En casa de los Black Parte 29

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Acomodó a su Nana en el cuarto que usaba ella y ella se fue con sus cosas a la habitación de Black

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Acomodó a su Nana en el cuarto que usaba ella y ella se fue con sus cosas a la habitación de Black. Después de todo lo que había pasado necesitaba refugiarse en él para calmar su corazón.

—No sabes como me alegra tenerte por fin aquí mi amor — dijo Black 

—También esta muerta Elizabeth, el desgraciado de Henry la dejó sola y la asaltaron y mataron en una pensión de mala muerte — dijo Kate

—No te aflijas por su suerte Kate, ella era igual que el conde, no sentía piedad de tu dolor. Su fin no podía ser otro. Igual de inmisericorde como lo fue su vida. —Y la recostó sobre su cama tapándola con una cobija para que descansase de su largo viaje y el final de su terrible familia abrazada por él.

—Ahora tú y Nana son todo mi mundo. —dijo Kate con una voz de pena

—No amor, estoy yo, tu angelito que pregunta sin cesar por ti Alisa, tu Nana, la tía Hilda, mis primas que aun no conoces y mantén de lejos a mis hermanos. Puedes traer a quien tu quieras. Esta vez estarás rodeada de gente que te ama Kate y dará todo por ti — dijo Black.

Y Kate se dio vuelta para dormirse sobre su pecho. Había tomado la mejor decisión de su vida al escapar, pues encontró por fin no solo a un amor como en sus historias con las que soñaba, sino a todo un grupo familiar que reemplazaría a todo lo que estaba mal antes.

—Crees que todavía pueda tener un hijo? — pregunto Kate

—Claro que si, mi amor yo se que eres fértil, si deseas un hijo se que puedes tenerlo y yo sería el hombre mas feliz en ayudarte a engendrarlo — dijo Black

—Me gustaría intentarlo, crie toda mi vida a mis primos en realidad pero me gustaría tener a uno que fuera realmente mio — dijo Kate

—Parece que tu y Alisa tienen muchos secretos— dijo Black

—Por que?

—El otro día me pidió de regalo de cumpleaños, un hermano y dijo que me pusiera de acuerdo contigo. Parece que planean y comparten información a mis espaldas — dijo Black riéndose

—Que te puedo decir, desde que nos conocimos somos naturalmente aliadas — dijo Kate y reía

Al rato toca la puerta alguien y Black pregunta quien es, era Alisa.

—Pasa hija, ven a saludar a Kate que ya llegó 

—Hola Kate, que bueno que volviste — dijo la pequeña sonriendo

—Ven Alisa, duerme tu siesta con nosotros — dijo Kate

Y los tres descansaron un rato para reponer las fuerzas del corazón, especialmente Kate.

Los dias pasaron y se acercaba la luna llena, sería el día en que seguramente se propiciaria la primera trabsformacion de Kate. Y ya comenzaba a experimentar los cambios en su ser.

Era notable el aumento del deseo de intimar con Black, a la vez que su poder de atracción a su persona aumentaba. Era la sensualidad del lobo que la hacia aun mas atrayente para personas del sexo opuesto. Y por lo menos en la casa de los Black todo era felicidad y paz como siempre soñó Kate.

El problema era que todavia estaba pendiente el tema de la sucesión del título y en esa cuestión Kate todavía tenía obligaciones para con el rey. Quien mando a llamarla para arreglar su situación. Estaba obligada a ir aunque fuere para renunciar al título. Los títulos de nobleza daban muchos derechos pero tambien grandes obligaciones que debian respetarse.

El problema es que calculaban que con lo que duraba el viaje, la primera transformacion de Kate podia darse justo en tierras del rey y eso era todo un problema.

La tia Hilda que tenía parientes por esas tierras. Solicitó ayuda para arrendar una casa que estuviera cerca de algun despoblado en donde Kate tuviese intididad para su primera transformación. Se enteraría del lugar una vez llegando a la ciudad donde estaba la corte.

Nuevamente debian viajar, esta vez iria Kate, la tia Hilda y Black.

*en el camarote del barco

—No veo la hora de terminar con esto para que sigamos con nuestra vida, solo quiero que seamos felices y estemos en paz con nuestra familia amor —  dijo Kate impaciente

—Ya falta poco, lo principal es que eres libre del conde y si lo deseas libérate tambien de ese yugo del título. No nos hace falta para ser felices, pues tenemos recursos de sobra Kate — dijo Black.

Entonces Kate beso a Black, en esa intidad del camarote. Sus ansias crecian de estar con el conforme se acercaba la luna llena y su amor por él intensificaban todas las emociones y sensaciones del cuerpo. 

Era como si su persona quisiera recuperar todo el tiempo perdido con ese lobo atractivo que solo la incitaba con respirar un poco fuerte.

Y tomó su pelo agarrando sus cabellos con ansias, y su boca daba los mas sensuales y cálidos besos, mientras se escapaban lo suspiros por su amor feroz. Y mordisqueaba sus labios salvajes de los dulces nervios que le provocaban al contacto.

Y Black se deleitaba en recorrer esa suave y blanca seda tibia que ahora era suya, y apretaba con ansias esos hermosos senos que antes se retenia de solo ver y ahora acariciaba con vehenmencia.

Ahora Kate era tan libre junto a su amor que hasta dormian sin ropa y se tocaban cada vez que les placia. Era todo un descanso para su alma que antes fue tan atormentada dormir, acariciar y amar con tanta libertad, sintiendo ese cuerpo musculoso y cálido de su compañero eterno.

Y en cada momento de intimidad se unian buscando ese hijo que fuera la prueba viviente de cuanto se amaban y lo comprometidos que estaban el uno con el otro. Y que sería la compañia de Alisa para que por fin tuviera un hermano de su sangre con quien jugar.

El cuerpo de Black se encendía como una llamarada cada vez que Kate lo tocaba con ansias y estaba dichoso de poder liberar su lado menos civilizado con ella quien ya se habia acostumbrado a su forma de amar.

Sus gemidos se hacian mas fuertes mientras mas recorría ese cuerpo de curvas redondas y tersas, hasta que ya no pudo mas y eufórico se hundió en esa nieve caliente mientras Kate se aferraba a su fuerte espalda. Y Kate lo besaba con desespero para ahogar los ruidos que se escapaban de su boca cada vez mas fuertes, desbordada y dichosa de sentir la fuerza de su cuerpo, su pasión y su calor que la consumian. 

Su corazón latía a todo galope cuanto mas atacaba su vientre, y le faltaba el aire al sentir como sujetaba su cintura con su brazo para llegar hasta el fonde de su ser con desesperación. 

Era su victoria sentir el sudor de su cuerpo y el de su amado, luego de ser tan menospreciada. Porque ella, que nisiquiera pensaba en ser algun dia amada, sentía el ardor entre sus piernas que le era proporcionado por tan atractivo y varonil hombre. De naturaleza tan escepcional y cuya forma de amar la enloquecía; al punto de no poder controlar lo que salia por su boca, para alivar el fuego devorador que nacia en su vuentre mientras no solo temblaba su cuerpo si no que cualquier cama en donde se amaran.

Black al borde de sentir la exploción de su vientre y su mismo cuerpo dentro de ella, cubrió su boca y daba sus últimas, duras y agónicas embestidas mientras sus ojos de fiera brillaban de la lujuria y ella arqueaba su torso de marmol blanco, deseando ansiosa deborar esa semilla que floreciera en su cuerpo como le habian enseñado.













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