Antes que llegue el conde Parte 23

1.8K 159 2
                                    

Kate entro en la sala y estaba a punto de desmayarse por la noticia

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Kate entro en la sala y estaba a punto de desmayarse por la noticia. La única forma que el conde supiera de su paradero es porque Henry le dio la dirección y odió a ese hombre con todo su corazón.

Le dijo a Black el recado de Tom, y en la sala estaba la tía Hilda y sus hermanos.

—Si viene con la policía es porque su título de aristócrata le da el derecho de llevarse a su hija soltera—dijo la tía

—Creo que si, como Kate es la hija mayor y ya no tiene varones vivos en su familia ella tiene obligaciones de título — dijo Kevin

—Lamento tanto que estén pasando vergüenza de nuevo por mi culpa — dijo Kate

—Nada de eso Kate, creo que el destino nos fuerza a terminar esto de una vez por todas — dijo Black

—A que te refieres? — pregunta Kate

—Que tanto te afectaría la muerte de tu padre? — pregunta sin más Black, y Kate recordó su pasado

—Yo no tengo padre, en realidad ese es solo un monstruo depravado para mí. Si debe morir que así sea. Pero no quiero que se ensucien sus manos con ese ser abominable— dijo Kate

—Quizás lo haga el mismo— dijo enigmáticamente Black y miró a sus hermanos

—Veo que tienes algo en mente— dijo Kevin

—Si, ese conde quiere llevarse a Kate para que sea su mujer y pobre de ella si no se entrega a él. Un hombre de esas características jamás se dará por vencido a menos que esté muerto, no existe otra forma. Pero no podemos arriesgar a la familia eliminándolo aquí, sobre todo porque es un aristócrata y los hombres del rey nos perseguirían — dijo Black

—Entonces donde debe ser su fin? — pregunto Kevin

—En su propio castillo— dijo Black

—Y cómo? —pregunto la tía

—Kate esta vez debes reunir toda tu valentía y fingir que vuelves por las buenas con tu padre. Una vez allá nosotros nos encargamos de que deje de molestarte. Pero debes ser muy fuerte y darle a entender que solo huiste por Henry. ¿Podrás hacer eso? —preguntó Black

—Viajar con él y decirle que solo huía porque me dolía verlos a Henry y Elizabeth ser felices y esperar un bebé; ¿cierto? — dijo Kate

—Si, exacto. Deben llegar al castillo sin que haya ningún alboroto— dijo Black

—Si puedo hacer eso, será largo el viaje, ni siquiera me habla— dijo Kate

—Puedo ir yo con la excusa de que quiero ver parientes lejanos y te haré compañía a la vez que estaré cerca, por si trata de hacer alguna maldad antes de llegar al castillo — dijo la tía

—Pero el viaje es realmente largo; ¿de seguro no le importa? — dijo Kate

—No, hace mucho que no viajo y me servirá para hacerte compañía a la vez que conozco otro lugar — dijo la tía

—Excelente, nosotros iremos atrás — dijo Black

—Cuantos sirvientes son en ese castillo Kate— pregunta Evan

—A estas alturas pueden ser ocho — respondió Kate

—Debemos llevar las gotas para poner en su comida y que duerman profundamente — dijo Evan

—Y como lo harán? —pregunta Kate nerviosa

—Lo mataremos de la rabia — dijo Black riéndose

—No entiendo — dijo Kate

—Solo confía en mí, al fin y al cabo, fue tu padre, es mejor que no sepas más. ¿Puedes dejarte guiar por mi para liberarte de él de una vez por todas? — pregunto Black

—Está bien confió en ti, hare lo que tú me indiques— dijo Kate.

—No te preocupes querida, mis sobrinos son inteligentes, pese a que no se lo merece tu padre se ira de la forma más pacífica posible — dijo la tía

—Mañana que el ama de llaves lleve temprano a Alisa con nuestra prima hasta que volvamos y no se olviden mantener en todo momento la calma — dijo Black

Kate se fue a su cuarto, la noticia la encontró tan desprevenida que solo quería cerrar sus ojos y no pensar al menos por un rato.

Y la Tía Hilda se fue a empacar y dejar sus maletas en la puerta como si fuera coincidencia su salida y la partida de Kate.

*En el despacho de Black

—Bien, la idea es que se vea como un suicidio, tienen que obligarlo a escribir una nota en donde diga que ya no quiere vivir más, por la muerte de sus hijos, por la deshonra de su hija Elizabeth que se embarazó sin casarse y que Kate elija a quien quiera pues no le importa su destino. Los mismos sirvientes darán cuenta del maltrato que sufrió por años y será creíble esa versión. —dijo Black

—Y que quisiste decir con eso que moriría de la rabia— dijo Evan sonriendo

—Quiero que lleven sus herramientas y equipo para perforar la pared de una habitación, quiero que vea a su hija decir que está enamorada de mí, y que este bien amordazado para que Kate no escuche ningún ruido— dijo Black

—Entonces tendremos función —y ambos hermanos menores reían maliciosamente

—La tía Hilda se encargará de poner el químico para dormir a todos los sirvientes profundamente— dijo Black

—Hace tiempo que no teníamos aventuras — dijo Kevin riendo

—Si, esto va a ser divertido, nada como quitar a un demonio del mapa — dijo Evan

*En el cuarto de Kate

Kate estaba llorando en su cama al recordar todo el maltrato que sufrió por años, como fue engañada e ilusionada para casarse y la humillación que vivió después.

Y no podía evitar sentir miedo de volver a estar en manos de ese hombre perverso que esta vez quizás que horrores le tenía planeado.

En eso entra Black.

—No llores mi amor, cree en mí, no dejaré que te haga daño nunca más — dijo Black

Y ella lo miraba con ojos esperanzados, que ese hombre excepcional capaz de convertirse en lobo era el único que podía librarla de su padre. Ya que ambos eran feroces.

Black acariciaba su pelo y rostro para consolarla.

—No pienses que lo soportarás más de un día allá, dalo por hecho — dijo Black

—En serio? — dijo Kate

—Si, pero ya que será tan rápido debes jurarme algo— dijo Black

—Que debo jurar? — dijo Kate

—Que me darás el regalo que te pida estando allá, sin arrepentirte— dijo riendo pícaramente

—Pero no se ni que estoy jurando darte — dijo Kate riendo

—Esto será una prueba de total compromiso entre los dos — dijo Black y la tentaba con sus besos —acaso no confías en mí?

—Está bien juro que te daré el regalo que me pidas allá — y lo miraba mientras suspiraba por ese hombre que se había transformado en toda su esperanza de ser por fin libre del dolor y el maltrato.

Y esta vez ya sabía cómo besarlo, tomaba su rostro y movía sus labios con destreza, hasta sabia como usar su lengua para que él sintiera más placer. Y ya estaba agitando su respiración cuando se detuvo.

—Guardemos un poco de emoción para el viaje — dijo Black riéndose

El último trenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora