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Ethan

Ella estaba preciosa.

Llevaba puesto un largo vestido de gala de corte campana en color azul marino que le quedaba como anillo al dedo. El escote cuadrado me tenía pasando saliva ya que hacía ver sus pechos más grandes, sin embargo, una de las cosas que más llamaba la atención eran las mangas largas y anchas con bordes de encaje que caían suavemente dando un toque asiático al diseño del vestido. Debido al diseño del vestido ella se vio obligada a usar unos tacones dorados que le aumentaban al menos quince centímetros de altura, sin embargo, sus diseñadores tenían otro par de calzados más cómodos para el momento en el que ella se cansara.

Más que ser una gala una gala se trataba de un acto oficial para nosotros por lo que debíamos llevar los trajes de gala y era esa la razón de que se le sumará otra prenda al vestuario de Zafiro. Se trataba de un chaleco de cuello de torguga sin magas en cual se habían puesto cuidadosamente las medallas militares de la princesa, los reconocimientos ganados en los últimos años, la insignia que la caracterizaba como princesa heredera, la insignia de su rango militar y la banda negra de bordes dorados que caracterizaba la monarquía de cazadores. Debido a todas las joyas que llevaba puestas el chaleco debía ajustarse por la espalda brindando otro toque de elegancia al look que se complementaba con una tiara y pendientes de zafiros.

Los tres estábamos nerviosos por lo que podría pasar durante la gala pero ya teníamos un pequeño plan que esperábamos que saliera bien.

—Eso duele— gruñí cuando Lucían me ayudó a ajustar el chaleco de mi traje debido a que la tela me causaba molestia en la herida que había quedado producto de la marca de Zafiro y eso le llamó la atención rápidamente.— Estoy bien, solo es una pequeña molestia.

—Temo que tardará un poco en sanar— habló con una pequeña sonrisa que le iluminó el rostro justo cuando la reina entró con un vestido similar al de Zafiro pero en color negro y lo que más llamaba la atención era la corona de diamantes negros e incrustaciones de pequeños zafiros entre verdes y azules. Esa joya sólo podía ser utilizada por la reina cazadora perteneciente a la familia monarca por sangre, lo que significa que, en caso de existir una reina cazadora consorte esta no podría utilizar la corona que Alexa llevaba sobre su cabeza.— Todo está listo.

—¿Rubí aún no llega?

—Su Jet está por aterrizar así que estará aquí dentro de una hora— respondió el príncipe entrando como si nada junto a su padre.— Ya es hora de hacer el anuncio.

Nos miramos de manera inmediata y solo cuando Zafiro respiró profundo antes de dejar sus alas a la vista al igual que lo hizo Lucían comenzamos a caminar con rumbo al salón principal, donde se realizaba la gala.

El lugar estaba abarrotado de periodistas y reyes de otras especies que estaban ansiosos por confirmar que la princesa estaba comprometida. La escena podría intimidar a cualquiera, incluso yo me sentía incómodo con tanta atención puesta sobre nosotros pero Zafiro no.

Ella estaba supremamente tranquila, con el mentón en alto y su usual actitud arrogante ante las cámaras a medida que caminaba frente a mí como lo dictaba el protocolo ya que, a pesar de que yo fuese un rey y ella una princesa la monarquía de cazadores era la más poderosa y su rango militar le daba más estatus del que yo poseía. Esa era la razón de que fuera dos pasos detrás de ella aún cuando Lucían si caminaba a su lado.

Era impresionante como podía mantener la calma y la compostura aún cuando sentía sus nervios y el miedo a flor de piel.

—Hoy queremos confirmar el compromiso de mi hija, la princesa Zafiro con el príncipe Lucían y el rey Ethan— hablaba Alexa sin importar que el flash de las cámaras pudiese encandilarla momentáneamente.— Es una unión poco convencional pero así lo ha dictado el destino— terminó haciendo una muy clara señal a su hija y pasé un trago grueso por que sabía lo que podría suceder a continuación.

—Primeramente buenas noches— comenzó de manera fría, con la mirada en frente y alerta de cualquier pequeño inconveniente.— Esta es la perfecta oportunidad para unir dos especies...

—Quizás sea posible— mis esperanzas de que él no apareciera se esfumaron de repente al verlo muy tranquilo en el balcón del segundo piso con una copa de vino en sus manos y una sonrisa burlona en su rostro.

Todos estaban pasmados al ver a ese personaje burlarse de la princesa como si nada pero pronto los gritos comenzaron. La presencia de Nail era implacable y su aura hizo que muchos cayeran como piedras al suelo e incluso a mí me costaba respirar al sentir un terror indescriptible y su aura exigiendo una sumisión que no le daría.

—Creo que llegas tarde— habló Zafiro manteniendo la calma aún al ver que incluso su madre luchaba por mantenerse inamovible.

—Yo nunca llego tarde— me sobre salté al escucharlo a mi lado y de manera inmediata sentí mis rodillas doblarse a medida que mi corazón latía frenético hasta el punto de marearme.— De hecho, creo que esta vez he llegado demasiado temprano, Zafiro.

Trataba de mantenerme sereno pero era casi imposible, su aura era aplastante y no era el único que estaba a punto de desmayarse ya que Alex parecía no poder respirar y poco a poco cayó al suelo. Estábamos en líos gordos con Nail y podía verlo en los ojos de Zafiro por que su miedo fue tan intenso que incluso mi piel se erizó al sentirlo a través del enlace.

—¿De verdad? Ya el enlace está completo...

—¿Y eso qué?— la interrumpió al pararse frente a ella con una sonrisa burlona.— El alpha hizo muy bien su trabajo— esa frase hizo que Zafiro contuviera la respiración al mirarme y negué sintiendo que el mundo se me venía encima ya que esas palabras implicaban mucho.— No te preocupes, tu apestoso compañero es asquerosamente fiel a ti. Solo tuve que mover algunas piezas y ustedes mismos hicieron el resto.

—¿Y qué es lo que pretendes entonces?— la rabia era visible en Zafiro y la impotencia aún más en los que permanecíamos conscientes que solo éramos Lucían, Alexa, Nicolás y yo.— ¿Matarme?

—Esa técnica no me ha salido bien— admitió como si nada y gruñí pero inmediatamente un dolor infernal me recorrió el cuerpo debido a su aura que solo se detuvo cuando Zafiro se interpuso entre nosotros.— Maté a tu abuela y nació tu madre como si nada, mis subordinados debieron haber matado a tu padre junto a toda su asquerosa familia y él sigue aquí como un mal chiste y tu...

—¡Eres un...!— el grito de Alexa nos alertó pues cayó al suelo por el dolor que de seguro Nail provocaba con solo mirar a su víctima.

—Tú eres la maldita cereza en el pastel— volvió hablar llamando la atención de Zafiro que intentaba no llorar al ver a su madre retorcerce en el suelo.— Pero debo admitir que algo mejor viene y pienso esperar pacientemente.

—Eres un maldito cobarde— escupió la princesa con la voz ligeramente distorcionada y en cuanto la vi tuve que retroceder.

Zafiro había perdido el control.

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⏰ Última actualización: 6 days ago ⏰

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El Corazón de la princesa cazadoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora