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ETHAN

Está retrasada— gruñó mi bestia ante la molestia de estar frente a 19 de los 20 mandatarios de las especies que ahora se sabía que habitaban esta tierra.

Solo nos queda esperar— le contesté queriendo irme también pues mi celo se encontraba a pocas semanas y me sentía intranquilo ante los aromas de algunas líderes que se encontraban en fase fértil pues su olor me provocaban náuseas.

Si mi compañera de vida estuviese en etapa fértil sería otra historia, probablemente no la dejaría salir de mi habitación, y digo probablemente por que aún no he encontrado a mi pareja de vida a pesar de tener más de medio milenio de vida pero mi madre siempre decía que lo bueno se hacía esperar.

— La princesa está retrasada, reina— habló el líder de los dragones en su forma humana y solo pude ver a la reina cazadora que fruncía su ceño con evidente molestia. Esa mujer era una persona bastante intimidante y debía admitir que su mirada asesina ya tenía a varios de los líderes con evidentes nervios e incomodidad. Al lado de la reina se encontraba mi mejor amigo y ahora rey de los cazadores, Alexander Evans, quien había dejado todo atrás con el fin de poder casarse con la mujer que amaba y me encantaba ver lo feliz que esos dos eran, se complementaban perfectamente a pesar de ser como el agua y el aceite.

La reina Alexa era una mujer bastante calculadora, exigente y hasta fría cuando de asuntos de la corona se trataba mientras que Alexander era más calmado, risueño y buscaba soluciones que beneficiaran a todos. En cuanto a sus vidas personales, ese era otro tema, los reyes cazadores quedaban a un lado cuando de vida en pareja se trataba y eso era algo que solo los más allegados a ellos podíamos ver en pocas ocasiones ya que casi siempre estaban en la ciudad subterránea de cazadores.

Veía a mí amigo tal vez una o dos veces al año, cuando venía a la superficie por obligaciones de la corona y siempre estaba acompañado de su esposa. Anteriormente la reina solía vivir en la superficie pero cuando su hija mayor cumplió los doce años y decidió comenzar su entrenamiento para ser monarca la reina fue confinada gracias a que su hija demostró ser una persona muy capaz para asumir el cargo a pesar de su corta edad, lo cual tampoco era un problema pues su madre había sido coronada con a penas cuatro años de edad aunque suene ridículo una reina infante.

—Reina...

— Callense— gruñó la reina en un tono casi inaudible al interrumpir a la líder de las hadas e inmediatamente la estancia quedó en total silencio ya que, desafiar una orden de la reina cazadora, era mandar al demonio todo lo logrado con esa especie que hoy en día era la líder de las especies en el mundo y quienes protegían a los humanos que aún quedaban.— Espero que el haber vuelto a la superficie halla valido la pena.— sentenció con esos ojos que usualmente eran azules, entintados en un negro demoníaco digno de su ascendencia infernal.

Ese era otro pequeño gran detalle, la reina era bien reconocida por ser hija de Lucifer, el señor de los Avernos. Eso la hacía mucho más intimidante para las personas y más cuando en años pasados nos había dado una buena muestra del poder que poseía sobre el fuego.

A pesar de haber ascendido al trono a muy temprana edad debido al deceso de su madre, la reina Alexa, siempre ha sido una mujer que cierra bocas sin dudarlo y demuestra que ningún reto le queda grande, pues, a pesar de ser solo una niña pudo lograr cosas que muchos dudaron que podría debido a su edad tan corta. Para disgusto de algunos lideres, esa mujer se ha sabido ganar el respeto de todo el mundo así como la admiración de otros líderes que la han puesto como ejemplo a sus hijos, mismos que se han quedado atrás comparados con la heredera del trono más importante que existe.

No tenía la dicha de conocer a ninguno de los tres hijos de mi amigo debido que salieron de la ciudad madre directamente para entrenar y afianzar sus estudios en la superficie pero era sabido que los tres príncipes no eran herederos que se dejaran llevar por las situaciones. Eran calculadores, sumamente inteligentes, increíblemente entrenados y con poderes que pocos podían imaginar ya que la combinación de su genética era una bomba que beneficiaba mucho a los cazadores frente a una guerra.

El Corazón de la princesa cazadoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora