Kate West es la hija mayor del conde Thomas West, hombre cruel y machista que obligó a parir siete hijos a su mujer hasta tener herederos varones que perpetúen su apellido. Las cuatro primeras fueron mujeres y los tres últimos varones. Pero tras la...
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Trataba de pensar de donde sacaría al menos una recomendación. Si no lograba mostrar al menos un documento verdadero debería volver a huir. Pues pensarían lo peor y hasta me entregarían a la policía pensando que quiero robar la casa.
Mientras despertaba a Alisa para sacarla al jardín me devanaba los sesos sin saber que haría para salvar la situación.
*en el despacho del señor Black
—Querido sobrino, entiendo que te cae bien la señorita Kate, pero no es prudente dejar entrar a tu casa y encargarle tu niña a una persona que no tiene consigo ningún documento que acredite su procedencia. — dijo la tía
—Entiendo lo que piensas, pero la he observado mucho, no es una persona de peligro — dijo él
—Pero no te parece sospechoso todo en su persona, no es una joven como todas las demás. Me refiero a que se nota no solo que no es de esta zona, sino que hasta sus modales la delatan. No concuerda con los de una típica institutriz— dijo ella
—Hemos tenido a tantas aquí; ¿porque ahora la preocupación? —dijo él
—Porque me doy cuenta que afecta tu corazón y no quiero verte sufrir— dijo ella
Y él se quedó pensativo, meditando en las palabras de su tía.
*En la puerta de la casa Black
Tocaron a la puerta y sale el ama de llaves.
Era la policía y venían con un hombre elegante y rubio.
—Buenas tardes señora, estamos buscando a una persona que es posible se encuentre hospedada en esta casa. Por favor mire el retrato —dijo el policía
El ama de llaves se asombró con el parecido que tenía el dibujo con la cara de Kate, pero no quería hablar, por la estima que tenía a ella. Y no pudo ocultar su nerviosismo de querer avisarle que la buscaban, pero no sabía cómo estando en la puerta la policía.
—Debe decir la verdad señora, está ante un oficial de la ley— dijo el rubio con tono amenazante al notar sus gestos
—Es posible, esperen, llamaré al señor de la casa—dijo el ama de llaves
Al rato sale el ama de llaves y los hace pasar a la sala.
—Buenas tardes señor, disculpe que le molestemos estamos tratando de ubicar a una dama— y el oficial le entrego el dibujo a Black y a su tía quienes de inmediato reconocieron a Kate.
—Y porque la buscan? —preguntó Black extrañado
—Me presento señor, soy Henry Lau y la dama de la imagen es mi esposa quien se fugó de casa— dijo sonriendo
Tanto Black como su tía quedaron con la boca abierta. Si era Kate la de la imagen su esposo no estaba muerto y más bien era un rico y apuesto hombre que la buscaba hasta con la policía.
