias te lo agradezco mucho, voy por la pequeña Alisa para que nos acompañe— dijo el ama de llaves.
En el camino conversaban las tres acerca de los gustos de la familia Black. Preferían todo tipo de carnes a termino medio, pocos dulces, buenos vinos tintos y les gustaban las flores en tonos rojos principalmente. Y la pequeña Alisa tarareo una canción que le gustaba mucho porque le recordaba a su mama que no conoció, se la enseñó su padre, la escuchaba al piano cuando vivía con su esposa el señor Black.
Entonces decidieron que comprarían la comida para preparar el banquete con recetas que sabia Kate donde el centro serian platos varios de carnes, ensaladas acorde, salsas para untar, algunos postres y vinos de cosechas especiales.
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El último tren
LobisomemKate West es la hija mayor del conde Thomas West, hombre cruel y machista que obligó a parir siete hijos a su mujer hasta tener herederos varones que perpetúen su apellido. Las cuatro primeras fueron mujeres y los tres últimos varones. Pero tras la...