Mientras volvía a su casa Henry pensaba en los hechos ocurridos y como se anuló su matrimonio. Era verdad que al principio solo quería desaparecer a Kate y que él mismo le ayudó a escapar. Pero su orgullo estaba herido de haberla visto tan cómodamente al lado de Black y que rechazara hasta su ayuda.
Por su fortuna y aspecto jamás había sido despreciado de esa manera por una mujer. Mucho menos una que hasta hace poco por ley le pertenecía. Y sintió que debía castigarla, no dejaría que fuera feliz al lado de ese hombre desconocido, que ahora la estaba protegiendo y mandó al conde un telegrama con la dirección exacta de donde se ocultaba Kate.
En cuanto llegó a su casa salió a recibirlo Elizabeth con una barriga ya vistosa.
—Henry mi amor, estoy tan feliz de que volvieras! — dijo corriendo a abrazarlo.
Pero él se quedó mirándola. Y comparaba la imagen de Kate que aun huyendo y en casa de gente extraña mostraba su pureza con certificado médico para rechazarlo y hacer notar que no necesitaba la supervisión de nadie, para comportarse como toda una dama. Y ésta que tenía en frente que viviendo con su padre y sus cuidados se movía como una experta en la cama, en la noche que se suponía perdería su virginidad con él. Y más lo invadía el odio.
—El trato con el conde ya no es válido, Kate tu hermana anuló nuestro matrimonio. No existe forma de que pueda presentar a tu bastardo como un hijo legitimo mío y entregárselo al conde. Te mandaré a una pensión con tus cosas, pues soy de nuevo soltero y buscaré una mujer honrada para desposarme — y prosiguió a su habitación dando la orden a los sirvientes que empacaran y sacaran las cosas de Elizabeth.
Elizabeth ahora lloraba todas las lágrimas que lloró Kate en su momento en esa casa. Con la diferencia que ella llevaba un hijo en el vientre, no estaba casada y el padre de la criatura la miraba con odio y el más profundo desprecio. Mandándola a un cuartucho de mala muerte y a la infamia.
Estaba aterrada pensando en que terminaría su suerte. Pues no estaba acostumbrada a otra cosa que no fueran los lujos y que la sirvieran como una reina. Cuando la dejaron en el cuarto pobre junto a todas sus cosas.
Y mandó telegrama con uno de los sirvientes de Henry, que la visitaría de vez en cuando. Pero este sirviente estaba mandado a que destruyera todo mensaje enviado al conde, porque Henry no quería que nada detuviera la captura de Kate.
*El en castillo del conde de West
Nana y los demás sirvientes llevaban días siendo interrogados para que dijeran una verdad que no sabían. Mientras el conde mandaba gente a recorrer en vano, los lugares cercanos de la ciudad donde vivía Henry, sin noticias.
Hasta que llegó urgente el telegrama de Henry que decía.
"Señor Conde. Logré dar con el paradero de su hija. Se encuentra en casa de la familia Black. Anuló su matrimonio conmigo por no haberse consumado. Anexo la dirección de la casa."
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El último tren
WerewolfKate West es la hija mayor del conde Thomas West, hombre cruel y machista que obligó a parir siete hijos a su mujer hasta tener herederos varones que perpetúen su apellido. Las cuatro primeras fueron mujeres y los tres últimos varones. Pero tras la...